Entrevista. Demetrio Chávez Peñaherrera,
más conocido como "Vaticano", relata cómo transcurrió siete años
recluido en la Base Naval del Callao y otros 15 años en el penal Miguel Castro
Castro, acusado de narcotráfico y terrorismo.
Ratificó que logró convertirse en un poderoso narco del Huallaga con el apoyo
del ex presidente Fujimori y su ex asesor Montesinos.
Los colombianos lo llamaban "El
Pablo Escobar peruano", por el poder que había alcanzado como capo del
narcotráfico, y en el Huallaga le decían "Vaticano", porque había
conseguido someter bajo su dominio a todos los narcos de la zona. Según relató
al Poder Judicial, Demetrio Chávez Peñaherrera cayó
en desgracia cuando se negó a aumentarle de 50 mil a 100 mil dólares el soborno
mensual que le abonaba al asesor presidencial de Alberto Fujimori,
Vladimiro Montesinos, conocido por haber defendido al narcotraficante Evaristo
Porras Ardila, brazo derecho de Pablo Escobar que operaba en Leticia, en la
frontera amazónica con Perú. Después de romper con Montesinos, huyó a
Colombia pero el 13 de enero de 1994 fue detenido en Cali y
extraditado a nuestro país.
Cumplió 22 años de prisión por
narcotráfico, periodo en el que también purgó 18 años por el delito de
colaboración con el terrorismo. Ahora en libertad, ratifica su versión sobre el
vínculo con el régimen de Fujimori y Montesinos y advierte lo que sería
un eventual nuevo gobierno fujimorista.
El capo del cartel colombiano del
Norte del Valle Hernando Gómez Bustamante, "Rasguño", confesó a las
autoridades que había contrabandeado con dos grandes narcos del continente. Uno
era el mexicano Amado Carrillo, "El señor de los cielos", y el otro
el peruano "Vaticano". Horas después de haber salido de
prisión, la periodista María Sotelo lo entrevistó telefónicamente.
¿Haber
cumplido 22 años de cárcel lo ha cambiado en algo?
La cárcel no te arregla ni te
malogra, sales tal como eres. La naturaleza es genuina y aflora. Yo reconozco
mis errores, el haber sido narcotraficante, pero en este tiempo tampoco he
perdido mis virtudes.
¿Cómo se
inició en el narcotráfico?
Si me volví narcotraficante
fueron por las circunstancias. Yo era agente, vendedor viajero de la
marca Galaxy, y recorría el país vendiendo sus equipos a clientes que
pagaban en partes. Sucede que hice una buena venta, pero al momento de pagarme
no lo hicieron con dinero sino con droga. Me sorprendí, y en un inicio no sabía
qué hacer con lo recibido, pero tenía que convertir ese producto en dinero y
busqué a quién venderlo. Fue fácil y gané mucho más dinero de lo que recibía al
vender los equipos Galaxy. Desde allí busqué la manera de meterme en el
negocio.
Usted
afirma que alrededor de tres mil militares lo ayudaron a traficar droga. La
Base de Punta Arenas, cercana al lugar desde donde usted operaba, era
pequeña. ¿De dónde sale esa cifra?
La base militar tenía normalmente 200
soldados. Pero saque la cuenta usted. Trabajé sin problemas durante dos años y
los militares se relevaban constantemente.
Usted
manifestó ante los tribunales que el ex presidente Alberto Fujimori y su
ex asesor de inteligencia Vladimiro Montesinos lo ayudaron a convertirse en un
narcotraficante poderoso. ¿Se ratifica en lo dicho?
Si yo llegué a ser grande fue porque Fujimori
y Montesinos me apoyaron a cambio de un monto mensual, de 50 mil dólares.
Yo me hice grande durante el gobierno de Fujimori. El Perú fue un narcoestado
en esa época. Narcoestado porque fue con ayuda del Ejército que en enero de
1990 iniciamos la construcción de la pista de aterrizaje en Campanilla (distrito
de la provincia de Mariscal Cáceres, departamento de San Martín) y el 15 de
marzo comenzó a funcionar y empezaron a entrar las avionetas (para recoger la
droga con destino a Colombia)).
Fueron los militares los que me
facilitaron el rodillo y el cargador frontal para construir la
pista. Además los soldados de la Base de Punta Arenas, con autorización de sus
jefes, me ayudaban a subir la droga a las avionetas. Los militares obedecían a
Montesinos. La época de Fujimori fue
un narcoestado. Fujimori tenía pleno conocimiento de las narcoactividades y eso
aparece también en documentos desclasificados de Estados Unidos.
Después de denunciar que
le pagaba 50 mil dólares mensuales a Montesinos, usted fue torturado y luego
enviado a la Base Naval del Callao, periodo en el que usted cambió de
comportamiento. ¿Qué es lo que sucedió?
