miércoles, 16 de enero de 2013

AGOTAMIENTO DE LOS MODELOS JERÁRQUICOS DE LA MORIBUNDA HISTORIA


Darío Botero Pérez
“El agotamiento de los modelos políticos, su debilidad en un contexto global, es no obstante evidente. Que de esa realidad se deduzca un profundo desgaste (y desprestigio) de los políticos es normal, más aún en países como España, con poca tradición de vida en democracia. Lo peor es que su incidencia magnificada ha hecho que todas nuestras grandes crisis desembocaran, hasta ahora, en dictaduras.
“Los mismos argumentos, los mismos problemas, las misma soluciones aparecen una y otra vez.”
Tomado del anexo “Ciudadanía, clase política y otras élites”
(Subrayas agregadas)
La pretensión de exonerar de culpa a los políticos “democráticos” porque los potentados son los verdaderos causantes de las crisis que se les imputan a los gobernantes, es una pretensión inadmisible.

Desde luego, la amenaza de establecer dictaduras impuestas por la violencia y contra las normas constitucionales de origen representativo, tiene suficiente fuerza como para despertar simpatías hacia los gobernantes elegidos, así su incapacidad para resolver los problemas sociales sea patética y su pretensión de representar a los ciudadanos sea absurda.
Lo cierto es que -como los parlamentos, los presidentes y los tribunales burgueses; o la prensa al servicio de intereses privados y de ámbito monopólico, como la que se agrupa en la SIP; igual que otras instituciones de carácter autocrático, como los sindicatos y los gremios, o como las organizaciones internacionales tipo FMI, OMC, OMS u OCDE-, los partidos políticos son otras instituciones surgidas de la ideología liberal.
Son fundamento y fruto de la revolución burguesa y, como las demás instituciones falsa e imposiblemente representativas, están organizados de manera piramidal y evidentemente antidemocrática, a pesar de lo que cacareen.
Todas esas instituciones falaces con que engañan a las mayorías los políticos profesionales, habrán de desaparecer junto a la Historia.
Será inevitable y cierto si las mayorías conscientes, informadas y lúcidas, aprovechando las facilidades brindadas por la Sociedad del Conocimiento, vencemos a los sicópatas que han imperado durante el atroz período. La oportunidad, tal vez única, se nos presenta a las actuales generaciones ahora, cuando el consumismo destructor, sin ningún reato ni limitación, está acabando con la biosfera y con los seres que abriga, incluyendo a los humanos.
Su perverso propósito, disfrazado de “sagrada codicia”, es precipitar el Fin del Mundo que obsesiona a los descendientes de Abraham y que los demás tenemos la obligación de evitar construyendo una sociedad global realmente democrática, justa, igualitaria, respetuosa, amable, libre, rica y solidaria.
En cuanto a los gobernantes apegados a los criterios liberales, es evidente que se trata de profesionales de la política que han hallado en ella la manera de pelechar social y económicamente, ateniéndose al proverbio de que “la ocasión hace al ladrón”.
Actúan en consecuencia, como ladrones astutos aficionados a los negociados pero ineptos para los negocios honrados; pues suelen carecer de capacidad empresarial y hasta laboral, además de que no poseen escrúpulos de ninguna naturaleza. Lo comprueban con sus realizaciones, mientras puedan actuar impunemente. Por eso no tienen inconveniente en pisotear los prejuicios inculcados por las instituciones liberales que exigen una honestidad tan impecable como imposible, según lo dejó claro lord Acton con su famoso aserto sobre el poder corruptor.
Cada vez son más conocidos por la ciudadanía los actos de corrupción, cometidos en todos los países y a nombre de todas las ideologías, aún de las que los ingenuos consideran sagradas porque se ocupan de asuntos escatológicos. Entre éstas sobresalen las religiones de todas las tendencias y expresiones, establecidas por tan diversos pueblos a través de los siglos, y que los políticos y gobernantes han usado para someter a las mayorías crédulas e ignorantes o, al menos, alienadas y dispuestas a enfrentar, si lo ordenan los caudillos, a quien no comparta sus creencias o no se deje catequizar.
