sábado, 7 de septiembre de 2013

CAIRO + 20: Crecer para igualar, igualar para Crecer


Olenka Ochoa
Red Iberoamericana por la Igualdad Presupuestal (sede en México)
Huairou Commission , Agosto 2013

Vientos fuertes y gélidos provenientes de la rambla que rodea el Rio de la Plata suelen contener nuestro diario trajín por las calles de Montevideo. Otros vientos, más bien ligeros y renovadores han venido a refrescar este agosto, la agenda política y social latino-caribeña, desde este pequeño país oriental del Uruguay.

El “Consenso de Montevideo” aprobado el pasado 15, pretende instalarse en el escenario regional, como un parte-aguas, que sale a hacerle competencia al añejo “Consenso de Washington”, que ha hegemonizado el recetario de políticas económicas en las últimas décadas. Fueron 120 medidas aprobadas que intentan renovar pensamiento y práctica de Gobiernos, empresas, comunidades y ONU, todo ello en el marco de “Cairo + 20”, la Primera Reunión de la Conferencia Regional sobre Población y Desarrollo de América Latina y Caribe, todo bajo el liderazgo de CEPAL,

Arribamos con la delegación de la Red de Igualdad Presupuestal, liderada por Magdalena García (México) a este evento de CEPAL (Comisión Económica para América Latina y el Caribe-ONU) donde convergieron delegaciones oficiales, agencias ONU, organismos regionales, redes internacionales, y activistas de movimientos juveniles, indígenas, afro descendientes, mujeres; todos/as con el firme propósito de hacer un balance de lo logrado sobre la Plataforma de Acción aprobada en la Cumbre de 1994, y también mirar hacia adelante.

El veterano Pepe Mujica, Presidente del país anfitrión, se llevó las palmas del momento inaugural, y con su estilo pausado sedujo al público con su énfasis en la dignidad humana. Derechos básicos a la libertad, tiempo libre, la felicidad y a completar el proyecto de vida, fueron el reclamo del Presidente. La esencia del ser humano dista mucho de la visión minimalista que piensa a las personas solo en su rol de consumidor y productor, puntualizo el Presidente.

Alicia Bárcenas, fue otro de los personajes que dejo su sello personal en el conclave. Mexicana de pura cepa, bióloga, hoy Secretaria Ejecutivo de CEPAL, puso el acento en la paradoja de nuestra región que sigue creciendo en términos macroeconómicos, pero que mantiene una deuda social inmensa. Subsisten desigualdades que hacen inocua la estrategia tradicional de lucha contra la pobreza. La salida a esta encrucijada, apuntaló Bárcenas, necesita de una apuesta regional por el cambio, reconociendo la vinculación intrínseca entre la dinámica económica y la social, y la urgencia de repensar el modelo económico, con sus esquemas de producción y consumo que le subyacen.

Por su parte, el nigeriano Babatunde Osotimehin, actual Director Ejecutivo del Fondo de Población de ONU, en medio de una agenda intensa, resaltó las mejoras en el acceso a la salud y educación, la baja de la mortalidad materna, como avances significativos en las dos última décadas. Pero también puso el acento en que en América Latina y Caribe, hay mucha gente que ha quedado excluida del boom económico; que junto a la violencia social, la epidemia de embarazo adolescente, el derecho a la salud reproductiva de las mujeres, son parte de la agenda pendiente. Ostimehin apeló a la “pasión” de la gente de esta parte del continente, para augurar grandes avances en materia de población. Un dato importante a rescatar, es que el UNFPA ha invertido en nuestra región, 445 millones de dólares ( 2008 –2012 ), con aportes de Suecia, Noruega, Canadá, España, UK, USA, España y Japón, entre otros cooperaciones oficiales, así como el aporte de los propios gobiernos Nacionales.

