Hondo pesar ha causado en Piura la muerte de monseñor Oscar Cantuarias Pastor, quien fuera arzobispo de esta diócesis por 25 años y luego su Arzobispo Emérito. Su partida fue comunicada ayer muy temprano por la Oficina de Prensa del Arzobispado de Piura. De inmediato las muestras de dolor y pesar se hicieron sentir en las redes sociales y en las calles de Piura. Sus restos serán sepultados mañana jueves en el cementerio San Miguel Arcángel.
Teo Zavala Palacios diario El Tiempo de Piura
Piura.- La mañana amaneció fría, a pesar de ser noviembre, como anunciando una gran pena. La noticia de la muerte de monseñor Oscar Cantuarias llegó al iniciar la jornada a las redacciones de los periódicos y de inmediato se extendió por las redes sociales. Antes del medio día, toda la ciudad lamentaba la partida de uno de los obispos más controversiales, pero también muy querido y respetado. En colegios, universidades y hasta en las calles, se lamentaba la muerte de este sacerdote, quien no se calló cuando tuvo que defender al pueblo y que a la oración sumó la acción. Igualmente muchos alababan la decisión de sepultarlo en Piura, tierra a la que amó profundamente.
Monseñor Cantuarias Pastor se quedará para siempre aquí, porque así lo quiso. Así lo pidió y lo hizo saber a sus allegados. Él quiso quedarse junto a los piuranos de quienes decía “tienen un corazón grandazazaaaazo”.
Monseñor Cantuarias Pastor se quedará para siempre aquí, porque así lo quiso. Así lo pidió y lo hizo saber a sus allegados. Él quiso quedarse junto a los piuranos de quienes decía “tienen un corazón grandazazaaaazo”.
Don Oscar Cantuarias llegó a Piura para ser pastor del pueblo católico en 1981 y se quedó para siempre. Veinticinco años compartiendo las vivencias de este pueblo, caminando de la mano con él, le dieron el derecho de quedarse para siempre en los corazones de los piuranos. Él hizo suyas las causas de piuranos y tumbesinos. Estuvo al frente de sus luchas y compartió sus sueños y sus desencantos. Estuvo con nosotros durante los dos eventos El Niño y ayudó a las autoridades con su consejo, pero también habló fuerte cuando fue necesario exigir atención por parte del Gobierno Central.
Por ello, recordar al obispo emérito de Piura, monseñor Oscar Ronald Cantuarias Pastor en estos momentos, es verlo liderando la marcha para conseguir la Reconstrucción de la ciudad de Piura, después del Fenómeno El Niño de 1983. Estuvo con las autoridades exigiendo desde la Plaza de Armas los recursos por la explotación del petróleo o canon petrolero. Y hasta formó parte de la dirigencia del Frente de Defensa de los Intereses de Piura.
Monseñor Oscar Cantuarias fue un piurano más y vivió cada uno de los momentos difíciles de esta región, junto con los líderes piuranos. Estuvo con Tambogrande en su lucha a favor del medio ambiente. Siempre se identificó con las causas nobles y justas y por ello impulsó la creación de la Caja Municipal de Piura, el Hogar del Niño Piurano. En la época del terrorismo, lideró las marchas por la paz. También estuvo presente en la gran marcha por la paz convocada durante el conflicto Perú- Ecuador en 1995.
Los piuranos lo recordamos caminando por la avenida Grau, tomando café en El Chalán con los niños lustrabotas de la Plaza de Armas o conversando con algún vecino de la ciudad en “El Romano”, acompañado muchas veces por “Cholita”, su fiel y consentida perra.
En 1984, Cantuarias trabajó arduamente para que la visita del hoy beato Juan Pablo II sea un éxito. Y lo logró.
Además, fue el consejero espiritual de muchas familias piuranas, una de ellas fue la de la alcaldesa Ruby Rodríguez, quien lo recuerda con mucha pena, porque siempre lo consideró su amigo
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