sábado, 16 de noviembre de 2013

¡Protección policial de persona, dúo, grupo o gobierno en delitos!


Por Guillermo Olivera Díaz
godgod_1@hotmail.com

A propósito de una persona, dupla, grupo o gobierno protegidos, por una costosa maquinaria policial, mientras delinquen, acomodándose  a la sombra de una montada seguridad.

En Criminología, cuando se habla de la eficaz pareja criminal no interesa si son monozigóticos, siameses, bivitelinos o íncubo y súcubo sus copartícipes, o cual fuere su imbricación, sino su trascendencia en el tenebroso mundo delincuencial, de ayer y de hoy; tampoco resulta creíble, que la complejidad de la tarea ilícita emprendida corresponda a una sola persona, vigilada con singular desmesura, o modesto grupo, por más kilométrico prontuario que exhiban.

En el momento presente, en Lima, Perú,  de veras nos estremece que se hayan utilizado, ¡sin que el gobierno y un ciego ministro suyo lo sepan!, durante un año y medio, 8 vehículos patrulleros de la policía, un  carro portatropa, una tanqueta,  20 policías uniformados y con sueldos pagados puntualmente cada mes,  para la custodia diaria, ¡no de una persona y su padre sin función pública alguna!, sino de un rico material y equipo sofisticado de chuponeo telefónico y un costoso inmueble que puede ser público, pero a nombre de un particular (Oscar López Meneses), el  curtido operador, para en él consumar sus fechorías con la protección inusual.

¿Basta el teléfono o el concierto verbal para distraer, peculando, bienes o fondos del Estado, en detrimento de la seguridad ciudadana? ¡Claro que no debe bastar!

Parece que el nefando crimen y su pena que configura el Derecho Penal no causan intimidación alguna (prevención general) sino que más bien enseñan el modo propedéutico de esquivar, como el que ensayan sus protagonistas, sean generales, almirantes o asesores palaciegos, tirándose uno al otro la resbaladiza pelota, con el pueril  y recusable “a Oscar López Meneses no lo conozco”, “tú fuiste”, “yo no fui”; “tú  me pediste, por teléfono, un patrullero SUAT”, “yo no te pedí”.

Urgen ser apreciados los vídeos a montones que existen; los partes diarios de esos 20 policías vigilantes; y sus testimonios por ser testigos presenciales del evento criminal.

¡La primera detención preventiva que el fiscal debe pedir y el juez ordenar, con urgencia, es la de Oscar López Meneses, como recipiendario de tamaña y dilatada protección policial para todo lo que había y sucedía dentro del inmueble, seleccionado con clarísima impostura oficial!

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