martes, 31 de diciembre de 2019

PIURA: UN CASO “SUI GENERIS” CON GAS NATURAL





PROBLEMAS Y POSIBILIDADES DE LA MASIFICACIÓN
Piura es la única región en el país con tradición petrolera y gasífera, donde el gas asociado y no asociado al crudo hasta cierto punto se reinyecta, ventea o lo que es peor se quema, lo constituye una irracionalidad económica, además de contaminar el ambiente con gas metano, que es un hidrocarburo contenido en el gas natural.

Allí operan una serie de empresas productoras, cuyos contratos están próximos a su vencimiento, tales como la estatal china CNPC que explota X (El Alto), su filial Sapet en el lote VI/VII, el consorcio Savia en el lote Z-2B, la cuestionada Graña y Montero en el lote I y V.

A ello habría que sumar la petrolera Olympic en el lote XIII-A y XIII-B integrada al negocio eléctrico, y por último Petrolera Monterrico del grupo Vera Gutiérrez, que aprovecha exitosamente el gas natural comprimido en la actividad automotriz.

Todas estas empresas tienen como negocio principal la extracción de petróleo crudo ligero que abastece en parte los requerimientos de la Refinería de Talara/ PetroPerú, pero también gas natural que lo venden a terceros a precios de mercado, pues no tienen la regulación del gas natural del lote 88 en Camisea.

Por ello, la producción fiscalizada de gas natural en la zona no supera un promedio de 40 millones de pies cúbicos diarios, reinyectando más del doble por falta de mercado, cuestión que se debe superar con el sistema de distribución de gas natural por ducto, cuyo contrato se acaba de firmar el 12 de noviembre del presente año, asistiendo el presidente Vizcarra a la inauguración.


CONTRATO TARDÍO

Esto constituye una buena noticia pues la firma del contrato acontece después de una larga espera de más de tres años. El estado peruano representado por el ministerio del sector y la empresa colombiana Gasnorp filial de Promigás, la empresa más importante en la distribución en el país cafetero y de la cumbia
Esta empresa también opera en la costa norte del Perú con el nombre de Quavi, llevando el gas natural en estado líquido en camiones cisterna desde Pampa Melchorita (Cañete) a diversas provincias del norte. Allí, el gas es regasificado para ser distribuido en Chimbote, Trujillo, Pacasmayo, Chiclayo, Lambayeque y Cajamarca.

Con la firma del contrato de distribución de gas natural por ducto para Piura, se podrá acopiar la producción asociada y no asociada de gas natural para aprovechar en los mejores términos un energético limpio, seguro que debiera ser barato para los consumidores industriales y residenciales.

Al margen de las bondades que pueda tener una inversión privada como la que proyecta Gasnorp con una inversión de US $ 230 millones de dólares, en un contrato que tendrá una vigencia de 32 años, la preocupación fundamental del consumidor residencial que constituye apenas el 1 % de la demanda total del proyecto de distribución, se relaciona con el precio final que tendrá el gas domiciliario.

Por contrato el ducto principal de acero tendrá una longitud de 225 km. y la red de polietileno un largo de 856 Km. Con una capacidad de transporte de 32.5 millones de pies cúbicos de gas natural por día.

Es más, se proyecta que en los primeros ocho años es decir al 2027 se hayan instalado 64 mil conexiones domiciliarias en el segundo departamento más poblado del país, que tendrá más de 2.2 millones de habitantes concentrados en la región costera. De allí, la necesidad de ampliar la cobertura.

Al respecto como información adicional para la construcción de un mercado gasífero en Piura zona productora por excelencia. La refinería modernizada de PetroPerú-Talara a partir del 2021 requerirá para sus operaciones un mínimo de 20 millones de pies cúbicos diarios, que hoy ningún productor de manera individual podría satisfacer, de allí la racionalidad del sistema de distribución de gas natural por medio de ductos.

PRECIOS INVIABLES

A diferencia de los precios regulados del gas natural del lote 88 Camisea/Cuzco, que tienen que ser transportados por ducto en una distancia de más de 729 Km, el precio puesto en Lima; sumando el precio en boca de pozo, transporte y distribución no supera los US $ 4.5 dólares por millón de BTU, incluso el precio del gas natural para el consumo eléctrico resulta menor.
En la región de Piura el precio del gas natural se rige por la oferta y demanda, incluso se pagan precios de necesidad, y para la producción fiscalizada por el organismo regulador PerúPetro, es decir aquella producción que paga regalías los precios son variables como se puede observar en el cuadro: “Precio de Gas Natural Considerado para la Producción Fiscalizada” expresado en dólares por millón de BTU, una medida de calor casi equivalente a mil pies cúbicos.

