sábado, 3 de enero de 2015

Marino Alvarado y José Gregorio Guarenas: “En Venezuela hay grupos armados paramilitares que participan en el control del orden público”

Ideele Revista Nº 246
Patricia Wiesse Directora de la Revista Ideele
Gerardo Saravia Editor de la Revista Ideele

Para el gobierno venezolano, ser defensor de derechos humanos es sinónimo de agente de la CIA. Mientras tanto, el escenario no puede estar más convulsionado: ejecuciones extrajudiciales, torturas, desapariciones forzadas, sobre todo de delincuentes. Derechos civiles y políticos restringidos. No quisiéramos estar en el pellejo de Marino Alvarado de PROVEA y José Gregorio Guarenas de la Vicaría de Caracas, después de enterarnos que ya son 72 los defensores de derechos humanos que han sido asesinados.

¿Cuánto duró la luna de miel de las organizaciones de derechos humanos y el chavismo?

MA: Inicialmente el discurso y la práctica en derechos humanos de Chávez fue bastante progresista. Admitió que había que mejorar la situación y que jurídicamente se necesita una solidez institucional. Cuando convocó al proceso constituyente, las 18 organizaciones que estábamos en el Foro por la Vida participamos y tuvimos una incidencia importante. El resultado fue una nueva Constitución con un catálogo de derechos humanos bastante progresista en comparación a la anterior.

JGG: Nos reunimos con el Presidente en el primer trimestre del año 1999 y él se comprometió a trabajar con nosotros. Le plateamos que continúe el avance del presidente Caldera, cuyo gobierno había empezado a trabajar un Plan Nacional de Derechos Humanos. Lo que pasó es que ese plan quedó suspendido porque en la última reunión con Caldera le planteamos que se invitara a los candidatos que tuvieran opción de ganar las elecciones, y él no quiso invitar a Chávez.

Tenemos entendido que la tirantez en la relación con el presidente Chávez se produce por una denuncia ante la Corte Interamericana. También porque se atrevieron a cuestionar a las Fuerzas Armadas.

MA: Casi todo el año 1999 hubo una relación buena. El primer incidente se da cuando ocurre un desastre natural: unas lluvias que causaron 25 muertes. Chávez ordenó a las Fuerzas Armadas que intervengan. Entonces se produjeron saqueos que terminaron en una fuerte represión y en desapariciones forzadas. Esta primera denuncia causó el encontronazo con Chávez, quien dijo en cadena nacional que estábamos desprestigiando a las Fuerzas Armadas.

JGG: Y finalmente tuvimos razón porque el caso Blanco, Romero y otros fue elevado a la Corte Interamericana. Demostramos las desapariciones de esas tres personas. El Estado fue condenado por la desaparición forzada de tres personas, y tuvo que reconocerlo. Chávez llegó a visitar a una de las familias.

¿Esta relación conflictiva se atenúa luego del golpe de estado de 2002?

MA: No, porque a pesar de que las organizaciones de derechos humanos condenamos el golpe, el gobierno nos calificó de golpistas, al igual que a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Ese proceso termina con el retiro del gobierno de la competencia de la Corte Interamericana. A partir de allí fueron descalificando todas las denuncias que nosotros hacíamos.

Al principio de su gobierno, Chávez aparecía como el abanderado de los derechos sociales y económicos. ¿Qué avances hubo en esos terrenos, y si ello favoreció a la democracia?

MA: Sí hubo aspectos positivos. Lo fundamental fue la reducción de la pobreza. Cuando Chávez muere estaba en 21 puntos, y esa cifra se mantuvo hasta el 2012. También en educación se produjo una inclusión importante. La mayor en el sector universitario en el que las matrículas crecieron en 226%. Somos el cuarto país en el mundo con más matrículas universitarias. Además, bajó el analfabetismo, aunque no se ha erradicado. A pesar de los avances, todavía hay casi un millón de niños adolescentes fuera del sistema escolar. Con respecto a la democracia directa de la que se jactan, ella no existe. Lo que hay es un discurso que reivindica a los sectores populares. Eso ha hecho que la gente sea más consciente de sus derechos y proteste más.

¿Entonces con Maduro el crecimiento económico se ha estancado?

JGG: En el año 2013 la pobreza aumentó. Pasó de 21 a 27. Ahora tenemos10 millones de personas pobres. No se entiende cómo puede estar así un país con esa producción petrolera y que, además, ha aumentado la recaudación fiscal. El gobierno tiene 36 misiones que es como les llaman a los programas sociales. Pero la pobreza aumentó el 2013 porque esas misiones han decaído. Por ejemplo, Barrios Adentro que contaba con los médicos cubanos tuvo una mala gestión pública, y algunos de esos médicos se fueron. Maduro ha declarado que los hospitales públicos son una vergüenza para la revolución.

