Las Comercializadoras Versus Las Distribuidoras de
Gas
ESCRIBE:
JORGE MANCO ZACONETTI
Viernes
1 de septiembre de 2017
Debo cuestionar la
masificación del gas natural a partir de las concesiones en la distribución que
suponen la práctica de principios basados en la exclusividad y el privilegio,
caso Contugás (Ica), Gas Natural Fenosa (Arequipa, Moquegua y Tacna), Gases del
Pacífico (Chimbote, Trujillo, Pacasmayo, Chiclayo, Cajamarca), y Gases del
Norte, los cuales afectan a empresas privadas que apostaron a su cuenta y
riesgo desde tiempo atrás, invirtiendo y generando empleo en la
comercialización de gas natural comprimido (GNC) y gas natural licuado (GNL)
para las empresas industriales y grifos, las cuales serían desplazadas faltando
a los principios de libre competencia.
Es el caso de las
empresas Gascop en Piura, Neogás, Clean Energy, Energigas, Indox, Cryo Energy,
EGP, empresas medianas que apostaron por la cultura del gas, invirtiendo
capitales conseguidos con mucho sacrificio en las provincias del sur y norte
del país, y que hoy se verían perjudicadas por el propio estado para favorecer
a dos empresas que en un cuestionado proceso ganaron los derechos para ejercer
la concesión en la distribución de gas natural, Fenosa de España en el sur
(Arequipa) y Promigas de Colombia a través de su filial Gases del Pacífico.
Es más, Promigas
con el nombre de la empresa Gases del Norte estaría en la espera del Ministerio
de Energía y Minas de obtener la autorización en la concesión en la
distribución de gas natural en Piura.
En el departamento
piurano castigado por el Fenómeno del Niño, se cuenta con importantes reservas
de gas natural que no encuentran mercado, existe una grave diferencia entre la
empresas de hidrocarburos Olympic que opera el lote XIII y la empresa de
generación Enel Generación antes Eléctrica de Piura S.A. contra la empresa
Gases del Norte, filial de la colombiana Promigás, proceso que retarda la
resolución final que autorice la concesión de distribución de gas natural.
Es más, al no
tener como clientes de la red de distribución a la planta de generación
eléctrica (Malacas) propiedad de la transnacional italiana Enel Distribución
Piura y a la Refinería de Talara de PetroPerú, que representan más del 75 por
ciento de la demanda en la distribución de gas natural, prácticamente la tarifa
residencial para las 64 mil familias piuranas se haría inviable costando más de
17 soles mensuales, sin contar con los intereses del financiamiento, cuando se
prometió una tarifa de S/ 12 soles mensuales.
Si a ello se
agrega la oposición de importantes sectores sociales en Piura y Talara, e
industriales a la concesión en la distribución de gas natural a favor de la
colombiana Promigas, con variados argumentos, más la presencia de un
nuevo actor como la empresa Gastalsa que tendría derechos sobre la concesión
para la distribución en el distrito de Pariñas cuya área de influencia incorporaría
la Refinería de Talara, hace de este proceso un proceso viciado y cuestionado,
que debe servir para replantear las denominadas “concesiones a petición de
parte”
SETIEMBRE NEGRO
Menciono esta
realidad, pues el gas natural tratado en la Planta de Melchorita activo del
Consorcio Perú LNG, donde el gas se somete a un proceso de enfriamiento, es
decir el hidrocarburo se convierte a líquido para poder ser transportado en los
camiones cisterna, para luego ser regasificado en las provincias del sur y
norte donde se distribuirá en los grifos, redes domiciliarias e empresas
industriales que constituyen la “pera en dulce”.
En realidad, el
suministro de gas natural en cualquiera de sus formas a las industrias de
provincias, es el origen del conflicto entre las empresas comercializadoras y
las empresas de distribución de gas natural. Aquí existe una controversia que
debe resolver de la mejor manera fomentando los principios del libre mercado,
concertación y seguridad energética, evitando los abusos de una posición de
dominio.
Desde setiembre del
presente año, la empresa colombiana Gases del Pacífico filial de Promigas
abastecerá a las ciudades del norte como Chimbote, Pacasmayo, Trujillo,
Chiclayo y Cajamarca que serán beneficiados con el gas de Camisea que será
transportado a través de una flota de camiones cisternas desde Pampa Melchorita
(Cañete), ubicado al sur de Lima. De otro lado la española Gas Natural Fenosa
hará lo mismo en Arequipa, Moquegua y Tacna.