El verdadero papel de los políticos de cualquier catadura, lo confirma su característica habilidad para enriquecerse por cuenta del patrimonio común y de la cesión de las empresas públicas y de los recursos naturales a inversores extranjeros. Les tiene sin cuidado que éstos sean abiertamente depredadores e indiferentes al bienestar de los ciudadanos y de las poblaciones que saquean.
Sin importar que se trate de laicos, militares, nobles o sacerdotes, pretenden disponer a su antojo de lo que nos pertenece a todos, tanto como de lo que es sagrado y hay que conservar a toda costa por el beneficio común y por respeto a la Madre Naturaleza o Pachamama.
Para cometer sus tropelías insoportables, aprovechan su monopolización de la función pública por excelencia, que es la política.
Ésta a todos nos incumbe, de modo que en ella todos hemos de intervenir, ejerciendo la verdadera democracia, la directa, que están reivindicando las multitudes conscientes en todo el Mundo para derrotar la Historia y consolidar la Sociedad del Conocimiento o Sociedad Democrática Global.
La nueva organización social plana, justa e igualitaria habrá de garantizarnos a cada uno, sin ninguna discriminación, nuestros fueros, brindándonos todas las oportunidades para que nos realicemos y hagamos nuestro aporte personal y único a la comunidad humana.
Es lo que buscan las multitudes conscientes y dignas en vez de permitir que nos conviertan en criminales y en carne de cañón para que los potentados conserven sus insoportables y desmesurados privilegios mientras multiplican y agravan los problemas que nos acercan al Fin del Mundo, extinguiendo especies y humanos, y destruyendo la biosfera, sin tasa ni medida.
Las arbitrariedades de los dictadores son suficientemente aleccionadoras y horrorosas. Así lo hemos comprobado los colombianos con los 8 años de furibismo presidencial. Durante ellos este personaje extendió a toda la nación la actividad parapolítica fomentadora de la Mano Negra al servicio del régimen (o paramilitarismo).
La había estimulado y legalizado-con la aquiescencia del presidente del escándalo del proceso 8.000, Ernesto Samper Pizano- el otrora gobernador de Antioquia, Álvaro Uribe Vélez, quien sigue sin ser juzgado por sus crímenes, aunque cada vez le queda más difícil eludir la justicia, pues la Corte Penal Internacional no deja de observarlo, y hasta su fiscal de bolsillo parece dispuesto a impedir que siga impune, al menos por sus actos delictivos cuando ejerció como gobernador, pues como presidente parece tener garantizada su impunidad ya que ningún politiquero se atreve a cuestionarlo públicamente y, mucho menos, a sancionarlo como se lo merece.
Pero, dado el oportunismo de los políticos profesionales que nos suplantan, unido a la decadencia de los furibistas a medida que su jefe pierde el teflón y el apoyo de los potentados criollos, no sería extraño que saliesen a la luz los delitos que cometió como jefe de la Aeronáutica Civil abiertamente favorecedor del cartel de Medellín.
A la luz de sus ejecutorias abusivas y desmedidas se entiende, entonces, que los pueblos rechacen a los dictadores a cambio de los politiqueros profesionales que promueven la farsa electoral, el respeto a la legalidad parlamentaria, y la ponderación en el saqueo del erario y las riquezas públicas, saqueo que se ha desbocado bajo los gobiernos inspirados por el Neoliberalismo y que no tiene límite en las dictaduras.
Aunque muchos politiqueros viven de la impostura representativa -pero no desprecian las gabelas que les ofrecen los dictadores-, cuando acceden a las posiciones públicas están sometidos, como cualquier gobernante de cualquier régimen, a los intereses de los verdaderos dirigentes de la sociedad: los manipuladores de la economía, denominados genéricamente como potentados y a cuya cabeza están los sionistas Rothschild, auténticos líderes del Nuevo Orden Mundial que les roba su soberanía a los pueblos y que derrotaremos con la Sociedad Democrática Global.
