Jorge Manco Zaconetti |
ESCRIBE:
JORGE MANCO ZACONETTI (Investigador UNMSM)
La Revista Forbes publica anualmente quiénes son los
más ricos en el mundo. En América Latina y en el Perú llama particularmente la
atención la posición de la riqueza proveniente de la explotación de los
recursos naturales, concretamente de la actividad minera.
Según listado, en un quinto lugar el grupo
Hochschild aparece después del grupo Belcorp de la familia Belmont
especializado en la producción de cosméticos y bienes relacionados con la
belleza, luego del grupo financiero Rodríguez Pastor que ocupa un segundo
lugar, seguidos de las hermanas Brescia Cafferata del grupo BRECA, aparece
Eduardo Hochschild cuyo grupo empresarial se constituye en un importante
productor mundial de plata. (Fuente Diario Gestión 4 Marzo 2014)
En verdad, sorprende la ubicación del grupo
Hochschild entre los más ricos en el Perú superando por ejemplo el patrimonio
del Grupo Buenaventura de la familia de los herederos del recientemente
fallecido Don Alberto Benavides de la Quintana considerado como el patriarca de
la minería peruana, que tiene su origen en la explotación primigenia de la
unidad argentífera de Julcani ubicada en la provincia huancavelicana de Lircay.
Así, también superaría el patrimonio de los herederos
de Roberto Letts también fallecido, hacedor del grupo Volcan, a partir de las
unidades de Carahuacra y Ticlio en el departamento de la sierra central del
Perú, Junín.
Cabe preguntarse el origen de la fortuna del grupo
Hochschild, sobre los mecanismos que permitieron el aumento de la riqueza que
tiene como una expresión el patrimonio empresarial. A la juventud de su líder
habría que sumar la audacia en la utilización de los propios mecanismos de
mercado para levantar capitales, listando por ejemplo en la Bolsa de Londres,
lo cual expresa el reconocimiento empresarial a nivel internacional.
En el mismo sentido cabe interrogarse sobre la
rápida expansión de sus actividades no solamente en el Perú sino también con
operaciones en Argentina, México, Chile, Canadá con más de 40 proyectos mineros
que aseguran su posicionamiento a nivel mundial.
Con la información disponible el grupo Hochschild en
el 2012 con sus actividades mineras en el Perú, con la producción de sus
unidades Ares, Arcata y Pallancata que sumaban los 14.85 millones de onzas de
plata pagada como concentrado ocupaba el tercer lugar en la producción entre
las 15 Minas Productoras a Nivel Mundial, superando a transnacionales
reconocidas como BHP Billiton, Fresnillo, Polymetal, Buenaventura entre otras.
(Ver Cuadro “Principales 15 Minas Productoras de Plata en el Mundo Según
Empresa y País 2102”)
Así, como el grupo Buenaventura tuvo su origen en la
explotación de la unidad de Julcani, el grupo Volcan en la mina de Carahuacra,
el grupo Brescia en cuanto perfil minero en la unidad San Rafael de la empresa
minera Minsur, el grupo Hochschild tiene su partida de nacimiento en la minería
metálica en la explotación de la mina Ares que está actualmente conformada por
las unidades de Ares, Arcata y Selene.
EL
GRAN SALTO DIALÉCTICO
Desde el año 2006, Hochschild Mining cotiza acciones
en la Bolsa de Valores de Londres (LSE), ubicándose entre las 10 acciones más
ganadoras en el cuarto trimestre del 2010. Ello le ha permitido levantar
capitales usando los mecanismos de la más antigua bolsa de metales del mundo,
lo cual exige cumplir con estándares internacionales.
Esta sería una clave del éxito que explica su
expansión, que se sumaría a los bajos costos de producción, a la riqueza de la
ley del mineral, al fomento de la capacitación permanente del capital humano, y
a las vinculaciones con el poder político de turno con un bajo perfil. Así, por
ejemplo la exposición mediática de Roque Benavides Ganoza difiere de la imagen
de Eduardo Hochschild Beeck.
Por ello, el Presidente del directorio Eduardo
Hochschild recomendaba a los empresarios a que inviertan en la bolsa. La
experiencia de su compañía minera en Londres le ha permitido, por ejemplo,
levantar recursos para financiar proyectos en Perú, México, Argentina, Chile y
Canadá (…)
«Y es así cómo en solo seis años, Hochschild se ha
convertido en la cuarta productora básica de plata a nivel mundial» (Declaraciones
en CADE noviembre 2013)
Al mes de agosto del mismo año 2006, inicia sus
actividades la empresa Minera Suyamarca, cuyas inversiones fueron financiadas
con los excedentes generados por la unidad Arcata de la empresa minera Ares
ubicada en Arequipa.
La Mra. Suyamarca tiene como yacimiento principal la
mina Pallancata (ubicada en Ayacucho, pero cercana a Arcata a 160 Km), que
fuera operado inicialmente por Minera Oro Vega S.A.C, filial de IMZ Corp. de
EEUU. Pallancata comienza su producción en setiembre del 2007, y se ha
convertido en la unidad más importante con volúmenes importantes de plata y
oro.
En junio y agosto de 2007, el Grupo inició
operaciones en San José (Argentina) y Minas Moris (México), respectivamente.
En el 2007 también comienza a adquirir intereses en
la propiedad del proyecto Pacaupasa, que pertenecía a Southwestern Resources
Corp. (SRC) e IMZ Corp.
Para el 2008 llega a concretarse un joint venture
entre Hochschild, SRC e IMZ Corp. sobre Minas Pacaupasa SA, (proyecto
Pacaupasa) hoy bajo el control de Hochschild a través de Minera Suyamarca SAC.
La otra clave del éxito del grupo Hochschild está en
relación a los bajos costos de producción en especial del valor de la fuerza de
trabajo que se expresa en los salarios miserables que perciben sus trabajadores
obreros que no se condicen con su ubicación en la producción mundial de plata.
En tal sentido, como diría el economista inglés
David Ricardo que también hizo fortuna utilizando los mecanismos de la bolsa de
Londres hacia inicios del siglo XIX, existe una oposición fundamental entre las
utilidades y los salarios, pues la tasa de ganancia será alta o baja en la
medida que los salarios sean bajos o altos. En otras palabras, mientras el
patrimonio del Grupo Hochschild se fortalece, es decir mientras las utilidades
aumentan la situación de los trabajadores en especial las remuneraciones se
deterioran y deprecian en términos relativos, es decir en relación a la riqueza
creada.
De allí, la importancia la responsabilidad social
con y hacia los trabajadores apostando por las ganancias compartidas, por las
políticas del “gana gana”, donde los salarios deben tender a niveles
internacionales, de acorde a la productividad, riesgo y rentabilidad de las
operaciones mineras.
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