En general, durante el evento se hizo hincapié en el buen momento que está viviendo América Latina y Caribe en términos económicos, además de la vigencia (aunque con altibajos) de la Democracia. A ello le agregaron que Brasil se ha integrado al BRICS, el grupo élite de nuevas potencias. Sin embargo, se sostuvo el buen momento económico no ha garantizado en todos los países, la expansión y calidad de servicios básicos, tampoco educación y empleo para los más jóvenes, y en paralelo se ha visto incrementarse el feminicidio, la violencia urbana, y el narcotráfico. La desigualdad y la inseguridad siguen colocando a la región, en un penoso primer lugar de estos dos flagelos, a nivel mundial.

Se mencionaron datos relevantes como que en A. Latina el 20% de los y las jóvenes, no estudia, tampoco trabaja. Los “NINI” como los llaman a México (en alusión a que la juventud que “ni estudia, ni trabaja”), son una realidad lacerante en nuestra región, pues los empuja a conductas de riesgo, y los convierte en una generación de “no futuro”. Asimismo un 9% de niñas y adolescentes son madres en la zona urbana, y esta cifra crece a 13% en la zona rural. El embarazo y maternidad precoz, se agrava si la mujer es menor de 14 años convirtiendo la maternidad en un riesgo alto de mortalidad. Mientras que el analfabetismo femenino alcanza por lo menos a 22 millones de mujeres.

La desigualdad se insistió en Cairo + 20, tiene diversas expresiones muchas de ellas de cariz estructural. La desigualdad por ingresos económicos, por razones étnicos-raciales, por idioma, por religión, y por género. A ello se le sumó la desigualdad territorial, como asunto clave a incorporar en los diagnósticos y las políticas gubernamentales. En este punto, se sostuvo que la urbanización ha permitido la cercanía de la población a los servicios de educación y salud, problemática permanente que padecen las poblaciones rurales, dispersas y en zonas de difícil acceso. El trabajo infantil, es otra de las situaciones insostenibles social y éticamente.

A partir de ello, se fueron vislumbrando prioridades para Gobiernos en el corto plazo. Una que tuvo el mayor respaldo, es garantizar a los y las jóvenes, un “primer empleo digno”. Y así se pueda evitar que este sector al terminar la escuela pase a formar parte del ejército de nuevos pobres. Asimismo, otra urgencia es el enfrentamiento del trabajo infantil en condiciones extremas. En este tema, Ecuador mostro un logro destacable, ha erradicado el trabajo infantil que se realizaba en basurales y minas. La educación también es otra de las prioridades. Como replantear ésta, para que la ciencia y tecnología, se acerquen a los niños/as desde la escuela, junto con el arte y la estética. Una escuela con una apertura a las diferentes expresiones e identidades generacionales. Una buena práctica mencionada, es que Finlandia aun con toda su crisis, invierte cinco veces más en cada estudiante, en comparación con América Latina. Otro tema central en la agenda, es la salud y nutrición infantil que aún sigue siendo un cuello de botella sobre todo para las comunidades indígenas, afro-descendientes y en extrema pobreza. Allí, se destacó que Bolivia está liderando la lucha contra la desnutrición infantil, en la región.

En Cairo + 20, se posiciono el enfoque de “uso intensivo de los servicios”, que implica por ejemplo, una estrategia de itinerancia que acerque la oferta de servicios a personas y familias de escasos recursos y con otro tipo de obstáculos para acceder. Igual, con el enfoque de “Transparencia y Rendición de Cuentas”. Como ejemplo, en Uruguay se ha institucionalizado que cada 08 de marzo el Gobierno rinda cuentas en materia de inversión en género y mujeres. El UNFPA enfatizó la relevancia del “bono demográfico”, pues la experiencia muestra que la pobreza se muestra a la baja, si se sabe aprovechar los “bonos” infantil (estancamiento o reducción de los nacimiento y de la población infantil), el de género (en especial oportunidades educativas y laborales con fecundidad decreciente e información sobre salud reproductiva) el clásico (por menor relación de dependencia económica).