Estos famosos y persistentes banqueros -aleccionados por la masonería internacional que los controla- están acostumbrados a subyugar a toda clase de gobiernos desde hace bastantes años, así la población normal lo ignorase al ser víctima de la desinformación que promueven los medios de comunicación al servicio de regímenes oprobiosos.
Son los auténticos dirigentes, mediante el “gobierno mundial en la sombra”, del Nuevo Orden Mundial que todos los lacayos gobernantes reconocen como su inspiración en la depredadora etapa definitiva que estamos atravesando y que puede calificarse como Neoliberalismo consumista, depredador, homogenizador, irracional y, ciertamente, antieconómico.
Tales amenazas nos exigen ser dignos y sensatos, respondiendo con la instauración de la Sociedad Democrática Global, si no queremos desaparecer o resignarnos a sobrevivir como los más ruines de los esclavos conocidos por la Humanidad.
De los potentados, todos los humanos ambiciosos y subyugados son lacayos obedientes a quienes nadie se atrevía a retar ni a develar o denunciar públicamente, como bien lo señala el artículo en comento al destacar la costumbre –introyectada a las masas indefensas e ignorantes por los medios de comunicación y proselitismo al servicio de todas las ideologías- de asignarles las crisis y las calamidades sociales típicas de la Historia, a los políticos
Pero se queda corto al excluir a los dictadores, pues quiere contrastarlos con los gobernantes elegidos, quienes ostentarían algo de dignidad en su misión traidora a los intereses de la especie y los fueros de la Vida: “La culpabilización de los políticos (democráticos) y de la politica (democrática), ha sido presentada siempre como parte de un consenso al margen de las ideologías.”
De cualquier manera, es inaceptable el propósito de las multinacionales depredadoras de eludir responsabilidades por sus hecatombes ambientales, financieras, económicas y sociales.
Con tal propósito buscan exculpar a los potentados asignándoles a los dictadores poderes excepcionales que los presentarían ante los pueblos como redentores predestinados -tipo su majestad borbona, fratricida y elefanticida, con sus 75 añitos recién estrenados; o su mentor genocida, Francisco Franco Bahamonde-, cuando, tras derrotar a los pueblos ilusionados con la falsa democracia liberal, “las élites políticas volvían a recuperar el prestigio perdido”.
Lo real y valioso para la Humanidad -que busca su liberación auténtica y entiende que su gran enemigo actual es el Neoliberalismo consumista extendido por todos los países, independientemente de las ideologías nacionales y de las posiciones culturales y las presuntas oposiciones ideológicas que presuman de independientes mientras aplican las recetas que les extienden los amos potentados- es la imputación de las calamidades históricas a sus fundamentales causantes.
Estas bestias despiadadas y ambiciosas -tipo Genghis Kahn o Alejandro Magno o los ridículos líderes del nazismo, el falangismo, el fascismo y el “Tea party”, la providencial Angela Merkel, o el mismo sionismo que los justifica a todos-, siempre han eludido sus responsabilidades.
Aplican el síndrome de Medusa que les asigna a las víctimas la culpabilidad por las calamidades a las que las someten quienes posan de superiores y que se pueden catalogar como potentados o plutócratas, aunque no faltan los semidioses y sus padres presuntamente divinos; o los locos megalómanos como Álvaro Uribe Vélez en Colombia quien, siendo un lacayo de origen humilde pero buen chalán y mejor culebrero, se siente un predestinado para orientar a la Humanidad, más allá de las fronteras de Salgar y aunque Obama no estuviese de acuerdo.
Desde luego, la negativa de los potentados auténticos a admitir responsabilidades, no exculpa a sus cómplices plebeyos. Pero se caracteriza porque, en las condiciones actuales de revolución mundial acorde al desarrollo alcanzado en las fuerzas productivas, las multitudes conscientes despejan sus mentes e imponen su razón y su fuerza, identificando claramente a los verdaderos enemigos comunes a medida que éstos tratan de ocultar, eludir o justificar sus bestialidades.
