sábado, 11 de octubre de 2014

*En el marco del Pacto Político, Claves y retos para un buen gobierno

Edición: Área de Investigación y Proyección Regional – CIPCA

Artículo publicado en el Suplemento SEMANA del Diario El Tiempo. Domingo, 28 de setiembre de 2014.

En el marco del proceso electoral para la renovación de autoridades regionales y locales en todo el territorio del Perú, la ciudadanía organizada de la región Piura ha logrado que 11 de los 12 postulantes al Gobierno Regional de Piura suscriban el Pacto Político por la Gobernabilidad Piura 2015-2018, que contiene 14 compromisos necesarios para darle un mayor impulso al desarrollo integral e inclusivo de la región.

Tras la firma del Pacto, el Centro de Investigación y Promoción del Campesinado (CIPCA), como institución integrante del Colectivo por la Gobernabilidad Regional –impulsor del Pacto- analiza los pasos iniciales que deberá dar el próximo gobernante, así como los nudos críticos a los que deberá enfrentarse para poder cumplir con éxito el compromiso ético y moral asumido con la sociedad regional, no solo a través de la suscripción del Pacto Político sino el que va implícito en el voto popular que le otorgará la responsabilidad de guiar el destino de la región Piura durante los próximos cuatro años.

El bien común como punto de partida
Para el investigador del CIPCA, Ricardo Pineda, el nuevo presidente regional debe comenzar por superar los compromisos contraídos en la campaña electoral, y colocar en primer lugar los intereses de la región. Este primer paso le permitirá “designar funcionarios idóneos, al margen de partidarismos políticos, gerentes con las mayores calidades profesionales, éticas y de vocación de servicio”.

De la selección de funcionarios y funcionarias idóneos, dependerá que estos sepan asumir un rol de liderazgo, en sus respectivas áreas y sectores, en el trabajo concertado entre actores del Estado y la sociedad civil que demanda la atención y solución de la diversa problemática regional.

Eficiencia, participación y transparencia
Manuel Alburqueque, director de CIPCA, señala que el buen gobierno está caracterizado por tres condiciones, un gobierno eficiente, participativo y transparente. Este conjunto de condiciones están contenidas en el Pacto Político firmado por casi todos los postulantes al Gobierno Regional.

Para lograr un gobierno moderno y eficiente, el pacto se centra en la planificación y la gestión por resultados. Se busca mejorar la calidad del gasto público, orientando los resultados de la gestión a atender los problemas de la población, de tal manera que los resultados se reflejen en mejores condiciones de vida. Para ello, se considera la importancia de fortalecer el Centro Regional de Planeamiento Estratégico (CEPLAR) y dotarlo de un sistema de información para el desarrollo regional”, opina Alburqueque.

Con relación al gobierno participativo, el pacto enfatiza un gobierno de puertas abiertas, con espacios de participación donde la población tiene voz y voto. Frente a este compromiso, el nuevo presidente regional deberá ampliar y dar continuidad a los espacios existentes y fortalecer el Sistema de Participación Ciudadana.

La transparencia, es indudablemente otra clave indispensable para el buen gobierno, de manera especial en un contexto nacional en que la situación de inseguridad y corrupción ha generado un clima de desconfianza. Es por eso que el Pacto de Piura apunta a reconciliar al Estado con la ciudadanía, recuperando la confianza en el gobierno mediante el acceso a la información, rendición de cuentas y no solo sanción, sino prevención de actos de corrupción, alega el directivo de Cipca.

Línea de base regional
De acuerdo con el asesor del Área de Gobernabilidad Democrática, Henry García Sarca, el cumplimiento de los 14 acuerdos contenidos en el Pacto Político debe sustentarse en el sinceramiento de información, a través de la construcción de una línea de base clara, de acuerdo a los indicadores especificados en los resultados esperados por cada punto del Pacto.

“Por ejemplo, en el eje de Desarrollo Humano, uno de los compromisos es priorizar la atención a la primera infancia, y dentro de este compromiso, uno de los resultados es la reducción de la anemia y la desnutrición crónica infantil. Entonces, el próximo gobierno debe, en primer lugar, definir en qué porcentaje está la desnutrición a enero del 2015, para que, en base a esta información, la nueva gestión pueda establecer la meta de reducción, y focalizar las intervenciones donde el problema sea más crítico”.

Infancia, pequeña agricultura, gestión ambiental, gobernabilidad y participación son temas incluidos en el Pacto Político que coindicen con líneas de trabajo que CIPCA viene impulsando desde hace varios años, como parte de su contribución al desarrollo inclusivo, con equidad y justicia, de la población rural de la región Piura.

Pequeña agricultura como protagonista
José Luis Juárez, director del Área de Desarrollo Económico Local detalla que el Pacto Político plantea dos políticas fundamentales para la pequeña agricultura: “Por un lado, mejorar la capacidad de producción, innovación, gestión empresarial asociativa y articulación a los mercados internos y externos; por otra parte, mejorar el acceso a la tierra, aunque creo que también debió incluirse el acceso al agua”.