MA: La inflación para este año está proyectada en 80%. Hay un estancamiento en materia de empleo. Por si acaso, estas son cifras oficiales del Instituto Nacional de Estadística. Nicolás Maduro está administrando lo que le dejó Chávez como desastre económico y social. Nosotros decimos: “El gobierno de Chávez es uno de exclusión política y de inclusión social, pero el de Maduro es de exclusión política y social”.

Hay una fuerte represión del movimiento social.

JGG: La represión de mayo y junio dejó un saldo de 42 personas fallecidas. Hay que aclarar que no todas fueron víctimas del Estado. Unas murieron por la actuación de los colectivos o de opositores que dispararon a la fuerza pública.

Algo que llama mucho la atención es el nivel de inseguridad ciudadana. Nos llegan constantemente noticias al respecto.

MA: Hay que decir que la policía realizaba ejecuciones policiales antes de Chávez, pero eso se mantuvo durante su gobierno. Algo sumamente preocupante es la situación carcelaria. El presidente Chávez recibió un sistema bastante violento, pero en los 15 años que gobernó, la situación de violencia en las cárceles se incrementó al doble. El hacinamiento ahora es mucho mayor. El año pasado hubo 500 homicidios de presos a raíz de hechos violentos. En el primer semestre de este año han muerto 163.

¿Hubo una reforma policial?

JGG: Sí, en el 2006. Apoyamos ese proceso, pero no logró bajar las ejecuciones. Antes de Chávez había entre 300 a 400 ejecuciones policiales al año. Ese promedio se mantuvo. Pero las cifras oficiales del Ministerio Público son incluso mayores: se refieren a 1000 ejecuciones por año. Además de las torturas. A esa práctica se le llama “limpieza social”.
Una práctica común en otros países de Sudamérica como Brasil.

MA: Esa situación tuvo su punto crítico hace un mes cuando el cuerpo policial asesinó a 5 integrantes de un colectivo político afín al gobierno, el Movimiento 5 de marzo. Eso obligó a José Vicente Rangel, que es un alto dirigente del chavismo, a denunciar el hecho públicamente. Ello ha motivado que se promulgue una ley para la transformación revolucionaria de la policía, que en la práctica es una segunda reforma.

A Chávez ya se le había escapado de las manos el control de la seguridad. No pudo bajar los índices de violencia.

MA: Cuando el presidente Chávez llegó al poder teníamos 8 mil homicidios al año, y cuando muere la cifra oficial estaba en 16 mil. La que maneja PROVEA es de 19 mil al año. La situación llegó a tales niveles que Caracas es la segunda ciudad más peligrosa del mundo. Hay ejecuciones, tortura y desapariciones forzadas no políticas sino de delincuentes. En el año 2013 hubo 14.

La imagen de un gobierno que ni siquiera puede controlar sus instituciones no calza con imagen de un gobierno autoritario que maneja todas las instancias de poder.

MA: Por si acaso, es necesario aclarar que no estamos ante un gobierno dictatorial. Es un gobierno con prácticas autoritarias, en un creciente proceso de militarización de la gestión pública y de la sociedad venezolana. En este momento el presidente Maduro tiene en su gabinete nueve ministros que son militares. Casi todas las empresas del Estado están manejadas por militares activos o retirados. De las 24 gobernaciones, 14 están dirigidas por militares retirados afines al chavismo. Las políticas de seguridad ciudadana están militarizadas. El combate de la inseguridad lo ha asumido principalmente las FFAA y,de manera accesoria, la policía.

JGG: Definitivamente hay una militarización de la sociedad. Lo último que ha ocurrido es la formación de la milicia obrera. En el Fuerte Tiuna han sido entrenados 1000 trabajadores en el uso de armas, y ellos integrarán las primeras milicias. Vinieron de distintos lugares del país. Les dieron entrenamiento militar, pero no armas. Ellos tienen una responsabilidad que está establecida en la Ley de las Fuerzas Armadas. Deben responder frente al enemigo interno y externo.

¿Enemigo interno? Ni que hubiera grupos terroristas.

JGG: Para ellos el enemigo interno es la disidencia, la protesta social. Frente a una huelga estas milicias son esquiroles. Ya lo hicieron en una huelga de la empresa Ferrominera.

El gobierno tiene un estilo muy confrontacional, además de muy militarizado.

MA: Es un discurso permanente de guerra. Forman “misiones”, “batallones”. Hay un lenguaje de la guerra. Nosotros aspirábamos a que, siendo Maduro un civil y sindicalista, este proceso que dejó Chávez disminuyera. Pero ha sido al revés. Con Maduro se ha militarizado más la sociedad venezolana y la gestión pública. Políticamente, comparte el poder con los militares. El presidente de la asamblea militar es Diosdado Cabello que es militar. Llegamos a tener como magistrado de la Sala Penal de la justicia común a un general en actividad que se retiró 20 días después de haber juramentado.