Crecientemente, las multitudes lúcidas y soberanas actúan más bajo la convicción de que el poder reside y le pertenece al pueblo; o sea, a todos los humanos en vez de a unos pocos privilegiados que tendrían la magna tarea de guiarnos a los demás, así su ineptitud sea tan palpable como la del demagogo Mariano Rajoy o la de su contraparte socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, o la de cualquiera de los presuntos izquierdistas que aceptaron ceder la soberanía económica y fiscal al aprobar obedientemente, en un plazo récord, como cualquier Colombia abusada por el dictador Uribe Vélez, el “pacto fiscal” que favorece el pago de las deudas espurias (o falsas) a costa de los derechos sociales, ambientales, económicos, culturales y políticos de los ciudadanos.
A los estados europeos caídos en la desgracia de la deuda expropiadora, de los desahucios de los hogares de los ciudadanos, de la pérdida de sus garantías sociales y de la paralización artificial de la producción, por designio de los banqueros ladrones e impunes, sus penurias se las impuso el FMI para acabar con el Estado de Bienestar. No les importa que su conquista haya requerido tantas luchas y sacrificios sociales.
Además, cada vez menos países conservan tal envidiado Estado o rechazan el control fiscal por tecnócratas, externos a su economía y subordinados a los banqueros estafadores y francamente ladrones; pues poquísimos gobernantes, conocedores del verdadero poder tras el trono, se atreven a retar a la teutona que agencia las políticas de la troika conformada por el Fondo Monetario Internacional (FMI), la Unión Europea (UE) y el Banco Central Europeo (BCE), que -junto a otras con vocación imperialista y estructura jerárquica y autoritaria, absolutamente antidemocrática, como la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), la Organización Mundial de la Salud (OMS) o la Organización Mundial del Comercio (OMC), todas ellas subordinadas al Club Bilderberg- son las instituciones que agencian la política de la depredación masónico-sionista inspirada por Ayn Rand y conocida como Neoliberalismo.
Los gobernantes lacayos de la otrora imperial provincia han actuado como los de cualquier colonia suramericana dirigida por un mafioso neoliberal.
Por lo anotado sobre los partidos y gobernantes españoles frente a la troika, cuyas exigencias están arruinando al pueblo, despojándolo de sus derechos a favor de quienes lo han estafado y siguen impunes; para ilustrar la vileza del gobierno mundial en la sombra, dirigido por los sionistas subyugados por los masones, basta enfocarnos en España, hoy convertida en el escenario global de las canalladas ecocidas, económicas y sociales, de clara estirpe neoliberal, que la población gallarda y persistentemente rechaza, pero que se imponen en el Mundo entero amenazándonos con convertirnos a todos en estados fracasados o parias, como Haití, la golpeada pero noble y orgullosa cuna de la Libertad para Latinoamérica, que “el Pollo” Alfonso López Michelsen trazó como meta para Colombia, anticipándose a los demás vendepatrias del mundo entero que, para satisfacer a los potentados, se esmeran por convertir en fallidos y parias los estados que gobiernan…
Por fortuna, aún los españoles pueden reaccionar -como lo están haciendo los decentes miembros de la sanidad pública o los desahuciados o los ahorradores víctimas de las estafas- para revertir los crímenes del barbudo líder de las derechas y su cómplices de las izquierdas, quienes los han engañado de frente al aplicar ladinamente las recetas que les impone la Merkel. A los inocentes, a los ignorantes y a los pocos ingenuos que quedan, les aseguran, contra toda evidencia y lógica, que tales medidas absurdas y contraproducentes habrán de producir miel cuando las semillas son de hiel.
La actitud de los traidores de los pueblos, como los mencionados políticos ibéricos y todos los que aspiran a ser gobernantes, cada vez está más condicionada por las recetas neoliberales tanto como por la incompetencia de quienes las promueven siendo meros instrumentos de los potentados organizados en el Club Bilderberg, convencidos de que a punta de tecnócratas, como el excepcional Mario Monti, podrán exorcizar sus demonios.