Cruzando estos precios del gas natural de los diversos productores con la información empresarial de la tarifa media de distribución que sería de US $ 2.74 dólares por millón de BTU, prácticamente el precio final, es decir el precio productor y precio de distribución no sería muy atractivo para los consumidores industriales pues supera de lejos los US $ 4 dólares por millón de BTU.

De allí, la importancia del precio del productor de gas natural sobre todo en los productores que tienen sus contratos próximos a su vencimiento, en éstos es posible negociar prórrogas contractuales con precios menores en el gas natural para hacer viable y rentable para todos la masificación de gas natural en Piura y el norte del país.

ALGUNOS CASOS
Por ejemplo, si se considera el precio de Graña y Montero Petrolera por el gas natural extraído del lote I, contrato próximo a su vencimiento, como un contrato de servicios, el precio de la producción fiscalizada de gas natural al mes de octubre del 2019 era de US $ 2.84 dólares que se sumaría a la tarifa de distribución (Gasnorp)

Al precio de producción más de distribución (US $ 2.84) más la tarifa de distribución de Gasnorp (US $ 2.74 por millón de BTU) que sería un total de US $ 5.59 dólares por millón de BTU.

Este sería un precio elevado, incluso en términos comparativos con el precio del gas de Camisea que tiene que cubrir más de 729 Km de distancia desde Planta Malvinas a Lurín (Lima sur) y venderse por debajo de los US $ 4.5 por millón gracias a los precios regulados del gas natural extraído del lote 88.
Al margen de los volúmenes transportados de gas natural del lote 88 más de 750 millones de pies cúbicos diarios, con precios regulados, frente a la producción gasífera de Piura que en conjunto no supera los 40 millones de pies cúbicos diarios, con precios libres sujetos al interés privado.

De allí, la importancia de los precios del gas natural de los diversos productores que operan en la zona tales como la china estatal CNPC bajo responsabilidad del lote X, un contrato próximo también a su vencimiento. En este lote se ha producido en promedio 14.9 millones de pies cúbicos diarios durante el 2018, suponiendo que la producción se mantiene, la misma que se valoriza al mes de octubre del 2019, en cuanto a la producción fiscalizada a un precio de US $ 2.12 dólares por millón de BTU.

En total un precio de producción de US $ 2.12 más la tarifa de distribución hace un precio final de US $ 4.89 dólares por millón de BTU el mismo que sigue siendo un precio alto para promover una genuina masificación de la cultura del gas natural.

OLYMPIC Y EL COSTO CERO

En el caso de la empresa Olympic que opera el lote XIII-B de gas natural para el mes de octubre del 2019 se valorizaba el precio del gas natural de la producción fiscalizada en US $ 3.6 dólares por millón un precio relativamente alto que sumado a la tarifa promedio de distribución comprometida por Gasnorp de US $ 2.74 dólares por millón de BTU, haría inviable la masificación del gas natural en Piura.

Si se tiene presente que en la pugna entre Olympic y Gasnorp en el proceso de distribución de gas natural por medio de ductos, la empresa petrolera que opera el lote XIII-A y XIII-B en la Cuenca Talara, ofrecía el precio de gas a un “costo cero” siempre y cuando ésta fuera declarada ganadora en el proceso concursal.

La empresa auspiciada por Olympic fue descalificada en el proceso concursal por el propio Ministerio de Energía y Minas. Y un largo litigio jurídico llevó a una serie de controversias que explican la demora de más tres años en la aprobación y firma del contrato entre el Estado y Gasnorp, con objetivos que han quedado lamentablemente limitados sobre todo en la cobertura por el tiempo transcurrido.

Un “gas a costo cero” en el punto de entrega expresa lo rentable del negocio, donde lo principal resulta siendo la producción de petróleo y el gas natural es un negocio adicional, donde el costo primario es la extracción de crudo.
Por último, las posibilidades de la masificación del gas natural en el norte del país depende sobre todo de los precios a los cuales se han de vender a los diversos clientes industriales, a grandes consumidores para hacer posible ahorros significativos en el costo de la energía.

De lo contrario de no asegurar la demanda de las grandes empresas como PetroPerú, Enel Generación Piura, Miski Mayo, Cementos Pacasmayo, las diversas pesqueras, grandes comercios etc. prácticamente la masificación para los pequeños consumidores será una ilusión.