JGG: Tenemos mucha preocupación por esta participación de grupos armados en el control del orden público. En las últimas manifestaciones se vio a grupos de civiles armados que ya venían de la época de Chávez.

¿Estos tienen su origen en los círculos bolivarianos?

MA: Estos grupos colectivos dan el triunfo a Chávez en la última elección y también a Maduro. Ellos tienen un poder y lo saben. Siempre hay que aclarar que hacemos la diferencia entre los colectivos que realizan un trabajo social y los grupos paramilitares.

JGG: Exactamente. Hay que distinguir que dentro de ellos hay grupos que surgieron para hacer una labor social y otros que son armados con aquiescencia del Estado. Lo que pasa es que antes Chávez garantizaba la gobernabilidad; en cambio en este momento hay un enorme problema de gobernabilidad y de liderazgo. El ex ministro Rodríguez Torres, un militar que era el encargado del Ministerio de Justicia y Paz, junto con la Policía Científica, que es la que hace las investigaciones en los casos criminales, detuvieron y mataron a cinco miembros de uno de estos colectivos chavistas llamado Cinco de Marzo. Ellos tienen tanto poder que solicitaron la destitución del ministro–que nos parece que es lo correcto - pero a lo que voy es que Maduro les hizo caso y lo destituyó.

Puede ocurrir algo así como “cría cuervos y te sacarán los ojos”.

JGG: Sí, sobre todo porque esto está fuera de control. Hay una ley de desarme que finalmente termina desarmando a los que tienen porte lícito de armas. Este grupo salió a declarar que ellos no iban a hacerlo y que, más bien, se debía desarmar a los delincuentes.

¿Existen leyes que criminalizan la protesta?

MA: En Venezuela opera la doctrina de seguridad nacional, tal como la tuvimos en el Cono Sur. Se ha creado un marco jurídico para combatir al enemigo interno. Acaba de ser reformada la ley antiterrorista, que ya se ha comenzado a aplicar a los manifestantes. Las personas son detenidas en las protestas. Si atacan a las instituciones del Estado son consideradas terroristas. Ya ocurrió que en el estado de Lara hicieron una manifestación y el gobierno dijo que asediaron a una institución del Estado.

JGG: Y esta ley se puede aplicar a las organizaciones no gubernamentales, porque uno de sus artículos habla de las organizaciones que son financiadas con fines de terrorismo o para desestabilizar al Estado. Nosotros que somos acusados de ser brazo de la CIA, en algún momento podemos ser acusados de haber recibido financiamiento del gobierno norteamericano para ello.

La descalificación en contra de ustedes es permanente. Se criminaliza su trabajo. ¿Hay defensores que han sido asesinados?

JGG: Sí, ha habido ejecuciones de defensores de derechos humanos. Hicimos un primer informe en el 2007 y había 72 ejecutados. En esta cifra incluimos a varios trabajadores sindicales y campesinos. Acabamos de publicar el Informe sobre la Tortura en Venezuela, y ya hay una descalificación de las autoridades. Los patrones de ataque están vinculados a la presentación de los informes en los ámbitos internacionales y cuando acudimos ante estos organismos.

¿No los dejan asistir a esos eventos internacionales?

JGG: Vamos pero luego nos descalifican. PROVEA ha sido objeto de ataques enormes por medio de campañas.

MA: Por ejemplo, el dirigente sindical, Rubén Gonzáles, estuvo como un año y medio en la cárcel por dirigir una huelga. Fue condenado a 7 años de cárcel, pero por la presión del movimiento sindical la sala penal tuvo que anular la sentencia. Es un hecho que los derechos civiles y políticos están restringidos.

¿Cómo ven la cohesión y la fuerza del chavismo?

JGG: Es importante que hagan un seguimiento porque el chavismo ha comenzado a desmembrarse. Está conformado por corrientes muy diversas que empiezan a tener fisuras. Ya hay sectores críticos del chavismo como Marea Socialista que maneja la página WEB Aporrea. Trataron de expulsarlos en el congreso del Partido Socialista Unido de Venezuela y no pudieron. Ahora sus dirigentes son acusados de ser agentes de la CIA, desestabilizadores. Los colectivos también se han fraccionado a raíz del caso que les hemos mencionado de los miembros del colectivo que fueron asesinados. Cinco de Marzo y otros 11 colectivos tienen un discurso radical en contra de Maduro. Uno de ellos le dio un ultimátum a Cabello para que renuncie.

¿Mientras tanto, cómo se articula la oposición?

JGG: Yo veo un problema de liderazgo en el gobierno y también en la oposición. Eso es grave porque escapa de las manos. Es un descontrol.

