miércoles, 24 de mayo de 2017

¿Hacia dónde apuntan?


Eduardo Mendoza Seminario
Lalomes6@hotmail.com                                                  

En mi primer comentario sobre el escándalo internacional de Odebrecht argumenté el “tufo político” que percibía. Prosiguiendo con “quien más tiene más quiere tener” y un tercero que lo titulé “en quien creer”. Pues bien, hoy por la forma como se vienen desarrollando los acontecimientos sobre el mismo asunto, tengo el pálpito que se está tergiversando el camino correcto que comenzó en el departamento de investigación de E.E.U.U., Brasil y Suiza.

Pienso que el objetivo no es el ex presidente Alejandro Toledo, sino más bien una bala trazadora o luz de bengala para distraer la atención. De no ser así se ha podido discernir sobre el voto de conciencia del juez, recurriendo a la figura legal de comparecencia restringida, sin necesidad de la prisión preventiva. Los especialistas de diversa ideología observan incluso la figura de la deportación y extradición, dando a entender que la cosa tiene para rato. Paralelamente se ha desatado una campaña de movilizaciones en Lima y descentralizadamente a nivel nacional. Siguiéndoles la cola el Congreso, aprobando por “unanimidad”la imprescriptibilidad de los delitos, a sabiendas que sus papis están hasta el cogote.

Efectos inmediatos: la paralización del Gasoducto Sur Peruano, GSP, preocupante por ser un proyecto de gran envergadura, inversión importantísima para beneficio de la nación.Lo mismo sucederá con el Aeropuerto de Chincheros en el Cuzco. Y otras que están en el brasero, incluyendo empresas peruanas consorciadas, caso Graña y Montero, vinculada a otros sectores productivos.

El poder judicial “se pone las pilas” tratando de impresionar con la selección de 14 jueces que integrarán el Sistema Nacional Especializado en Delitos de Corrupción de Funcionarios. Serán capacitados por la Academia de la Magistratura y empezarán su labor el 31 de marzo del presente. Y se olvidan que una “figura” judicial para tentar delitos son las famosas “medidas cautelares”, concedidas a empresas que han sido observadas por instituciones del Estado, en las licitaciones de obras y adquisición de bienes y servicios.

La cosa se torna espeluznante, porque se está comprometiendo a importantísimas empresas peruanas de prestigio, consorciadas con Odebrechtque a su vez comprometen a las Administradoras de Fondo de Pensiones, AFPs. Y tenemos para más. Ya se discute el modelo económico, trastocando ideologías. Los colaboradores eficaces y delaciones premiadas, en cierta forma, “traidores”, tienen que probar convincentementelas fechorías cometidas por sus jefes o patrones. ¿Porque callaron en su oportunidad? “El que calla otorga”


Pensando en términos cristianos, lo de Odebrecht es un rosario, no de ave marías sino de pecados mortales, con derecho al perdón, pero, acorde a una penitencia. Hay indicios, de allí el titular de este comentario.

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