En verdad, las
empresas comercializadoras Gascop, Neogás, Clean Energy, Energigas, Indox, Cryo
Energy, EGP, que desde hace más de siete años han apostado por el
abastecimiento de gas natural en la forma de gas natural comprimido y gas
natural licuado, con bastante éxito demostrando la rentabilidad en el
suministro a empresas industriales y pesqueras además de grifos en distintos
departamentos, serían desplazadas del mercado de comercialización.
Sí, ahora el
propio estado a través del Ministerio de Energía y Minas castigaría el éxito de
estas empresas imponiendo sobrecostos en el peaje de la concesión de
distribución de gas natural, donde prácticamente los desaloja del negocio para
favorecer los intereses de las dos empresas concesionarias: Fenosa y Promigás
Así, se pretende
que paguen un peaje de casi US $ 4 dólares por millón de BTU unidad de calor
por usar la red de distribución. Si se tiene presente que aproximadamente
el 50 por ciento del millón de BTU resulta equivalente a un balón de gas
licuado de petróleo de 10 kilos como unidad de calor, es evidente el
sobrecosto, más aun cuando el precio del gas natural del lote 88 en boca
de pozo tiene un precio regulado de US $ 1.80 por millón de BTU para el uso
industrial. Es decir, por peaje pagarían más del doble del precio del gas natural
en boca de pozo ¡Que tal abuso se haría contra las comercializadoras!
En la práctica la
imposición y obligatoriedad de este peaje para las empresas comercializadoras
las desplazaría del mercado, peor aún si se pretende que tal norma tenga una
vigencia de 12 años tal como lo establece el proyecto de Resolución Ministerial
185-2017-EM, que debe ser corregido por la nueva responsable del sector
Cayetana Aljovín.
INDESEABLE
POSICIÓN DE DOMINIO
En verdad la
presencia de capitales colombianas debiera ser bienvenida como toda inversión
que demanda con seriedad el país. Así, el Grupo de Energía de Bogotá a través
de su filial EEGAS S.A.S. es accionista de Promigas S.A. ESP y a su vez detenta
el 40 por ciento de participación en la empresa de transmisión eléctrica Red de
Energía del Perú, y el 75 por ciento en Contugas S.A.C. (Ver Gráfica)
Contugas S.A.C. es
la empresa responsable de la distribución de gas natural en el departamento de
Ica con el gas de Camisea, la misma que tiene una grave controversia con las
empresas de generación eléctrica estatales Egasa y Egesur, y con la empresa
Aceros Arequipa, por los altos costos tarifarios en la distribución de gas
natural.
El Grupo de
Energía de Bogotá también controla el 40 por ciento de la empresa de
transmisión eléctrica Consorcio Transmantaro S.A. y la “pera en dulce” es la
presencia de la colombiana Promigas que controla el 40 por ciento de la empresa
de distribución de gas natural proveniente del lote 88 del mercado más
importante del país: CALIDDA, responsable del suministro de Gas Natural
de Lima y Callao.
Promigas S.A. ESP tiene
como principal accionista a la Corporación Financiera Colombiana S.A. que
detenta el 34.22 por ciento del capital y el Grupo de Energía de Colombia el
15.64 por ciento. Ver Gráfica
Por último,
Promigas S.A. de Colombia controla el 100 por ciento de las filiales Gases del
Pacífico S.A.C responsable de la distribución de gas natural en Chimbote,
Trujillo, Pacasmayo, Chiclayo y Cajamarca, y el 100 por ciento de Gases del
Norte S.A.C. que estaría esperando la autorización para la distribución de gas
natural en Piura.
Esto constituye
una perversa posición de dominio de Promigas que resulta ajena a los principios
de la “libre competencia” pues supone privilegios, exclusividades, altos costos
tarifarios en la distribución que serán difícilmente regulados por el
Osinergmin, afectando a demás a una serie de empresas comercializadoras
de gas natural comprimido y gas natural licuado que apostaron en el pasado por
la cultura del gas.
En verdad, esta es
una muestra palmaria que no tenemos política energética, y que las grandes
empresas del Consorcio Camisea, Perú LNG, Repsol, Promigas, las transnacionales
eléctricas imponen los principios de la competencia a favor de sus intereses,
en desmedro de los medianos capitales, empresas y del consumidor final.
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