El mes pasado, las autoridades de Piura incautaron cerca de 20 toneladas de
recursos marinos producto de la pesca ilegal en la costa norte del Perú. Según
denuncian los lugareños, no es difícil ver bolicheras (flota de mediana escala)
pescando dentro de las 5 millas marinas, donde está prohibido. También,
aseguran, es usual ver embarcaciones pequeñas con redes de arrastre, un tipo de
pesca clandestina y que depreda todos los recursos marinos a su paso. Con la pesca ilegal, usualmente
recuperan el 10% o 20% de lo que obtienen en las redes. El resto, muerto, lo
devuelven al mar. Este problema es recurrente en todo el litoral.
Según Yuri Hooker, jefe del
Laboratorio de Biología Marina de la Universidad Peruana Cayetano Heredia
(UPCH), las embarcaciones ilegales frente a las costas de Lambayeque, Piura y
Tumbes ya son parte de las postales de la costa norte peruana. Para
el biólogo, que ha trabajado durante treinta años en temas
marinos, esta ilícita actividad fue promovida por el impulso de consumo de
anchoveta para consumo humano. Actualidad Ambiental conversó con el
especialista sobre este problema que muchas veces se agrava por
falta de información científica.
-¿Qué tanto aumentó la pesca ilegal en el norte peruano en los
últimos años?
-Ha aumentado notoriamente. Nosotros siempre estamos en el mar y
lo vemos. En parte ha sido porque, aparentemente, ha aumentado también el
número de embarcaciones de mediana escala (bolicheras) y las artesanales, de
consumo humano. Esto como consecuencia del impulso de
la pesquería de anchoveta para consumo humano.
Si bien tuvo buenas intenciones, lo que hizo esto fue aumentar
esta flota cuya pesca en realidad no va al consumo humano. La anchoveta de consumo humano no existe, salvo unos enlatados que
son caros. Y toda esta pesca termina en harina de pescado. Y es que además
mucha de esta pesquería se da dentro de las 5 millas donde antes nadie pescaba
anchoveta.
-¿Es común ver embarcaciones ilegales cerca a la costa?
-La flota, sobre todo la de mediana escala, está pescando dentro
de las 5 millas, y aparentemente nadie los está interviniendo. Ocurre a vista y
paciencia de todo el mundo. Entonces, la costa de Piura y Tumbes, que es la
zona donde permanentemente están a cien metros de la playa, todos los días se
ve esta pesca y no ocurría nada. La Dirección Regional de la Producción
(Direpro) de Piura con nueva jefa ha empezado a hacer operativos.
Sin embargo, no hay multas, no hay decomisos de las embarcaciones
como lo manda la ley. Hemos escuchado cientos de veces a los pescadores que han
sido intervenidos decir: “Bueno, pues, choche, perdí hoy pero al otro día sigo
trabajando”. Con la excepción de la DIREPRO Piura cuya nueva gestión está
realizando una labor de control y decomisos excepcional, en otras regiones los
operativos casi no existen y son más para la foto.
-¿Solo se ve un
esfuerzo aislado de solo un Gobierno Regional? ¿No hay un plan que involucre a
todos los sectores para erradicar esta actividad ilegal?
-No es una
iniciativa del Estado, definitivamente. Porque cuando tú cuando cruzas a
Tumbes, ahí están reclamando a su región por qué no hacen lo que ha iniciado
Piura. En Lambayeque, la cosa también es la misma. Las pocas veces que he ido,
la gente, los pescadores se quejan.
Son dos tipos
de pesca los que están generando aquí el problema: uno son las “vikingas”,
estas embarcaciones de madera de más de 10 hasta 32 toneladas. Son de mediana
escala, deberían estar pescando fuera de las 5 millas pero pescan en la playa.
El problema de estas embarcaciones es que están diseñadas para peces pelágicos
(vienen de la columna de agua) y al utilizar sus redes que tienen 30 o 40
metros de profundidad con plomos en la parte de abajo, levantan algas,
coralitos, caballitos de mar, además de la gran cantidad de peces juveniles que
vienen a estos fondos cerca de la costa.
Solamente de
10% a 20% de lo capturado es comercialmente viable y todo el resto se tira nuevamente al mar, muerto. Ellos pescan
generalmente de día. De noche hay un promedio de 30 a 40 embarcaciones
arrastreras [en El Ñuro (Piura), entre Cabo Blanco a Máncora]. Ellos pescan en
la orilla en la noche. Cualquiera puede ver las lucecitas que van y
vienen, las arrasteras pescando a vista y paciencia de todos.
