LAS FALACIAS DE LA MINISTRA DEL MEM

EL LOTE 192 PARA PETROPERÚ AL 100 %

ESCRIBE: JORGE MANCO ZACONETTI (Investigador UNMSM)

En verdad, existe una campaña infame que pretende justificar lo injustificable en lo referente al futuro del lote 192 antes denominado lote 1-AB que ha sido enajenado a la petrolera estatal, PetroPerú El agravante es que ha sido el propio Estado, a través de la agencia de contratos PerúPetro, en coordinación con el Ministerio de Energía y Minas, el que ha promovido un contrato especial que no existe en la Ley de hidrocarburos. Así, el sábado 29 de agosto pasado el gobierno ha  firmado un lesivo contrato temporal por dos años con la petrolera canadiense Pacific Rubiales que ahora se denomina Pacific Stratus Energy del Perú S.A.

Las autoridades del presente gobierno en especial el Presidente del Consejo de Ministros, Sr. Pedro Cateriano ex congresista del FREDEMO y la ministra del sector Dr. Rosa María Ortiz han afirmado en los últimos días en una millonaria campaña de prensa que PetroPerú está en la incapacidad de operar el lote 192 por “estrictas razones económicas, técnicas y legales” e incluso se concluye que la misma no cuenta con el personal calificado para operar el lote más importante del país con los mayores volúmenes de reservas probadas, probables, y posibles.

En principio se debe reconocer la pertinaz disminución de la producción en el lote 1-AB en especial desde el 2001 cuando las operaciones en el referido lote tienen un nuevo operador Pluspetrol Norte. Así, en el 2001 se producía 35,390 barriles diarios, para llegar a los 27,450 barriles, seguir cuesta bajo en el 2010 con 18,700 barriles, continuar cayendo en el 2014 para sumar a los 12,970 barriles, y en lo que va en el período enero/julio del  2015 arañar los 9,130 barriles. Ver cuadro “Pluspetrol Norte: Producción de Petróleo en el lote 1-AB”

Al respecto reconociendo la naturaleza de crudo pesado el cual se extrae de los pozos del lote 1-AB (Andoas), con una gravedad inferior a los 18º grados API de menor valor en relación al marcador WTI pero que económicamente generaba una alta rentabilidad a su operador. Ello se puede apreciar en el cuadro respectivo donde a pesar de la disminución de la producción, gracias a los altos precios del crudo a nivel internacional con niveles superiores a los US $ 90 dólares el barril determinaba generosas utilidades a Pluspetrol Norte en especial en el período 2006 al 2011, cuando las utilidades netas declaradas superan los 125 millones de dólares, para llegar a un máximo de 310 millones en el año 2008, como se puede apreciar en el cuadro “Resultados de Pluspetrol Norte S.A.”

Al respecto cabe interrogarse sobre las acciones que ha realizado PerúPetro para aliviar la crónica disminución de la producción de petróleo crudo. Debiera ser evidente que la producción se derrumba en razón que no se realizan las inversiones necesarias para extraer y descubrir nuevas reservas a pesar de la antigüedad de las operaciones en el referido lote que se remiten a los años setenta en la época del  gobierno de la Junta Militar de Gobierno, con el general Juan Velasco Alvarado.

Por tanto, se debe expresar que el lote 192 antes 1-AB constituye un lote rentable a pesar de su antigüedad, generoso con los privados pese a una menor producción, la misma que ha retrocedido a volúmenes menores a los 10 mil barriles diarios, y constituye una responsabilidad histórica del gobierno del Presidente Humala haber permitido llegar a esta situación límite donde se avalan contratos que no están reconocidos en la Ley de hidrocarburos Nº 26221 que solamente considera los contratos de servicios y de licencia por un período de 30 años cuando se trata de petróleo crudo.

En particular es grave la responsabilidad del presente gobierno con los  ministros del sector que desde el 2011 han sido testigos de la retracción de las inversiones, caída de la producción, la disminución del canon y sobrecanon petrolero. Y en lugar de asignar el lote 192 en negociación directa desde 2012 para PetroPerú en razón que el contrato del 1-AB finalizaba el 29 de agosto del 2015 luego de la renegociación del 2001, Perúpetro por presiones al más alto nivel prefirió asignar en negociación directa más de 205 millones de barriles de reservas probadas y probables a una empresa canadiense como Pacific Rubiales que tiene mayores pasivos (deudas) que activos que la respalden.

Se puede reconocer que al 2014 las reservas probadas son equivalentes a los 134.9 millones de barriles y las reservas probables son del orden de los 70.5 millones de barriles, ello significa que la probabilidad de ser económicamente explotables según precios y tecnología es del 90 por ciento (probadas) y de 50 por ciento para el caso de las reservas probables. Es decir, se están transfiriendo por dos años estas reservas que no extrañan riesgo exploratorio con una proyección de un posible contrato por 30 años donde evidentemente Pacific Stratus Energy del Perú tendrá ventajas.