En consecuencia, no es que sean más perversos o mediocres que el común de los mortales. Como todos, buscan la mejor manera de sobrevivir en una sociedad jerárquica donde la igualdad, la libertad y la fraternidad siguen siendo guías trascendentales, negadas absolutamente por la realidad pero todavía alimentando las ilusiones de los desamparados, y orientando sus utopías.
Los sensatos, ¡tan buenos y avispados ellos!, saben que la utopías son sueños irrealizables que alimentan las ilusiones de los tontos bonachones, productores de la riqueza que los sensatos les expropian. Por eso, en vez de luchar por alcanzar imposibles, prefieren dedicarse a vivir de los ingenuos amorosos mientras les vacían los bolsillos, les deforman la realidad y los califican de pecadores para mantenerlos asustados y subordinados.
Como todos los seres supuestamente más capaces aparecidos en la Historia, también comprenden que, si bien pueden abusar de los inocentes impunemente, les conviene doblegárseles a los sicópatas que la dirigen en su beneficio, so pena de vivir como las mayorías oprimidas por quienes las traicionan y utilizan.
Semejantes lacras se consideran sensatos, lúcidos, prudentes e inteligentes, cuando no son más que unos cobardes abusivos y despreciables, astutos calculadores y viles hipócritas, que degradan a la especie humana, humillan al prójimo y amenazan la existencia de la Vida.
Rompiendo esquemas perversos que pretenden desviar la opinión de los problemas auténticos que a todos nos amenazan, vale la pena preguntarse con Ignacio Muro, si:
“No sería mejor hablar, en todo caso, de clases dirigentes? ¿Debemos excluir de la primera responsabilidad a banqueros, ejecutivos de inmobiliarias, directivos de medios de comunicación, especuladores de todo tipo, presidentes (procesados) de la patronal CEOE, escuelas de negocio…? ¿Debemos excluir a Botin y la banca, Pedro Jota Ramirez y los medios de comunicación, Rouco Varela y la iglesia, Diaz Ferrand y su CEOE
Más aun, ¿debemos excluir del primer foco a los funcionarios de Bruselas a los gestores de hedge found, a las agencias de rating, a los ejecutivos de los bancos de inversión? ¿Debemos excluir de responsabilidad al mismo César Molinas o a los cesar-molinas de media Europa o de medio mundo?
Cesar Molinas, condena la gestión de los recursos públicos que se ha hecho en España como si fuera algo ajeno a él, cuando gestionó, en tanto que director General de Planificación y responsable de la gestión de Fondos Estructurales, más de 3.000 millones de € anuales de los fondos de la Unión Europea. ¿No firmó Molinas ningún expediente por el que los dineros europeos financiaban el 50% de aeropuertos innecesarios o vías de alta velocidad sobredimensionadas hasta el infinito? Y en Bruselas ¿qué funcionario, que Consejo de Ministros, aprobaba esos fondos? ¿Quiénes se opusieron? ¿Qué lobbies alemanes, franceses, holandeses los propiciaban porque incluían pedidos a sus fábricas?” (Subrayas y negrillas agregadas)
Es tan acertada la asignación de las mayores responsabilidades que me siento tentado a reproducir todo el artículo, de modo que recomiendo que se lo lea completo todo aquel que desee entender el mundo en que vive, las fuerzas que lo están acabando y los agentes de semejante perversidad.
Quizás se anime a intervenir directamente en los asuntos que le inquieten, sin pedir permiso ni subyugársele a nadie, por idóneo representante que éste se sienta, ya sea del poder temporal o del espiritual.
Así sí habrá esperanzas de que los venzamos. Pero el tiempo corre y la decisión es cada vez más urgente y definitiva. Sin fanatismos ni mesianismos, es claro que el fin se acerca, acelerado por los sicópatas empeñados en acabar con todo.
ANEXO
Anexo “Ciudadanía, clase política y otras élites” por Ignacio Muro

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