Ernesto Álvarez |
Lima, ene. 11 (ANDINA). El nuevo presidente del Tribunal Constitucional (TC), Ernesto Álvarez, opinó hoy que la revocatoria es un mecanismo “contradictorio y arbitrario”, y agregó que se opone a ese instrumento por una cuestión de principios y no por defender a la alcaldesa de Lima, Susana Villarán.
Sostuvo que no se puede negar que la revocatoria distorsiona el mandato popular, afecta la gestión municipal y da lugar a una “venganza política” por parte de los perdedores de la elección edilicia. “No soy partidario de la revocatoria como instrumento de la democracia; es algo arbitrario, (…) los candidatos perdedores se unen en torno al alcalde o presidente regional, y si no logran revocarlo, por lo menos dañan su gestión, distrayéndolo durante uno o dos años”, afirmó.
Añadió, además, que ese mecanismo de consulta “es un instrumento contradictorio que niega la duración del mandato de una autoridad” elegida por la ciudadanía, pero además “es una vía paralela que incorpora justamente las posibles venganzas políticas”.
En el caso de Lima indicó que como todas las administraciones edilicias, la de la alcaldesa Villarán puede ser considerada polémica o discutible, pero la consulta de revocatoria va a mellar la gestión edilicia. Según los promotores de la revocatoria de Villarán esta se justificaría por una supuesta incapacidad de su gestión, pero diversos sectores políticos consideran que detrás de esa iniciativa se encuentran los enemigos políticos de la burgomaestre, que buscan desestabilizarla en el cargo.
El magistrado señaló que al margen de quien ocupe la alcaldía, la autoridad edilicia defenestrada vía revocatoria lo sería con los votos de los que perdieron las elecciones, pero no queda en claro quién defiende los votos de la mayoría que la eligió.
Sobre el caso del joven universitario Gastón Mancilla Yupanqui, recluido en el penal de San Jorge por haber dado muerte a un presunto delincuente en defensa propia, Álvarez Miranda manifestó que efectivamente el principio de la proporcionalidad ya no cuenta en este tema, sino el de la racionalidad. Dijo que, lamentablemente, hay un problema de formación jurídica de los jueces, que se va a ir agudizando en la medida en que hoy en día existen 15 facultades de derecho, y de acuerdo con el magistrado no existe el número de docentes con el suficiente nivel para atender esa demanda.
Asimismo, Álvarez Miranda manifestó que su gestión en la presidencia del TC estará abocada a desarrollar el prestigio y fortalecer la imagen del TC. “Nuestras decisiones siempre tienen un contenido político, porque de lo que se trata es de interpretar no una ley, sino el propio texto de la Constitución; tenemos que escapar de la politización de las decisiones, pero esta labor es muy difícil”, afirmó en RPP.
Explicó que a partir del auge del constitucionalismo, que implica el límite del poder vía el derecho, ha habido un fenómeno de judicialización de la política, y al mismo tiempo, en forma inversa, la política misma se ha judicializado, de forma tal que los conflictos políticos tienden a judicializarse.
No hay comentarios:
Publicar un comentario