PETROPERÚ: RENTABLE CONTRA VIENTO Y MAREA




ESCRIBE: JORGE MANCO ZACONETTI
Resulta loable la lucha contra la corrupción a todo nivel, como lo hacen los fiscales anticorrupción denunciando a los presuntos autores de actos  ilícitos en los gobiernos pasados y en el presente, donde terminó siendo vacado y con prisión domiciliaria el presidente elegido el 2016, don Pedro Pablo Kuczynski (PPK), teniendo como operador de dicha vacancia al inefable César Villanueva, amigo personal del actual presidente de la República.
Por tanto, tenemos que estar plenamente de acuerdo con la decisión del presidente Martín Vizcarra en este corto mandato (2018/2021), si de verdad aspiramos a una república superior pues es la corrupción el cáncer perverso que nos impide en gran medida ser un país con un mayor bienestar con instituciones democráticas.
En tal medida entre las últimas noticias que han remecido el panorama político destaca la prisión preventiva del ex primer ministro del régimen vizcarrista, César Villanueva promotor él mismo de la vacancia contra PPK a comienzos del 2018, hoy con detención preliminar  por mandato de la fiscalía anticorrupción por haber recibido presuntamente sobornos de la misma Odebrecht cuando era presidente regional de San Martín allá por el 2008. ¡Ahora quién moraliza a los moralizadores!
LA MALA LECHE
Menciono el nombre de César Villanueva, primer ex presidente del Consejo de ministros del presidente Vizcarra, pues a inicios del 2016 presidió un grupo de trabajo en el Congreso de la República para investigar sobre las recurrentes rupturas del Oleoducto Norperuano bajo responsabilidad de PetroPerú, un importante activo de la petrolera estatal. Tales rupturas provocaban y provocan derrames de crudo que afectan el medio ambiente en la Amazonía y constituye una fuente de conflictos con las comunidades nativas.
Con la puntería puesta en la petrolera estatal se hacía responsable a ésta de una supuesta falta de mantenimiento en las operaciones del oleoducto, cuando era más que evidente que las recurrentes perforaciones eran causadas por manos extrañas, de “nativos interesados” que hacían un “modus operandi” de las sistemáticas rupturas para ser contratadas por la empresa estatal en la remediación ambiental.
Entre las varias conclusiones de un voluminoso informe se hacía responsable a una serie de empresas privadas no especializadas contratadas por PetroPerú, algunas de ellas ligadas a ex funcionarios. Esta realidad era expuesta como una de “las grandes corrupciones” por un político tradicional como ha terminado ser el señor Villanueva.
Por ello, el susodicho informe fue desestimado y mandado al archivo en el Congreso de la República, y costó importantes sumas de dinero al estado el mantener este grupo de trabajo por más de dos años, donde el objetivo final era desacreditar la presencia de PetroPerú.
UN NUEVO MORALIZADOR
Según el mediático presidente del directorio de Petroperú, Sr. Carlos Paredes la gestión  del Oleoducto Norperuano le genera una pérdida neta de US$ 50 millones de dólares anuales, pues estando con una capacidad para transportar 200 mil barriles diarios, actualmente no traslada ni el 20 % de su plena capacidad. Es decir, ¡el oleoducto está subutilizado!
Dicho así por la más alta autoridad de la petrolera estatal pareciera que PetroPerú fuese la empresa responsable de la perforación y explotación de crudo en la selva nororiental, cuando ésta es desde 1993 una responsabilidad de empresas privadas que están supervisadas por PerúPetro, la agencia de contratos de hidrocarburos.
Esta última es la empresa pública encargada de promover la firma de contratos, fomentar la inversión en el sector, fiscalizar y supervisar los contratos petroleros, que depende funcionalmente del propio Ministerio de Energía y Minas, en el marco de su autonomía relativa.
Por ello, solamente un advenedizo en la materia, podría hacer responsable de la disminución de la producción de petróleo crudo a PetroPerú, cuando ésta es una plena responsabilidad del organismo promotor PerúPetro, bajo responsabilidad del Ing. Seferino Yesquén, ex gerente de Petrobras y de CNPC.
Por tanto, no se puede hacer recaer en la petrolera estatal la disminución crónica de la producción de crudo, la ausencia de perforaciones exploratorias, y la falta de inversión en general de parte de las empresas privadas que operan los contratos en la selva Nororiental, como en la Cuenca Talara.
Si bien resulta notable la campaña interna contra las prácticas corruptas en la petrolera estatal, de sus funcionarios y trabajadores, debidamente comprobadas, y el esfuerzo principal debiera estar en las compras de crudo, en los contratos de suministro, en los efectos de la privatización fragmentada para PetroPerú. En los generosos contratos de comercialización de combustibles con cadenas privadas de grifos y un largo etc.
Hay que investigar los contratos de alquiler de los activos en el lote Z-2B todavía operados por el Consorcio Savia; hay que hurgar en la interesada demora en la licitación de las inversiones complementarias en la modernización de la refinería de Talara, y en las razones por las cuales PetroPerú renunció a toda participación accionaria en los lotes III y IV y un largo etc.
