ESCRIBE: JORGE MANCO ZACONETTI
Con los resultados
preliminares al primer semestre del 2017 respecto a los ingresos y utilidades
de las primeras dieciocho empresas que listan en la Bolsa de Valores de Lima,
se expresa un alto grado de concentración que caracteriza a la economía peruana.
En especial, se presentan a las principales empresas que operan en nuestro país
bajo principios ajenos a la “libre competencia”, el mismo que solamente existe
en los textos de economía.
Lamentablemente en la
formación académica de los economistas constituye una ausencia grave la omisión
sobre el estudio y análisis de los Grupos de Poder Económico, su estructura y
su dinámica, pues sus decisiones de inversión tienen una importancia
fundamental en la dinámica y política económica. ¿Por qué cae la inversión privada,
si siguen obteniendo importantes utilidades? Esta es una cuestión de primer
orden. En otras palabras, recordando a Carlos Malpica Santisteban: ¿Quiénes son
los Dueños del Perú?
En tal sentido, debemos
reconocer los aportes de una serie de investigadores que desde las difíciles
condiciones para la investigación independiente, han contribuido a descubrir
las relaciones entre los grupos de poder económico y sus vinculaciones con el
poder político, los partidos y los intelectuales, y claro está con la prensa
concentrada.
Por ello, debemos reconocer
la contribución pionera de Jorge Bravo Bresani, quien en los años sesenta del
siglo pasado inauguró los estudios sobre los grupos de poder, inspirando a una
serie de investigadores que en los últimos cincuenta años han desarrollado el
tema. Después de todo el ensayo “Gran Empresa Pequeña Nación” (IEP) se lee con
deleite teórico, y constituye un clásico de la historia económica.
En esa línea de
investigación, debemos agradecer la contribución de Malpica, Anaya, Alcorta,
Silva, Torres Cuzcano, y sobre todo de Francisco Durand cuyas investigaciones
han profundizado el tema en especial sobre los orígenes del Grupo Romero y los
últimos 12 Apóstoles.
¿QUIÉN ES QUIÉN?
El Ranking de Mayores
Ingresos entre las Empresas que cotizan en la Bolsa de Valores de Lima, nos
trae sorpresas dignas de un mayor análisis que superan las condiciones de un
artículo periodístico.
Lo primero que debemos
destacar es el desplazamiento de Petróleos del Perú S.A. (PetroPerú) como la
empresa líder en la generación de ingresos en la economía peruana. Esta
tendencia de afirmarse refleja la postergación que experimenta la petrolera
estatal, pues en los últimos años está limitada a las actividades de refinación
y distribución mayorista de combustibles.
Con la información
correspondiente la petrolera estatal ocupa el segundo lugar en el ranking con
ingresos de 6,200 millones de soles mejorando su performance en relación al
2016, pero con una utilidad neta raquítica 373 millones de soles, lo que
determina una tasa de rentabilidad neta del 6 por ciento. Es decir, PetroPerú
descontando los costos de venta, gastos de venta y administrativos, más los
gastos financieros de cada 100 soles de ingresos tiene una utilidad neta de 6
soles.
Desde 1993 PetroPerú
sometida a un irracional proceso de privatización de sus unidades y activos,
sin lotes de producción propia, sin la Refinería La Pampilla, que según el
cuadro estaría ocupando el tercer lugar en cuanto a ingresos generados..
PetroPerú como empresa
sometida a una serie de contratos lesivos que ninguna empresa privada
aceptaría, como el contrato de despacho y administración de los terminales que
beneficia a la cuestionada empresa Graña y Montero S.A., que dicho sea de paso
se hizo grande en el sector gracias al descuartizamiento de la petrolera
estatal.
Hoy Graña y Montero S.A. la
misma empresa cuestionada y socia de la corrupta brasileña Odebrecht, detenta
los lotes I, V, III y IV más los terminales de PetroPerú haciendo pingues
negocios gracias a la privatización.
Es más, en el nefasto
gobierno pasado, los lotes III y IV le fueron enajenados a PetroPerú para
favorecer al capital privado en nombre de la “libre competencia”. Ello debería
motivar al Congreso de República a una prolija investigación pues existiría
evidencia de favoritismo y colusión con el último directorio humalista de
PetroPerú en afectación del interés público.
Sin la empresa envasadora
de gas licuado Solgás, que fue vendida a vil precio en 1992, sin grifos propios,
sin terminales, sin participación alguna en los grandes negociados del gas de
Camisea, la petrolera estatal pese a todas las adversidades, es todavía
rentable, pero más rentable sería si fuera una empresa integrada es decir, con
producción de petróleo y gas propia.
De allí la importancia del
lote192 (antes 1-AB) para PetroPerú cuyas reservas probadas de petróleo
adquieren mayor valor en la medida que podrían ser tratadas en la moderna
Refinería de Talara a partir del 2022, pues ésta tendrá una unidad especial, la
única en el país que podrá refinar crudo pesados que son los más abundantes en
la selva nororiental.
En segundo término, al
primer semestre del 2017 la Refinería La Pampilla SAA controlada por la
transnacional española Repsol ha generado ingresos del orden de los 5,414
millones de soles, ocupando el tercer lugar en el listado, lo cual dice
bastante sobre la importancia estratégica de los derivados del
petróleo, como el diésel y gasolinas en la economía peruana.