Para implementar estas políticas la futura gestión regional debe incorporarlas a su plan de gobierno y asegurar el presupuesto necesario para ponerlas en marcha; reconocer a las organizaciones de la pequeña agricultura como actores protagónicos del desarrollo agrario regional y convocarlas a participar en el proceso de implementación. “Deberá tener la suficiente firmeza para superar paradigmas tradicionales que sostienen que solo la gran inversión privada es capaz de generar desarrollo”, dijo.

Las principales potencialidades de la pequeña agricultura radican en que, actualmente, ocupa el 50% de la superficie agrícola regional e involucra a aproximadamente 135 mil familias, equivalente al 30% de la población regional, sostuvo Juárez.

El proceso de revalorización de la pequeña agricultura debe ser liderado por la Gerencia Regional de Desarrollo Económico y de la Dirección Regional de Agricultura. Ambas instancias, para tener éxito, necesitan fortalecer sus vínculos con los gobiernos locales y el sector privado, tanto a nivel empresarial, como en el ámbito del sector no gubernamental y la cooperación internacional.

Gestión ambiental
El Pacto Político promueve una gestión ambiental sostenible, que permita el aprovechamiento adecuado de los recursos naturales. Ricardo Pineda opina que la base para lograr esa gestión debe ser la zonificación ecológica económica. En esa línea, la gestión integral de los recursos hídricos además de la protección de las nacientes del agua debe considerar la lucha contra la desertificación  la sequía, el aprovechamiento de la biodiversidad y los servicios ambientales, el manejo de la zona marino costera y medidas de adaptación y mitigación del cambio climático.

Pineda explica que el principal nudo crítico en este ámbito será afrontar con firmeza las presiones de los grandes grupos económicos que priorizan las ganancias monetarias, aún a costa de la degradación ambiental. Por tanto, se requiere que la gerencia de Recursos  Naturales sea conducida por una persona profesional, honesta y con vocación de servicio, con capacidad para convocar a todas las instituciones ligadas al tema ambiental. En el camino de la concertación, un paso importante será el fortalecimiento de la Comisión Ambiental Regional.

Articulación por la primera infancia
El Pacto Político plantea entre sus resultados el fortalecimiento interinstitucional del Sistema Regional de Atención Integral de la Primera Infancia (SIREPI). Henry García, asesor del Área de Gobiernos Locales opina que, para alcanzar ese resultado, el nuevo gobierno regional debe partir por la revisión del diseño institucional, con el objetivo de fortalecer su rol de rectoría en el nivel regional. Además, es vital asignarle los recursos necesarios para su funcionamiento: humanos, organizacionales, económicos, logísticos, legales, políticos.

En ese mismo marco, hace falta establecer con claridad los procedimientos de acompañamiento técnico, desde el gobierno regional a las instancias regionales y locales que prevé el SIREPI. El sistema de información regional es otro aspecto fundamental porque permitirá ir dando cuenta de los avances y logros, junto con un proceso de comunicación y difusión de los alcances del Sistema.

Uno de los nudos críticos que tiene que desentramar la gestión, es lograr, en primera instancia, la articulación interna, entre las diversas instancias relacionadas con la atención de la primera infancia, subraya García Sarca. Con relación a la articulación externa, con la diversidad de actores, pertenecientes a diversos sectores y niveles de gobierno, es allí donde se han logrado los mayores avances que deben ser continuados y consolidados, sostiene.

Modelo de Gestión Educativa
El Modelo de Gestión del Sistema Educativo Regional es una política creada por la actual gestión regional, que promueve el reconocimiento de los niños, niñas y adolescentes como los sujetos centrales del sistema educativo, y establece cuatro componentes: gobernabilidad escolar, gestión del currículo, gestión de la oferta del servicio educativo y promoción de la comunidad educadora, explica el asesor de CIPCA, Henry García.

En el Pacto se plantea la implementación de esta política, proceso que se inició el 2012 con la creación e instalación de los Núcleos de Gestión Educativa Local en algunos distritos y que, a la fecha, ya ha evidenciado algunos problemas y limitaciones, como debilidades en la compresión del modelo y falta de acompañamiento desde el nivel regional que impulsa su implementación.

“El cumplimiento de este punto demandará al próximo gobierno regional realizar ajustes en la estructura funcional y organizacional de la Dirección Regional de Educación y las Unidades de Gestión Educativa local  como órganos normativos, técnicos, de gestión y acompañamiento a las instancias locales. Transitar de Dirección a Gerencia podría ser un primer paso que fortaleciendo la institucionalidad educativa permita y facilite el logro de los resultados planteados”, afirma el analista.

“Que la implementación del Modelo no salga de la agenda pública requiere de un esfuerzo de la sociedad civil, liderado por el Consejo Participativo Regional de Educación, para que la nueva gestión continúe con este proceso. Además, se necesita comprometer la participación de las nuevas autoridades locales, mediante un proceso de comunicación efectiva y de negociación con acuerdos claros que deben ser respetados por ambos niveles de gobierno”, puntualiza.

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