martes, 4 de junio de 2013

Caso CAEN Anuncio de desenlace


Pedro Cateriano, ministro de Defensa. Decisión sobre el CAEN
 
Por Gustavo Gorriti.-

El esperpéntico caso del CAEN –con su juego de sillas y poderes, doctorados en los que el postulante es a la vez jurado, literaturas que demuestran que la huachafería está tan activa en el más allá como en el más acá, amotinamiento dentro de la institución  e insubordinación frente al ministro y viceministro de Defensa–, parece encaminarse a un pronto desenlace.

El lunes 3 por la noche, el ministro de Defensa Pedro Cateriano, recién llegado de Europa, declaró por teléfono a IDL-R que “la solución al problema ya está tomada” pero se negó a describir los detalles de dicha solución.

En un tono sin duda diferente que el que usa en sus conversaciones protocolares con personalidades visitantes o visitadas, Cateriano dijo que la solución se conocerá con inalterable formalidad administrativa. “Es una norma que estoy planteando. Esto es lo que te puedo adelantar”, declaró el ministro.

¿Un adelanto quizá? No, fue la respuesta. La decisión “se dará a conocer en uno o dos días a lo máximo” (es decir, el miércoles 5 o jueves 6 de junio), y se conocerá a través de la publicación en el Diario Oficial El Peruano.

Pero Cateriano tenía algo importante que añadir. Por lo complejo y vasto de la responsabilidad ministerial, “yo tengo que delegar y delego muchas tareas… pero cuando no se soluciona el problema y tengo que intervenir, lo hago”.

De manera, reiteró y concluyó Cateriano, que “la solución al problema ya está tomada. La decisión la tomé yo. La responsabilidad política la asumo yo. Es lo que te puedo decir”.

Este periodista hubiera querido preguntar un poco más… si es que, por ejemplo, sentía acidez en el ministerio, o no; y si la “responsabilidad política” explícitamente asumida iba a tener o no algún efecto sobre la estabilidad laboral del ministro, pero Cateriano no estaba en ánimo de conversación.

Visita de viceministro

Hubo, sin embargo, reacciones previas del ministerio de Defensa al reportaje que IDL-R publicó el martes 28 de mayo.

El jueves 30 de mayo, el viceministro de Políticas de la Defensa, Mario Sánchez Debernardi, llegó al CAEN y, de acuerdo con lo que ha podido saber IDL-R, se entrevistó con Luis Piscoya, el asediado director general de esa institución.

Viceministro de Políticas de la Defensa, Mario Sánchez Debernardi. (Foto: Tvwfdc).
 
El viceministro dijo que, había hablado por teléfono con el ministro Cateriano (quien estaba en Europa en esa fecha) y recibido un encargo de este:

Le pedía a Piscoya poner su cargo a disposición del ministro, por haber ‘llamado a la prensa’ y vulnerado un ‘pacto de caballeros’ de manejar confidencialmente el tema.

La publicación de IDL-Reporteros había afectado la ‘imagen’ institucional, según dijo el viceministro,  y por eso se pedía la puesta a disposición del cargo (es decir, la renuncia en otros términos), de Piscoya.

¿Qué habría después de eso? En reuniones anteriores, Sánchez Debernardi le había pedido el CV a Piscoya, para “seguir contando con su aporte” (lo cual revelaba entonces la disposición de capitular frente al autor de Bába Funké, Álex Robertson). Pero, dijo el jueves 30 el viceministro, la situación ahora “era complicada”.

Trascendió también que Sánchez Debernardi pidió luego la renuncia de Álex Robertson y del grupo que lo secunda. Piscoya, por su parte, dijo que respondería directamente al ministro, por escrito.

IDL-R se ha enterado que el veterano catedrático de Filosofía remitió una carta a Cateriano el lunes 3 de junio, en la que se niega a renunciar. Piscoya reclama que su decisión de no ceder frente a los amotinados, dirigidos por Robertson, fue la legal y correcta y por lo tanto no hay lugar a renuncia y menos a castigo.

IDL-R intentó contactar a Sánchez Debernardi, pero este no respondió sus teléfonos. Luego, la corta entrevista con el ministro Cateriano sugirió algunas de las razones por las que mantuvo el teléfono colgado.

En todo caso, el affaire del CAEN, mantenido en un corrosivo limbo por tres meses, se decidirá en cuestión de horas. Hasta hoy, la principal fuerza con la que contaba Álex Robertson, el ex coronel de Intendencia que defenestró a Piscoya, no era el patrocinio sobrenatural de Bába Funké y sus “partituras mentales” sino la fuerza directa, la influencia no formal pero muy sustantiva, de su compañero de promoción y amigo, el coronel (r) Adrián Villafuerte, popularmente conocido como “Ácido”.
Coronel EP (r) Adrián Villafuerte Macha, asesor del presidente Ollanta Humala. (Foto: USI).

Gracias a esa influencia, Robertson pudo desafiar las directivas del viceministro Sánchez Debernardi sin que este hiciera otra cosa que declarar su impotencia.

Ahora, la decisión de Cateriano, afecta sin duda la correlación previa de fuerzas. Y ello no puede suceder sin el conocimiento y la aprobación del presidente Ollanta Humala.

Ese parece ser el caso.

Según una fuente con conocimiento preciso del tema y cercana a Palacio de Gobierno, el presidente Humala “ha tomado nota del asunto, está preocupado y le ha encargado al ministro de Defensa la resolución del tema”. Ello porque, según dijo la fuente, “es inaceptable este espectáculo [y porque el asunto] no da para más”.

El desenlace está en camino. Luego, es muy probable que se deriven otras consecuencias de ese hecho, que IDL-R buscará informar con precisión♦

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