SOLGAS BAILA CON LA CUECA
ESCRIBE : JORGE MANCO ZACONETTI
El GLP, el gas licuado de petróleo
es una mezcla de dos hidrocarburos, propano y butano, que tiene una demanda
creciente con niveles superiores a los 60 mil barriles diarios. Se puede decir,
que después del diesel 2, el propio gas natural, el tercer derivado en
importancia en el mercado de combustibles es el GLP, que como afirmaba en el
artículo anterior tenemos que importar mayores volúmenes para satisfacer el
mercado interno. ¡Es decir de autónomos en este combustible hemos pasado a ser
importadores por falta de planeamiento estratégico!
Este es un combustible básico en
la canasta familiar que se vende en cilindros de 10 kilos y a granel, de uso
doméstico, comercial y en el transporte, con precios superiores a los S/ 40
soles el balón y en provincias llega
costar por encima a los S/ 50 soles, lo que constituye todo un abuso de mercado, a vista y paciencia
del organismo regulador.
En un mercado tan rentable como el
envasado, y distribución del GLP una de las noticias más importantes fue la
transferencia del negocio de la empresa emblemática Solgas, que en 1992 fue
privatizada a “precio de huevo roto” como filial de PetroPerú, en un proceso
que hemos denominado de transferencia de riqueza, desde el estado hacia el
capital privado, sobre todo para favorecer a los grupos económicos nativos y
empresas transnacionales.
CHILENOS
COMPRAN SOLGAS
Así, en junio del 2016 el grupo
chileno COPEC a través de su filial Abastible S.A. le compra a la española
Repsol Gas la mayoría accionaria de Solgas S.A., empresa dedicada al envasado,
distribución y comercialización de GLP con una participación superior al 25 %
en dicho mercado en nuestro país, en competencia con Lima Gas, Delta Gas, Z
Gas, Delta Gas, Pecsa entre otras empresas.
El precio pagado en dicha
transacción fue de US $ 263.4 millones de dólares, el cual incluye en su
valorización el reconocimiento de un valor por concepto de “inmueble,
maquinaria y equipo” un valor equivalente de US $ 196 millones; por el activo
intangible, uso de marca reconocida en el mercado, es decir la marca Solgas se
fijó un valor de US $ 23.9 millones y por el valor de la lista de los cientes
pues se pagó un valor de US $ 22 millones de dólares.
El precio desagregado del valor pagado por la empresa
Solgas está publicado en las Notas a los Estados Financieros de Abastible S.A. y Afiliadas en diciembre del
2016, y llama la atención como en las transacciones entre privados se valoriza
todo, el nombre es decir la marca, el listado de clientes, proveedores etc.
Solamente por el derecho de marca
los chilenos de Abastible tuvieron que abonar US $ 23.9 millones, que resulta
una suma más de tres veces superior a los US $ 7.5 millones de dólares que
percibió el estado en la venta de la rentable filial Solgas en la privatización
fragmentada de PetroPerú, en agosto de 1992.
Antes de la privatización Solgás
tenía ingresos por ventas más de 45 millones de dólares, con plantas de
envasado en varios puntos del país, un edificio de varios pisos en el corazón
de San Borja, y generaba utilidades netas superiores a los US $ 2 millones
anuales.
Es decir, como filial de PetroPerú
era una empresa rentable, bajo responsabilidad privada es más rentable todavía
a costa de los sufridos consumidores que tienen que abonar precios excesivos
por un balón de 10 kilos. Si antes de la privatización se pagaba S/ 5 soles por
un balón de 24 libras (10.5 kilos) hoy se paga más de S/ 40 soles por un
cilindro de 10 kilos.
¡Esto significa que a los
consumidores nos han sustraido peso por cilindro y los precios se han disparado
ocho veces gracias a la privatización!
RENTABILIDAD
DEL NEGOCIO
Siempre he afirmado que la mejor
forma de potenciar a la petrolera estatal PetroPerú S.A. está en relación a la
integración de sus operaciones, y en particular su participación en el
envasado, distribución y comercialización de GLP como una forma efectiva de
regular el mercado, evitar los abusos de mercado y sobre todo rentabilizar un
negocio a precios razonables.
Sin embargo, cuando expuse tales
ideas en el 2012 algunos gerentes de la empresa estatal se mostraron contrarios
a dicha iniciativa, pues indicaron que no era un negocio muy rentable, pues
existen más de 100 empresas envasadoras, en un mercado muy competitivo.
Sin embargo, la realidad nos
expresa la rentabilidad del negocio tal como se puede exponer en el cuadro de
ingreso y utilidades de la empresa Solgas entre el 2005 al 2017, en una
reconstrucción que hemos elaborado tomando como fuente principal de información
la publicación “The Top 10,000 Compañías”, un documento fundamental en la
investigación económica/financiera.
En el período 2005 hasta el 2012,
se puede observar el aumento de los ingresos de US $ 178.8 millones bajo
responsabilidad de Repsol/ YPF Comercial del Perú S.A. para sumar los US $ 507
millones de ingresos con utilidades de US $ 29.9 millones de dólares, tal como
se puede observar en el cuadro respectivo.
En el 2013 bajo el rótulo de
Repsol Gas del Perú hasta el 2017, los ingresos fluctuan entre los US $ 529.8
millones de dólares para llegar a los US $ 279 millones en el 2017 según
estimación de The Top.
