José Neyra Moncada
– Director
Las aguas siguen agitadas en el mar del norte, y los
depredadores de nuestra biodiversidad marina no cejan en su intento por seguir
sacándole la vuelta a la ley, con tal de convertir en harina de pescado a todas
las especies marinas, incluidas a las que desovan y juveniles, dentro
de las cinco millas destinadas a la pesca artesanal.
Ahora se les ha ocurrido a ciertos personajes, que dicen
representar a los pescadores, ir hasta Lima para reunirse con las autoridades
de Producción para establecer una nueva área de pesca para las embarcaciones
industriales. Es decir, ahora intentan arrebatarles a los pescadores
artesanales dos millas de mar, dejándoles solo tres de las cinco establecidas,
porque para los industriales sería más práctico, económico y productivo pescar
dentro del área de pesca artesanal hasta que desaparezcan todas las especies.
Un riesgoso juego en el cual ni siquiera se piensa en la
preservación de nuestro mar, sino solo en la rentabilidad que significa la
pesca indiscriminada para unos cuantos. A este paso, los malos dirigentes
pedirán luego pescar dentro de las tres millas destinadas a la pesca artesanal,
con lo cual se terminarán con las últimas especies marinas.
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