POR UNA NUEVA CRUZADA
Prácticamente desde 1996 a la fecha PetroPerú no opera ningún pozo petrolero, no explota una molécula de gas ni envasa un balón de gas licuado de petróleo (GLP). A pesar del mandato expreso de una ley aprobada por el Congreso del gobierno anterior que le transfiere el contrato por el lote 192, dicho sea de paso el lote que tiene los mayores volúmenes de reservas probadas de crudo pesado, que podrían ser explotadas por la moderna refinería de Talara a partir del 2021.
A PetroPerú a consecuencia de una irracional privatización desde 1992/ 1996 le fueron enajenados, transferidos a capitales privados los lotes de hidrocarburos, los cuales tienen fecha de caducidad próxima.
Es decir, antes del 2026 los contratos de los lotes privatizados tales como el Z-2B en el Zócalo Continental, el lote X operado por la china CNPC (El Alto) y el lote VI/VII por la filial china Sapet, el lote I y V por la cuestionada Graña y Montero Petrolera, el Lote 8 de la selva bajo responsabilidad de Pluspetrol Norte, y el más importante el lote 192 en la selva (Andoas) tienen fecha de caducidad.
Es decir, todos estos contratos de hidrocarburos tienen fecha de vencimiento y existe todo un lobby al interior de PerúPetro con los grupos de presión empresariales para prorrogar dichos contratos aunque sea por 10 años, como han hecho con el lote 31-C en Aguaytía (Ucayali)
Esta es también una modalidad de corrupción por parte de PerúPetro (prevaricato), en  demorar indebidamente y no aplicar la ley sobre la transferencia del lote 192 (antes denominado 1-AB) a PetroPerú, por expreso mandato de una ley aprobada por el Congreso de la República.
A pesar de todo ello, con la campaña sucia contra PetroPerú de parte de negros intereses privatizadores, resultan  positivos los resultados económicos financieros a setiembre del 2019 en relación a períodos análogos, los cuales serían mayores si la empresa fuese integrada verticalmente, es decir con producción propia.
RENTABILIDAD A PESAR DE TODO
Es decir, si PetroPerú operase de manera integrada con su propia producción de crudo a la refinación, transporte, con distribución mayorista y minorista (grifos), sus resultados económicos serían mayores.
En el cuadro “PetroPerú: Resultados Financieros de Enero/Setiembre 2012 a 2019”, se exponen los ingresos, utilidades operativas y netas de la petrolera estatal, destacando el sustantivo incremento de los ingresos pero sobre todo del patrimonio neto y del activo total.
A pesar de un menor crecimiento de la economía peruana los ingresos al tercer trimestre se mantienen sobre los S/ 11,689 millones de soles superando los ingresos del 2017 para los años anteriores, como se puede observar. Si bien estos ingresos disminuyen 234 millones de soles en relación al 2018 (a set.), ello se explicaría por las menores ventas de petróleos industriales, GLP y turbo.
Sin embargo, a nivel de la utilidad operativa es decir la utilidad como empresa antes de cualquier deducción, descontados los costos de ventas, gastos administrativos, gastos de ventas y gastos financieros, la utilidad operativa en el período enero/setiembre del 2019, supera a todos los resultados obtenidos en los períodos anteriores, incluido el 2018.
Una utilidad operativa de S/ 795 millones de soles obtenida al III tercer trimestre del 2019 podría ser mayor si la petrolera estatal tuviese producción propia de crudo, en especial de los lotes ubicados en la Cuenca Talara y en el Zócalo Continental, en razón de los bajos costos de transporte.
Allí, con una producción propia de 30 mil barriles diarios aproximadamente, obtendría mayores ingresos y utilidades, respaldando a la moderna refinería de Talara, que a partir del 2021 ha de funcionar con 16 procesos tecnológicamente nuevos.
EPÍLOGO
Esperamos que tales indicadores aumenten al final del año, dado que es urgente y necesario que tales recursos (utilidades) se destinen al financiamiento de la modernización de la refinería de Talara cuyo avance al 85 por ciento está retrasado por la demora en las inversiones complementarias, donde se debe identificar a los principales responsables, que le costará a la empresa millones de dólares por repagar.
Una refinería modernizada operando a su capacidad de 95 mil barriles diarios, capaz de procesar el crudo pesado de la selva norte, con mayores márgenes de refino será la “joya de la corona” en el patrimonio del estado, es decir de todos los peruanos. De allí, que el aumento del patrimonio y de los activos totales deben ir de la mano con la integración vertical.
Por ello, la integración vertical de sus operaciones, es decir, con producción de crudo propia, con la refinería modernizada, el oleoducto potenciado y asegurado contra viles atentados, más una mayor presencia en la distribución mayorista y minorista, PetroPerú deberá generar mayores ingresos y utilidades para servir mejor al país, con la transparencia que su actual directorio demanda.