Se debe recordar que la asignación directa de lotes y reservas probadas no resulta una novedad en PerúPetro, pues entre el 2003 y 2004 se entregaron mediante esta modalidad las reservas probadas del lote 56 (Pagoreni) con 2 trillones de pies cúbicos para favorecer el proyecto de exportación y más de 200 millones de barriles de condensados. ¿Quién se benefició de esta granjería? El Consorcio Camisea que tiene como operador hasta ahora a la empresa Pluspetrol S.A.

Es decir, el gobierno ha tenido el tiempo más que suficiente para una transferencia equilibrada de las instalaciones, reservorios, equipo, ductos, reservas a favor de la petrolera estatal si es que de verdad se aspiraba al fortalecimiento de PetroPerú con la integración vertical al 100 por ciento en el lote 1-AB y lote 64, pues está demostrada que constituye la forma eficiente y técnica de operar en el sector de hidrocarburos.

El capital físico del lote 1-AB que se está entregando gratuitamente a Pacific Stratus Energy fue valorizado en más de US $ 345 millones de dólares que las empresas petroleras supuestamente interesadas en las licitaciones convocadas por PerúPetro se negaron a reconocer aduciendo los precios del crudo por debajo de los US $ 40 dólares el barril.

Es decir, mediante el Contrato de Servicios Temporal para la Explotación de Hidrocarburos en el Lote 192 PerúPetro deberá pagar una “retribución en especie” que será inicialmente equivalente al 84 por ciento de la producción y por tanto la regalía inversa por recibir será de solamente del 16 por ciento. Es decir, dejamos de cobrar US $ 345 millones de dólares al contratista y tenemos que pagarle por explotar las reservas probadas que no entrañan riesgo el 84 por ciento del valor de la producción. ¿Qué negocio puede ser esto para el país?

Si se tiene presente que el canon petrolero vigente que percibe Loreto es del 15 por ciento sobre el valor de la producción y el sobrecanon que percibe Ucayali es del 3.75 por ciento, las regalías equivalentes del 16 por ciento serán insuficientes y se tendrá que recurrir a la cadena de valor que se pueda generar sea por el impuesto a la renta y otros  impuestos que pueda pagar el operador.

Se debe mencionar que con esta aberración jurídica denominado “Contrato de Servicios Temporal” el estado recupera la propiedad sobre los hidrocarburos es decir PerúPetro una vez pagada la retribución a la petrolera canadiense decidirá el destino, uso y usufructo sobre el crudo pesado obtenido. Ello demostraría que sí es posible convertir todos los contratos firmado de licencia en contratos de servicios donde el Estado recupere la soberanía y propiedad sobre los hidrocarburos.

Por último, las autoridades del sector afirman que PetroPerú no está en condiciones económicas ni financieras para asumir las responsabilidades productivas del lote 192 que supuestamente sí invertirá Pacific Stratus Energy. Se debe tener presente que en las operaciones en marcha la producción extraída genera los fondos que descontados los costos permitirán financiar las inversiones que serán de explotación para aprovechar las reservas probadas.

Es decir, los volúmenes de inversión en los contratos de servicios no son relevantes y en dos años no serán superiores a los US $ 40 millones de dólares en el lote 192 de parte de la petrolera canadiense. Sin embargo de manera falaz se le exige a PetroPerú inversiones superiores a los US $ 700 millones de dólares pero no se señala el período contractual superior a los 20 años.

El lector debiera reconocer que si se trata de recursos PetroPerú deja de percibir año a año por lo menos desde el 2008 a junio del 2015 sumas superiores a los S/ 1,452 millones de nuevos soles por concepto del Impuesto General a la Ventas (18%) no recuperado por las ventas de combustibles en la Amazonía. Es decir, la petrolera deja de percibir un promedio de US $ 80 millones de dólares anuales por concepto del IGV no recuperado por obra y gracia del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) como se puede apreciar en el cuadro “Crédito Fiscal No Recuperado del IGV por las Ventas de Combustibles en la Amazonía Disminuye la Rentabilidad de PetroPerú”

En verdad, esta realidad es interesadamente ignorada por los ministros del MEF y MEM que son los miembros de la Junta de Accionistas de PetroPerú S.A., es decir las máximas autoridades no defienden los intereses de la petrolera estatal que según la constitución del 1993 debe recibir el mismo trato en el mercado sin discriminaciones en relación al capital privado.

Por último, es la incapacidad de nuestra clase gobernante, su miopía histórica, la sumisión a intereses transnacionales que imponen políticas liberales fracasadas en el mundo, la que han detonado las iras populares en especial del noble pueblo loretano que protestando en las calles está luchando por la dignidad y la soberanía sobre nuestros recursos naturales, exigiendo la transferencia del 100 por ciento de la participación del lote 192 para PetroPerú para hacer posible su fortalecimiento e integración vertical que le permita los suficientes recursos para financiar la Modernización de la Refinería de Talara, que a partir del 2019 será capaz de procesar  los crudos pesados que yacen en el subsuelo del lote 192 añadiéndoles más valor con combustibles limpios.