sábado, 16 de noviembre de 2013

¿Agente de quién es López?


Las dimensiones reales del escándalo López Meneses, el operador montesinista, apenas se conocen. Ayer, el almirante José Cueto, jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, pulverizó la coartada policial que afirma que el dispositivo de seguridad que resguardaba la casa del operador había sido solicitado por Cueto. “Salazar dice que yo pedí seguridad en diciembre del 2012”, ha explicado Cueto. Pero el dispositivo del escándalo se instaló en mayo de ese año.

López vive en Surco; el almirante, en San Borja. Hay, pues, una disparidad de lugar y fecha.

Otro hecho grave contra la versión de Salazar es que en ningún momento la Policía comprobó que en la casa super protegida viviera el jefe del Comando Conjunto. 

En el proceso han surgido estas y otras incógnitas e interrogantes. Nos asalta la preocupación sobre los fines de un resguardo tan espectacular frente a la casa de López. ¿Qué había allí que requiriera una protección tan poderosa?

Se han insinuado lazos entre Adrián Villafuerte, asesor del presidente Ollanta Humala, y López. El primero niega toda relación con López, y sostiene que ni lo conoce. Esto es muy difícil de creer.

Óscar López era, en la época de Fujimori, yerno del general Víctor Malca, del círculo más íntimo del montesinismo, y era conocido como especialista en interceptación de comunicaciones. A su vez, Villafuerte fue edecán del general montesinista César Saucedo. Sin duda que ambos han estado reunidos en más de una ocasión. Por ejemplo cuando se firmó el Acta de Sujeción a Montesinos, en la que jefes y oficiales militares se comprometieron a oponerse a cualquier investigación sobre violaciones a los derechos humanos. 

Esos vínculos no pueden ser negados. Y por eso mismo hacen nacer la sospecha de que en las instalaciones insólitamente protegidas se situaba algo más que la casa de López. 

¿Es ese un centro ilegal de espionaje? De ser eso, surgiría otra pregunta. Si no era un órgano del gobierno ni de ningún instituto militar, ¿a quién servía? ¿Tal vez a servicios secretos extranjeros? 

El ministro del Interior, Wilfredo Pedraza, tuvo el acierto de defenestrar a varios jefes policiales comprometidos. En la misma lógica, ha puesto su cargo a disposición del presidente Humala. Un acierto después de tanto fracaso.

No hay comentarios:

Publicar un comentario