En la Misa de Gallo, el papa Francisco le pidió a
los 1.200 millones de católicos que no se dejen "intoxicar" con las
posesiones materiales.
En su homilía de Navidad, ofrecida en la basílica
de San Pedro, el pontífice hizo un llamado para que haya más sobriedad en un
mundo obsesionado como "el consumismo y el hedonismo, la riqueza y la
extravagancia".
Durante la misa, que celebró frente a unas 10.000
personas, el Papa indicó que es el tiempo de "descubrir una vez más
quiénes somos".
Hizo un llamado para que los creyentes muestren la
misma sencillez que el niño Jesús, "nació en la pobreza de un pesebre pese
a su divinidad" para inspirar vidas.
"En una sociedad que con frecuencia está
intoxicada por el consumismo y el hedonismo, la riqueza y la extravagancia, las
apariencias y el narcisismo, este niño nos llama para que actuemos con
sobriedad, en otras palabras, para que actuamos de una forma simple,
balanceada, consistente, para ser capaces de ver y hacer lo que es
esencial", indicó.
"En medio de una cultura de indiferencia
que se vuelve despiadada, nuestro estilo de vida debería ser devoto, lleno de
empatía, compasión y misericordia".
Seguridad
En la emblemática plaza, la seguridad fue muy
estricta. El ingreso a la basílica de San Pedro
siguió estrictas medidas de seguridad. Los agentes policiales
establecieron puntos de control en el área que rodea el Vaticano.
Los fieles que entraron en la basílica tuvieron que
pasar por detectores de metales. Expertos indicaron que el Papa aprovechó la
homilía para reflexionar sobre los temas claves de sus tres años como líder de
la Iglesia católica: la misericordia, la compasión, la empatía y la justicia.
"En un mundo que con demasiada frecuencia
es despiadado con el pecador e indulgente con el pecado, necesitamos cultivar
un sentido fuerte de justicia, para discernir y hacer la voluntad de
Dios", dijo.
Siria y Libia
Horas después, en su mensaje tradicional de
Navidad, el Papa Francisco hizo un llamado por la paz y la reconciliación en
las zonas de conflicto. El Papa Francisco pidió
por la paz en el Medio Oriente.
El pontífice dijo que rezaba por el éxito de las
recientes resoluciones de las Naciones Unidas para la paz en Siria y en Libia. El
religioso también habló de los "atroces actos de terrorismo"
en Francia, Líbano, Egipto, Túnez y Mali. Miles de peregrinos se concentraron
en la Plaza de San Pedro para escuchar sus palabras.
Los mártires de hoy
En su mensaje, que se conoce como "Urbi et
Orbi" (A la ciudad y al mundo), el Papa dijo que "precisamente
donde el hijo de Dios encarnado vino al mundo, las tensiones y la violencia
persisten".
Hizo entonces un llamado a los israelíes y
palestinos a reasumir diálogos directos y pidió que se concreten los esfuerzos
internacionales para ponerle fin a las "atrocidades" en Libia y
Siria.
Desde el balcón de la basílica de San Pedro, el
pontífice describió a quienes son perseguidos por su fe como "los mártires
de hoy".
Sobre la crisis migratoria, el Papa dijo que Dios
recompense a los individuos y a los Estados que generosamente trabajan para
ofrecerles ayuda y por darles la bienvenida a los numerosos migrantes y
refugiados.
BBC
MUNDO
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