Al día
siguiente, por el muelle de Quebrada Verde (Piura) hay un puerto de desembarque
ilegal donde sacan toda la pesca de estas embarcaciones. Pero algo debe estar
pasando porque Capitanía nunca se aparece. En todas las partes del mundo a las
que he ido siempre hay alguien patrullando en el mar. En los 30 años que tengo
en el mar peruano, habré visto patrullando tres veces.
-¿Cuál es el
principal daño que causan estos pescadores ilegales en los ecosistemas marinos?
-Hay que sumar
el tema de los cazadores submarinos. En los últimos 10 años, la biodiversidad
ha disminuido enormemente y han desaparecido especies de gran tamaño como los
pargos, varias especies de meros, robalos, loros verdes e incluso las grandes
rayas que antes eran muy comunes. La única que queda en la zona es una que
habita entre las rocas y además es pequeña. Por eso a los arponeros solo les
importa las rayas grandes.
En los fondos
del mar, buceando, se encontraba un montón de fauna típica de estos lugares,
como el caballito de mar. Son víctimas del arrastre. Hay una disminución
significativa no solo del número de especies, también de la abundancia.
Lamentablemente no tenemos datos, números, pero es evidente a la vista.
-¿Entonces
usted asocia esta disminución de especies directamente a la actividad de
pesca ilegal?
-Claro, totalmente.
Tienes que ver la cantidad de especies que extraen y que matan por las
puras. Una de las especies que han desaparecido es el falso volador, un
pez que acompaña a la merluza y también salía a las orillas. Tienen una tasa de
crecimiento muy lento y el arrastre las está desapareciendo. El arrastre está
orientado básicamente a langostino y algunas otras especies grandes. Antes, los
peces pequeños no los usaban y los devolvían al mar. Pero ahora, como no hay
peces grandes, a estos peces pequeños los están fileteando, los cortan y lo
venden ya en cuadraditos para ceviche. Todos los juveniles de 10 a 15 cm son
ceviche y los más chiquitos todos se botan. Entonces, los pescadores
artesanales legales están angustiados porque la pesquería está bajando porque están
matándose todos los juveniles.
-Y eso hace que
el precio del pescado se incremente en los mercados…
-Eso es
clarísimo. Porque todavía hay autoridades que siguen creyendo que el Perú es
uno de los países de pesquería más ricos del mundo, que somos potencia mundial
en pesca, etc. Si tú lo ves como anchoveta, podríamos decir que sí, pero
solamente con anchoveta. Los pescados de consumo, excepto el bonito, están
disminuyendo de una forma dramática debido a la pesca ilegal.
La otra pesca
que se da un poco más al sur son los chinchorros. Y hay otro problema, la pesca
con chinchorro, que es con una red pero operada desde la playa. Está orientado
a lenguado y corvina, pero sale de todo. Usan unas mallas que matan una
cantidad de pescado impresionante. Está prohibido por ley, pero no se controla.
¿Hay daño
realmente? Solo hace falta ir a los mercados y mirar los precios de los
pescados. La mitad de los peces que se están vendiendo en los mercados,
en los supermercados son importados porque no hay pescado en el Perú. Para
consumo humano hay muy poco pescado y es caro. Entonces, ahí vas a encontrar
tilapia, basa, filete nórdico, salmones, truchas. Y en pescado marino pocas
especies, poca abundancia, tamaños pequeños y caro. El jurel que antes era tan
abundante en el Perú, ahora se está trayendo de Chile. ¿Qué mejor prueba de que
algo está ocurriendo? Y todo tiene que ver con pesca ilegal, falta de control.
-¿Qué
información certera se tiene de la biodiversidad que se está perdiendo en la
costa peruana?
-Para eso se
tiene que hacer seguimiento. Yo tengo datos en números de especies registradas
en diferentes épocas y hay una disminución. También hay temas ambientales. Es
un poco difícil. Si uno tuviese monitoreo en un lapso determinado de
ciertas especies que son afectadas por este tipo de pesquería, podríamos tener
información con números. Pero no lo tenemos, ese es el problema.