La refinería La Pampilla al
primer semestre del 2017 ha declarado una utilidad neta de US $ 28 millones de
dólares que al cambio en soles se convierten en 93 millones de soles. Esto
significa una tasa miserable de rentabilidad neta de apenas el 1.71 por ciento.
Es decir, descontando los costos de venta, gastos de venta y administrativos,
más los gastos financieros de cada 100 soles de ingresos la refinería privada
declara una utilidad neta de 1.71 soles.
Mientras PetroPerú declara
una rentabilidad neta del 6 por ciento la Refinería La Pampilla genera una
rentabilidad del 1.7%, es decir la estatal es más de tres veces rentable que la
privada, a pesar de la prédica liberal y privatizadora.
De allí la importancia de
apostar por el fortalecimiento y modernización de PetroPerú desde el punto de
vista de la acumulación interna, pues las utilidades de la petrolera estatal se
quedan en el país, las de la competencia “fugan” mediante una serie de
mecanismos.
Ello debiera servir para
cuestionar el mito interesado de los liberales criollos que denigran el rol del
Estado en el sector de hidrocarburos, así sean rentables pues pregonan y
demandan la privatización de PetroPerú, a pesar que la evidencia comparativa
demuestra que la petrolera estatal es superior en ingresos, márgenes
operativos, netos y aporte tributario desde 1997 a la fecha en relación a la
Refinería La Pampilla.
¿QUIÉN PARTE LA TORTA?
El cuadro en referencia que
solamente muestra a las dieciocho primeras empresas en cuanto a la generación
de ingresos al primer semestre del 2017 expone una cuestión central: La
importancia del Grupo Romero en la economía y política peruana. Como conglomerado
económico participa en una serie de sectores económicos incluido el de los
hidrocarburos a través de la cadena de grifos Primax.
Como un pulpo económico
financiero en el listado aparece en un primer lugar en cuanto a la generación
de ingresos con la empresa financiera Credicorp Ltd con 6,397 millones de
soles, desplazando a las empresas de hidrocarburos y mineras.
Es más, si sumamos los
ingresos como Grupo Romero que involucra a Credicorp Ltd, más el Banco de
Crédito del Perú SA, más Alicorp SAA empresa ligada al rubro de alimentos y
servicios varios y por último considerando Rímac Seguros y Reaseguros
prácticamente los ingresos agregados superan los 13,634 millones de soles en la
muestra. ¡Prácticamente el pastel de la economía peruana lo corta el Grupo
Romero en nombre de la libre competencia!.
En relación a la
participación de las empresas mineras, al primer semestre del 2017 un honroso
cuarto lugar lo ocupa la Mra. Cerro Verde con ingresos del orden de 4,485
millones de soles superando los 3,516 millones de soles del primer semestre del
2016, lo cual resultaría un indicador de la mejoría de los precios del cobre y
de los mayores volúmenes exportados.
En el mismo sentido, la
Southern Perú Copper Corp. que opera los yacimientos de Cuajone y Toquepala
cuyos concentrados son refinados en la Fundición de Ilo también expresa una
mejoría en cuanto a sus ingresos. Así, se ubica en el séptimo lugar con
ingresos del orden de los 3,396 millones de soles superando los ingresos del
primer semestre del 2016 que sumaron los 2,873 millones de soles.
De la muestra de las
primeras dieciocho empresas cuatro están constituidas por entidades bancarias,
ocupando el Banco de Crédito el puesto 6º, el BBVA Continental ubicándose en el
puesto 9º, seguido por el Interbank que ocupa el puesto 12º para terminar con
el Scotiabank que retiene el puesto 13º.
A pesar de las dificultades
económicas y la declarada recesión los bancos no tienen pierde, pues la mayoría
de los bancos incrementan sus ingresos en el primer semestre del 2017 en
relación al período anterior. Ello tiene una razón explicativa gracias a los
perversos diferenciales entre las bajas tasas de interés pasivas (depósitos de
ahorro) y las altas tasas activas de interés que cobran los bancos por los
préstamos bancarios, que pueden superar el 40 por ciento anual, lo cual refleja
el alto nivel de concentración financiera.
También debemos identificar
el bajón que ha tenido Telefónica del Perú en cuanto a los ingresos al primer
semestre 2017/2016, pues ha pasado de un honroso tercer lugar en el 2016 con
4,629 millones de soles a un quinto lugar en el 2017 con ingresos del orden de
4,205 millones, lo cual estaría demostrando la feroz competencia por captar más
clientes con otras empresas del sector telefónico Claro, Bitel, etc.
Por último, debemos
destacar el lugar que ocupan las dos empresas de distribución eléctrica que son
responsables del suministro en la ciudad capital. Tanto Luz del Sur que se
ubica en el puesto 15º y Enel Distribución antes Edelnor en el puesto 17º
obtienen importantes ingresos y utilidades a pesar del menor crecimiento de la
economía peruana.
En verdad, la entrada más
fructífera para el análisis económico y político es el reconocimiento de la
importancia y los altos niveles de concentración de la producción y de la
propiedad que tienen los Grupos de Poder (Romero, Brescia, Rodríguez Banda,
etc.) articulados a las grandes transnacionales que operan en los diversos
sectores de la economía peruana, pues ellos son los Dueños del Perú.
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