MA: Pero me parece que la oposición se ha recuperado bastante. Basta con el hecho de que casi haya ganado. Hay un estudio sobre las cifras del Consejo Nacional Electoral que demuestra cómo el chavismo ha ido perdiendo fuerza en los sectores populares. Presenta las cifras de la votación obtenida por el chavismo en las diferentes elecciones en zonas como Catia, Valle, San Agustín del Sur y Cementerio. Y queda claro que en las últimas elecciones que ganó Chávez, la oposición se fue recuperando en zonas emblemáticas del chavismo. Por ejemplo, en la zona 23 de Enero, la oposición pasó del 22% al 43%. No se puede afirmar en este momento que los pobres estén con el chavismo. También están con la oposición. La zona de Petares, que es la más popular de América Latina, tiene un alcalde de oposición. En términos electorales, en el Parlamento, a pesar de que el chavismo tiene más parlamentarios, la votación fue casi pareja, solo que hicieron una reforma a la ley que les permitió tener casi 30% más de diputados.

La oposición venezolana es absolutamente variopinta.

MA: Hay desde grupos muy radicales de izquierda que votan por Capriles, hasta grupos muy radicales de derecha que también votan por él. Los primeros son grupos de izquierda que no creen que en Venezuela haya una revolución. Bandera Roja, que participó en la lucha armada, apoya a Capriles. ElMAS, el partido que históricamente era de José Vicente Rangel, apoya a Capriles. La Causa R, que surgió del movimiento obrero y que casi gana la elección en los 80, lo apoya.

Es claro que no toda la izquierda está de lado del chavismo.

MA: Parte de la izquierda histórica apoya a Maduro y apoya a Capriles. Los ex guerrilleros están divididos. No es que la derecha apoya a Capriles y la izquierda a Maduro. No es así. Hay sectores de extrema derecha en el gobierno de Chávez que están todavía con Maduro.

Se parece al peronismo.

MA: Exactamente. El chavismo se parece mucho al peronismo. Tienes gente de extrema izquierda y de extrema derecha.

Sobre los matices de independencia en las instituciones. ¿En el Poder Judicial y en el Ministerio Público está todo controlado?

JGG: Les respondo con ejemplos: El penúltimo defensor del pueblo es embajador del gobierno, la defensora actual era diputada del partido del Gobierno, el fiscal anterior había sido vicepresidente, la actual presidenta del Tribunal Supremo de Justicia fue la Procuradora de la República nombrada por Chávez. Esto da una noción de la poca independencia de los poderes. En las exequias de Chávez la presidenta del Tribunal Electoral andaba con una solapa que identificaba al chavismo.

El gobierno tiene un discurso muy duro contra el imperialismo y los poderes económicos. ¿Y cómo es él?¿Se está repitiendo un modelo en el que hay un grupo que se está beneficiando?

MA: La política económica que desarrolló el presidente Chávez, y que continúa Maduro, mezcla el neoliberalismo con las políticas tradicionales que aplicó la ex Unión Soviética. Las políticas desarrollistas están acentuadas en Venezuela. Se ve el desarrollo ligado a las industrias extractivas. También hay una política de promoción del consumo. El gobierno está al lado de empresas chinas que producen celulares y blackberrys. Hay un control del Estado en muchas áreas económicas. Se parece al gobierno de Carlos Andrés Pérez. Controlan hoteles, empresas de helados, empresas metalúrgicas, de cemento, ferreterías que han expropiado, y casi todas estas empresas están quebradas. A eso se suma que hay un despilfarro: se han perdido, se han evaporado 25 mil millones de dólares. Esto lo ha reconocido el Ministro de Finanzas, y no se ha investigado.

¿Hay problemas medioambientales?

MA: Tremendos. Petróleos de Venezuela genera una contaminación enorme. Hemos hecho una investigación sobre los desastres ecológicos que produce esa empresa.

¿Existe la boliburguesía?

MA: Existe. Esa expresión no salió de la oposición sino el propio chavismo. Hay un economista, Víctor Álvarez, que fue ministro de Chávez, que ha publicado un libro que se llama Los desvíos de la economía bolivariana. En él demuestra cómo la política de Chávez es neo liberal, y lo prueba con datos oficiales. Álvarez reconoce cómo un sector del chavismo se ha beneficiado de políticas privilegiadas del gobierno en el área agrícola, industrial, y en las exportaciones. Se creó una burguesía emergente a la sombra del gobierno de Chávez. Él muestra cómo el sector financiero es el que más se ha beneficiado de las políticas bolivarianas. Hace una comparación sobre cuánto ganaban los bancos en la llamada Cuarta República y cuánto en la Quinta República. Ese es el típico resultado de una política neoliberal. Los mismos resultados del gobierno de Alan García.

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