Debiera ser evidente que con una
presencia nacional en el mercado de GLP superior al 25 %, la rentabilidad del
negocio está asegurada, por ello la chilena Abastible pagó más de US $ 263
millones de dólares que los recuperará en el mediano plazo. Se debe precisar
que en última instancia los crecientes ingresos y utilidades de la empresa los
financia el sufrido consumidor.
REGULACIÓN EN
FALTA
En un artículo anterior señalaba
algunas distorsiones en la elaboración de este derivado básico en la canasta
familiar. Como es de público conocimiento en promedio el 90 % de este derivado
se obtiene a partir del fraccionamiento de líquidos de gas natural que tienen
un precio de US $ 10 hasta US $ 15 dólares más baratos en relación al petróleo
crudo.
También hacíamos mención a la
declinante producción interna de GLP sea en las plantas de fraccionamiento de
Pisco bajo responsabilidad de Pluspetrol Perú Corporation, de Aguaytía, en
Procesadora Gas Pariñas bajo administración de Savia Perú y de la planta de
Graña y Montero en Talara.
Debiera ser evidente que ante una
declinante producción interna de GLP que llega en promedio en el 2018 a los 42
mil barriles diarios frentea una demanda diaria que supera los 60 mil barriles
de GLP, los saldos negativos se tienen que cubrir con crecientes importaciones.
Ello hace urgente aumentar la
capacidad de almacenamiento y lo que es más grave se hace evidente nuestra
vulnerabilidad frente a los anómalos oleajes que imposibilitan la carga y
descarga normales de GLP de los buques tanqueros.
Esta realidad se agrava con los
inusuales maretazos producto del Fenómeno del Niño, que hace menos de tres años
provocó un des abastecimiento artificial, con una disparada de precios de GLP
en Lima, donde se llegó a pagar más de 60 soles por un balón de 10 kilos.
REGULACIÓN
AMIGABLE
Una regulación efectiva en defensa
de los intereses de los consumidores no puede ser amigable, complaciente con
los intereses de las empresas, que buscan siempre la “maximización de las
utilidades”. ¡Esto está en el ADN de ser capitalista!
Una regulación moderna debe tener
conocimiento de la estructura de los costos, de los diversos costos
productivos, de transporte, financieros, de carga y descarga, almacenamiento
etc. que le cargan a los consumidores. Ello es urgente y necesario pues por
ahora el 90 % del GLP consumido, es producido localmente y la tendencia es a la
disminución, por la vigencia de la ley de los rendimientos marginales en los
campos de los lotes 88, 56 y 57.
Una regulación moderna no puede
reducirse al anuncio del “Programa Facilito” donde el Osinergmin organismo
regulador por excelencia publica el listado de locales con los precios de los
combustibles más baratos como el GLP. ¡Como si las amas de casa programasen sus
compras de esta manera!
Si el organismo regulador
desconoce los abusos y distorsiones en los precios y costos en la producción de
GLP. Si no asume el problema de las ganancias excesivas y hasta cierto
especulativas, no se puede hablar de una regulación efectiva.
Ello es más grave cuando la
producción de GLP para el consumo residencial que está hasta cierto punto de
vista regulado, por medio del “Fondo de Estabilización de los Precios de los
Combustibles” con precios menores, es cada vez más evidente que muchas
estaciones de servicios (grifos) venden GLP originalmente obtenido en balones
de 10 kilos (precio regulado), y lo expenden a granel (a precio más caro),
ganando la diferencia, a costa de los consumidores.
ROL DE
PETROPERÚ
La petrolera estatal es un
productor marginal de GLP pues en lo que va del 2018 no produce en promedio más
de 3 mil barriles diarios del GLP por medio de su refinería de Talara, en un
proceso técnico complejo que pasa de la destilación primaria, destilación al
vació y sobre todo de craqueo catalítico. Es más, cuando termine su
modernización en el 2021 estará en capacidad de producir hasta 7,500 barriles diarios de este derivado
del petróleo.
Como hemos señalado el GLP se pude
obtener a base del petróleo mediante las refinerías y sobre todo de las Plantas
de Faccionamiento de los Líquidos de Gas Natural. Por ello en este negocio PetroPerú
gana más como distribuidor mayorista que como productor.
Me explico. La petrolera estatal
en los últimos años ha producido en su Refinería de Talara un promedio de 4
barriles diarios de GLP pero vende entre 12 a 14 mil barriles diarios de este
esencial derivado. Así, Petroperú le compra a la empresa Pluspetrol en la
planta de Pisco importantes volúmenes de GLP para poder abastecer a sus
clientes, las empresas envasadoras que ofrecen los precios más bajos del
mercado de GLP.
Esta es una regulación más
efectiva en el mercado, pues regula vía precios de mercado, donde en un negocio
de márgenes la petrolera gana como distribuidor mayorista, pero ganaría más si
tuviese su planta de envasado como era Solgas en el pasado.
En un mercado nacional de GLP que moviliza
más de 60 mil barriles diarios con tendencia al aumento, PetroPerú solamente
produce 3 mil barriles, distribuye como mayorista no más de 12 mil barriles
diarios de GLP obteniendo importantes utilidades que se quedan en el país.
Por último, la compra que realizó
la empresa chilena Abastible S.A. a la transnacional española Repsol de la
empresa de envasado, distribución y comercialización de GLP Solgas, demuestra
la importancia y rentabilidad de un negocio que en última instancia el sufrido consumidor
financia los ingresos y utilidades con graves distorsiones de mercado, a vista
y paciencia del organismo regulador.
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