El “Consenso de Montevideo” aprobado al finalizar el evento, contiene 120 acciones en base a ocho ejes críticos de la plataforma de Población y Desarrollo. En infancia y juventud, se destaca la inversión para erradicar la pobreza, la violencia y la discriminación, focalizándose en educación y salud. En Tercera Edad y Envejecimiento (un tema relativamente nuevo en la agenda global), se hacen necesarios enfoques, políticas y programas que aseguren la protección de este sector que crece rápidamente en la región. En salud y derechos sexuales y reproductivos, es urgente revisar leyes, regulaciones y prácticas institucionales que restringen el acceso a los servicios. En cuanto a mujer y género, se resalto la atención a la violencia, el trabajo doméstico y el cuidado no remunerado. Referido a la migración internacional, se insistió en la protección y el acceso a la seguridad social para los/as migrantes. Respecto al eje Desigualdad Territorial, Movilidad Espacial y Vulnerabilidad Ambiental, se debe promover planes de gestión urbana y planificar el desarrollo territorial con perspectiva de derechos humanos y de género. En el sétimo eje prioritario vinculado a Pueblos Indígenas, Interculturalidad y Derechos, el consenso giró en torno a garantizar el cumplimiento de los compromisos ONU y del Convenio 169 de la OIT, proteger los territorios indígenas, evitar su desplazamiento forzado, y promover sus derechos a decidir libres e informados sobre los problemas e iniciativas que los puedan afectar. Sobre el eje de Población Afro-descendiente, Racismo y Discriminación, se planteó enfrentar la práctica de exclusión cotidiana especialmente contra mujeres y los más jóvenes.

Uruguay mas allá de ser país anfitrión de Cairo + 20, atrajo las miradas de tirios y troyanos, cuando le toco presentar sus avances y perspectivas. Propuestas que están convirtiendo a este país de poco más de 3 millones de habitantes, en una estrella del firmamento latinoamericano. Una preocupación central por impulsar políticas sociales, para incluir a sectores históricamente marginados, democratizar la ciencia y tecnología, garantizar una educación de calidad, gratuita y obligatoria a partir de los 4 años de edad, un porcentaje de pobreza por debajo del 13%, y un 8,6 como tasa de mortalidad infantil, de las más bajas de la región, son parte de sus logros. Pero además su acción gubernamental está intentando recorrer una ruta distinta de las recetas económicas que generan mucho dinero y mucha desigualdad. Además, Uruguay muestra un estilo de vida que tiende a la sobriedad.

Esta combinación de simpleza y calidez, que parece parte del gen uruguayo, empieza desde el Presidente. La forma de vida de Mujica resulta siendo un gesto político invalorable, en esta región acostumbrada a los políticos que se vuelven ricos en el poder. El buen talante y las buenas maneras del Presidente, son más sorprendentes, si recordamos los 12 años que paso en prisión como parte del selecto grupo de “los 9 rehenes”, que la Dictadura de entonces eligió para hacer de su cautiverio, un martirio; y que le significó por ejemplo pasar dos años confinado en un pozo. El viejo y respetable Mujica, cual ave fénix, salió de las catacumbas a gobernar, en una trayectoria vital que resulta muy similar a la de Mandela en Sudáfrica. Otro de los personajes con similar aptitud, es el Canciller Uruguayo, ecologista por vocación, demócrata por opción, joven y a quién muchos ven presidenciable; que hizo un “dúo dinámico” con su Presidente. Azares del destino, en los días del evento, nos enterábamos del fallecimiento del correcto Comisario Otero, mítico ex jefe de Inteligencia de la Policía en los años 60, que lideró con pulcritud la estrategia contra el Movimiento Tupamaro, su perspicacia en los interrogatorios y absoluto acatamiento a las reglas de detención le granjeó el respeto de líderes de derechas e izquierdas enfrentadas, pero además le permitió vencer al MLN-T, aun antes que se consolidara la Dictadura.

Nos despedimos de Cairo + 20, recordando una frase de Alicia Bárcenas de CEPAL, que resume con brillantez el ideario del evento “crecer para igualar, igualar para crecer”. Esa quizá sea la clave social y económica para que el Desarrollo se quede por fin, en nuestra América.

Olenka Ochoa
Red Iberoamericana por la Igualdad Presupuestal (sede en México)
Huairou Commission
Agosto 2013

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