-¿Es decir que
pueden seguir disminuyendo las especies y la masa de fauna marina y no se va a
saber?
-Claro, en
número no se va a saber. Los datos indirectos son la falta de pesca y los
precios altos. Desde los últimos diez años, y más aún en los últimos cinco
años, la desaparición ha sido muy marcada.
-¿Se tiene
certeza de algunas especies que están en peligro de extinción debido a la pesca
ilegal?
-Hay varias
especies pero son muy poco conocidas. Por ejemplo, el angelote, que
culturalmente tiene mucha importancia porque sus huevos se usan para medicina
tradicional. Eran una especie muy abundante en la antigüedad, pero el arrastre
los ha terminado. Parece una raya pero en realidad es un tiburón plano. Crece
muy lentamente, por eso no soporta este tipo de pesquería de arrastre. Esa es
una especie casi extinta en el mar peruano. Hace años que no veo esta especie.
-¿Qué otras
especies amenazadas conoce en el litoral peruano?
-La población
de caballitos de mar ha disminuido enormemente. Está prohibida la exportación,
sin embargo Perú sigue siendo uno de los países que más exporta caballitos de
mar. También de manera ilegal. Solamente basta ver la cantidad de gente que
anda recolectándolos, secándolos, acopiándolos para mandarlos a Lima. En
Parachique (Piura) hay casas donde dice “se compra caballitos de mar”. Es
ilegal pero está a la vista de todos.
Antes, en un
día de buceo podías ver 15 o 20 caballitos de mar. Ahora te metes 3 o 4 días buceando y encuentras uno. Por un
lado las arrastreras y las bolicheras que los extraen y por otro lado están los
buzos, que entran a sacarlos. Mientras haya compradores, van a seguir
extrayéndolos.
-¿En la pesca
ilegal se conoce las vías de tráfico de estas especies prohibidas?
-El problema es
más fácil de encontrar porque son ciertos puntos donde se acopia y se vende.
Entonces, son unos 3 o 4 buzos en esta zona (entre Punta Sal y Cabo Blanco) los
que extraen directamente y las arrastreras, casi todas desembarcan en el puerto
ilegal de Quebrada Verde (El Ñuro). Hay otro punto de desembarque de
arrastreras ilegales en El Rubio (Tumbes, entre Punta Sal y Máncora). Hay
quienes lo secan y esperan a que llegan los acopiadores de Lima.
Estamos
hablando posiblemente de toneladas al mes que están saliendo del país
ilegalmente cada mes. Van principalmente a China y Corea. Pero ¿cómo puede
salir por aduanas este producto que es ilegal? Conversando con la gente que compra,
que lo secan, dicen que son ciudadanos chinos los que compran, algunos peruanos
y para sacarlas las mezclan con aleta de tiburón.
Además, en el
mercado de artesanía todo el mundo vende montones de caballito de mar a un
Nuevo Sol. También ofertan caparazones de tortugas. De vez en cuando
hacemos campañas para evitar la venta de estas especies prohibidas. Los
comerciantes esconden estos productos un mes y luego vuelven a sacarlas.
Entonces, es una actividad que se da a vista y paciencia de todos.
-¿Qué entidades
del Estado deberían estar investigando este comercio ilegal?
-En todas
partes del mundo se establece que la fauna silvestre vive en estado de
libertad, en independencia del hombre, sin excepción. En nuestro país, la ley
estable eso con la excepción de aquella que cumple su ciclo biológico completo
dentro del mar. Entonces, todos los peces, invertebrados, para nuestra
legislación (y somos únicos en el mundo que tenemos cosas tan “brillantes” como
esa), no es fauna silvestre. No se rige por las normas de protección de
fauna silvestre, como son las listas de especies amenazadas, categorías de
amenazas, nada de eso se cumple para la fauna marina. Solo se les menciona
como recursos hidrobiológicos, de los que obtienes beneficios
económicos.
Entonces, al no
ser fauna silvestre, el único dueño de la conservación y el manejo es el
Ministerio de la Producción. Pero dentro de su normativa tampoco hay nada que
tenga que ver con áreas naturales protegidas, con especies amenazadas, en
peligro de extinción, etc. Ahí hay un tremendo vacío. Yo tengo una lista de
especies de fauna silvestre amenazadas del Perú, pero está como una lista, con
características, etc, por lo que no entra dentro de la categoría de especies
amenazadas.
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