MULDER: me siento asqueado por los narcoindultos

 

 

El congresista aprista reconoció que hubo enriquecimiento en muchos casos de reos liberados, pero cree en la inocencia de Alan García.

El congresista aprista Mauricio Mulder (57), abogado y periodista, conversó en exclusiva con Trome. El combativo y polémico líder del “partido de la estrella” también dio la cara para responder sobre las irregularidades, durante el gobierno de Alan García, y el grave escándalo de los “narcoindultos”.

Usted está reconocido como un político honesto, ¿no se siente asqueado por los “narcoindultos”?

Sí, me siento asqueado. Cada vez que veo el periódico y se ponen informaciones adicionales, trato de mantener la objetividad, de la relatividad, a veces de los hechos que se ponen con cierta connotación política, pero aquí han resultado todavía muchos casos en los que hay una evidente utilización de una situación en particular, que es la de las conmutaciones para un enriquecimiento.

¿Usted calificaría a Facundo Chinguel como un hombre probo, tal como lo hizo el expresidente García?

Yo no lo calificaría ni el día de hoy, tampoco Alan García, porque no sabíamos las circunstancias, ni los detalles que después se conocieron, en el momento en que él hizo esa declaración.

Obviamente, usted le debe lealtad a su partido, pero no siente que de alguna manera está avalando todo esto

No, porque en ningún momento lo estoy avalando. Simplemente, estoy marcando la situación, en el sentido que hay un objetivo político dentro de una investigación de carácter criminal, y ese objetivo político es Alan García, no es Facundo Chinguel.

¿Cree que en esto tampoco tiene nada que ver el exministro de Justicia, Aurelio Pastor?

Confío en que así sea y los argumentos que le he escuchado me parecen, hasta el día de hoy, razonables.

¿Pondría las manos al fuego por Alan García?

(sonríe) Esa me parece una pregunta tramposa, porque si tú dices sí, apareces como un sobón, pero si tú dices no, apareces como un desleal.

Y usted es ¿sobón o desleal?

Ninguna de las dos cosas. Soy una persona que actúo racionalmente y sé que Alan es inocente.

¿Usted también considera a Sergio Tejada como un “sicario” del gobierno?

Creo que sí. Él ha tenido un comportamiento de buscar única y exclusivamente el proceso de inhabilitación contra Alan García.

¿Está seguro que el objetivo de todas estas investigaciones es para inhabilitar a García el 2016?

No me cabe la menor duda.

Si Alan no queda inhabilitado y postula el 2016, ¿el tema de los “narcoindultos” le va a pasar factura?

Bueno, obviamente, nuestros adversarios se encargarán de mencionarlo una y otra vez, pero todo depende de las circunstancias.

Usted es autocrítico, ¿qué mensaje le da al pueblo aprista por todos estos casos?

Primero, no sentir ningún tipo de solidaridad por compañeros que son delincuentes. Pienso que, al contrario, es donde más severamente debemos marcar los límites y, a veces, hay algunos compañeros leales y honestos que sienten una suerte de solidaridad con el otro compañero solo por serlo, aunque sea delincuente.

¿Quiénes son los compañeros delincuentes?

Los que han sido condenados y los que son pasibles con serias pruebas de diversos delitos, que se puedan haber cometido en la administración pública.

La imagen de clase política peruana está viviendo el peor de sus momentos, ¿qué nos espera?

Nos espera la necesidad que esto fructifique nuevos liderazgos y la posibilidad que surjan personas que, con las mismas ideas, superen estas circunstancias. También nuevas generaciones hacia la conducción del país que, habiendo aprendido de todo esto, sean personas intachables.

¿Por qué le molestó tanto que le diga Nicolás Lúcar la frase “sin Alan García, el Apra no existe”?

Porque es una falsedad, es una calumnia. Eso también se hablaba de Haya de la Torre, decían que incluso el día que muriese Haya de la Torre, el Apra iba a desaparecer. Han pasado 30 años y ahí sigue. El Apra es la historia del Perú, las personas pasan.

¿Cómo califica la gestión del presidente de la República, Ollanta Humala?

Es muy mediocre.

¿Le cree al presidente Toledo?

No.

¿Las compras millonarias de inmuebles, que dicen ser de su suegra, son realmente del líder chakano?

No me cabe la menor duda. El poder que trae dinero centrípetamente (de afuera hacia adentro), diríamos, es Alejandro Toledo. Gira alrededor de las campañas de Alejandro Toledo, ni la señora Fernenbug ni la señora Eliane Karp, ni ninguna de esas personas de su entorno, tienen mecanismos de atracción de esa cantidad de dinero por ningún otro medio.

Descalificados Alan y Toledo por la opinión pública, ¿le queda el camino libre a Keiko?

Si estuviesen descalificados, estamos hablando de un supuesto. En realidad, no hay que caer en esas especulaciones, porque ella también podría estar descalificada. No hay nada más impredecible que la política peruana.

Día a día hay muchas denuncias y fiscalización en el Congreso, ¿nos puede decir algunas buenas leyes que se hayan aprobado?

Para no tener que hacer ejercicio de memoria que, a mi edad, a veces empieza a fastidiar, te menciono la de hace un par de días: Estamos aprobando un paquete de seguridad ciudadana que, por primera vez en el Perú, él que te roba el celular corriendo por segunda vez va preso de todas maneras. No como ahora, que siempre sale libre y otras cosas.

Usted es un político a tiempo completo, ¿cómo se relaja?

Leyendo mucho, tanto en las horas en las que estoy en el Congreso como en mi casa. Tengo un cúmulo de libros de cabecera que se me van acumulando y, entonces, los voy tomando y los voy leyendo. Eso me relaja bastante y no necesariamente de política.

En Trome, recordamos que Quimper dijo de usted que “era un cojudo, porque vivía de su sueldo”. ¿Vive usted realmente de su sueldo?

Vivo de mi sueldo, no tengo otro ingreso nada más que añadir (sonríe). Ahora, él no me conocía tanto como para decir las cosas, en realidad muy poco habíamos interactuado, pero, bueno, “no comments” (sin comentarios).

Gracias, congresista. Ojalá se sepa la verdad y la justicia sea la que realmente prevalezca

Ojalá, porque cuando la justicia se contamina con odio político, entonces, no es justicia.