ELEODORO MAYORGA ALBA, Ministro de
Energía y Minas
La refinería de
Talara de Petroperú, en la región Piura, es una de las de mayor capacidad de
producción de combustibles en el país y, a la vez, es la refinería emblemática
que forma parte de nuestra historia petrolera.
En esta zona
desértica, desde hace 150 años, se ha desarrollado la historia del petróleo
crudo y gas natural reflejada en los campos de exploración y explotación, y en
las actividades de refinación y procesamiento. Los especialistas estiman que
hasta hoy solo se ha logrado recuperar el 15% del total de hidrocarburos
acumulado en los yacimientos del noroeste peruano.
Como toda
refinería, ha tenido sucesivos proyectos de modernización en respuesta a las
necesidades de combustibles del mercado, tanto en cantidad como en calidad. Los
actuales equipos de procesos de la refinería de Talara fueron instalados en los
años 50 por la norteamericana International Petroleum Company. La capacidad
instalada fue de 45,000 barriles por día, que luego fue ampliada a 60,000, y
posteriormente, en los años 70, bajo la tutela de Petroperú durante el gobierno
militar, se instalaron los procesos de craqueo catalítico y otras facilidades.
La perforación de
nuevos pozos de desarrollo y el inicio de la producción de los lotes 67, 95 y 64
permiten avizorar una mejora sustancial de la producción de petróleo crudo.
Esta mayor producción estaría a disposición para procesarla como parte de la
carga de las refinerías; procesamiento que no sería posible en el esquema
tecnológico actual de refinación, pero sí en la refinería modernizada, con
unidades de desulfurización y de procesamiento de conversión profunda.
El corolario de
este importante cambio en el patrón refinero, entre otros, es que se reducirían de manera significativa las importaciones
del diésel N° 2 de bajo azufre y se mejorará nuestra balanza comercial.
En las actuales
circunstancias del mercado nacional e internacional de combustibles, y para
alcanzar los objetivos de la Política Energética Nacional 2010 -2040, con
especial énfasis en la seguridad energética y en la preservación de la calidad
del aire y de la salud pública, el 18 de
diciembre del 2013, mediante Ley N° 30130, se declaró prioritaria la ejecución
del Proyecto para su Modernización (PMRT).
El PMRT involucra la construcción de una nueva
refinería, con plantas de procesos de mayor capacidad que las actuales, con una
unidad de destilación primaria de 95 mil barriles por día, nuevas instalaciones
para la desulfuración de los combustibles, y la producción asociada de ácido sulfúrico,
la producción de combustibles en procesos de Conversión Profunda.
Con relación al
esquema de refinación con procesos de conversión profunda, resalta la Unidad de
Flexicoking, que permitirá obtener productos como gas de bajo poder calorífico,
utilizable en hornos y calderos o para la autogeneración de energía eléctrica,
añadiendo un valor significativo al proceso integral. Es importante precisar
que a nivel mundial solo las refinerías con esquema de refinación avanzado
cuentan con este proceso y la refinería de Talara será la primera refinería en
contar con estas modernas tecnologías de avanzada en América Latina.
El PMRT es
el principal proyecto del norte peruano, que en adición a sus beneficios en la
salud humana y calidad de aire limpio, tendrá un impacto económico y social que
se distribuirá no solo en la región Piura, sino también en las regiones
vecinas.
Mejoras en la
calidad del aire
Los beneficios
del PMRT no solo están ligados a la seguridad energética sino que
tendrán una repercusión en la calidad del aire de nuestras ciudades, siempre y
cuando se tomen las medidas de acompañamiento en las especificaciones de los
vehículos y en la gestión del tráfico local.
Recuerdo que una
de las medidas que me tocó influenciar aquí y en otros países fue la
eliminación del plomo de las gasolinas. El primer país en aplicar esta medida
fue Japón, en los años 70. Europa y EE.UU. hicieron el cambio en los años 80.
En nuestro país recién en 1998 se dispuso el retiro total del contenido de
plomo en la gasolina de 90 octanos y su reducción progresiva en la gasolina de
84 octanos, eliminándose por completo el contenido de plomo a partir del 1 de
enero del 2005. Esta regulación coadyuvó a la mejora de la calidad del aire,
notablemente.
Ha transcurrido
una década desde que se eliminó el plomo en nuestras gasolinas, pero aún no
existe la obligación de los vendedores de vehículos para que solo comercialicen
en el país vehículos equipados con sistemas de escape con convertidores que,
finalmente, son los que hacen posible la reducción de las emisiones.
El PMRT involucra
la obtención de diésel con un contenido de azufre menor a 50 partes por millón
(ppm), y un índice de cetano hasta un valor mayor de 47. Asimismo, se
incrementará el octanaje de las gasolinas y se reducirá el contenido de benceno
hasta valores de 1% en peso. Además, se contará con gasolinas tratadas de
contenido de azufre menor a 3 ppm, acorde a los estándares internacionales de
calidad más exigentes.
Gestión
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