Allá paraba sedado y de suerte no salí loco. El
gobierno de Fujimori y Montesinos hizo un mal cálculo al no matarme
rápido porque iba a ser muy evidente. Todos estaban pendientes
de mi caso por la acusación que hice sobre el narcoestado de Fujimori.
Usted cumplió una
condena de 22 años por narcotráfico, pero al mismo tiempo otra de 18 años por
terrorismo. ¿Qué le atribuyeron?
La acusación por terrorismo fue una gran mentira y
nunca debí ser sentenciado por ese delito. Fui narcotraficante pero no
terrorista y si me condenaron por eso fue por venganza, para tener un
pretexto de meterme en la Base Naval y refundirme, aislarme. Me inventan
el delito de terrorismo porque el de narcotráfico lo querían
ocultar, porque estaban comprometidos Fujimori, Montesinos y muchos
militares. -Todos los periodistas tenemos la imagen suya de cuando fue
presentado con su traje a rayas, usted era un hombre fuerte y retador.
Cuando salió de la Base Naval estaba irreconocible.
Fue pasar de la opulencia a un hueco con baño, a
una celda de 2 x 2 metros y encerrado en ese hueco por 23 horas al día. La hora
que salía al patio, lo hacía solo. Estuve solo durante los siete años, sin
conversar con nadie. En ese lugar uno se siente peor que un animal.
Había tiempos en que no quería comer. Cuando la Cruz Roja entra a
visitarme y constatar mi situación en la que estaba recluido, el
representante al verme se impactó y al retirarse me dijo: "Coma, coma lo
que pueda, porque el Chino ya va a salir". Yo mido un metro 75 centímetros
y cuando ingresé pesaba 85 kilos. Cuando salí tenía 45 kilos.
¿Cuánto tiempo estuvo en
la Base Naval?
Pasé siete años recluido en la Base Naval y
el 25 de enero del 2001 me trasladaron al penal Miguel Castro Castro, en Canto
Grande. Cuando pasé al penal de Castro Castro no podía dormir, andaba
temeroso de que pudieran hacerme algo, que atentaran contra mi vida.
Estaba en una permanente paranoia pensando que quien se me acercara lo
haría para hacerme daño. Yo no comía los alimentos que se distribuían en
el penal porque temía que me envenenaran. Cuando salí de la Base Naval no
estaba con todas mis facultades. Me sentía confundido y no podía expresarme
bien. Recién desde hace dos años ya estoy con todas mis facultades.
¿Siente alguna inquietud
por el hecho de que existe la posibilidad de que la hija del ex presidente
Fujimori gane las elecciones presidenciales?
Eso sería nefasto para el Perú. Sería volver a un
gobierno como el que tuvimos en los años noventa con Alberto Fujimori con altos
niveles de corrupción. Y lo sé porque yo actué con la anuencia de
ellos y eso es innegable. Le recuerdo que cuando el gobierno
norteamericano le pide el cierre de la pista de Campanilla, ellos no lo
hicieron porque me apoyaban. Yo trabajé dos años libremente.
¿Cómo hizo para
sobrevivir 22 años en prisión?
No vivo de mentiras, afronto los problemas y soy
positivo. Yo no escucho música triste, nunca. Esa fue mi forma de
mantenerme.
¿Por quién votará?
Soy consciente de que si muestro mi apoyo a algún
candidato lo perjudicaría, pero puedo decir por quién no voy a votar: por el
fujimorismo.
“Vaticano”
quiere que se haga una serie televisiva sobre su vida
Demetrio Chávez Peñaherrera, conocido como
"Vaticano", abandonó el penal Miguel Castro Castro poco después de
las 4 de la tarde, ya en completa libertad. "Vaticano" cumplió
la mayor parte de su condena en este centro penitenciario, en un pabellón para
presos por narcotráfico.
Al salir pidió perdón a la sociedad y exhortó a la
juventud a no seguir su ejemplo. Señaló que no votará por Keiko Fujimori a la
presidencia de la República, porque eso sería nefasto para el país. Anunció que
tiene conversaciones con la productora Michelle Alexander para sacar adelante
una serie televisiva sobre su vida.
El Reniec aclaró que se corrigió un error que hacía
aparecer en el padrón electoral a Chávez Peñaherrera como fallecido. En 1993,
una tercera persona había registrado su supuesto fallecimiento, pero
"Vaticano" actualizó sus datos el 2007.
En agosto de 2015 cuando se estaba preparando el
padrón electoral y retirando a las personas fallecidas del padrón electoral, un
analista encontró la partida de defunción de 1993 y lo volvió a registrar como
fallecido, cuando era evidente que no podía estar muerto ya que contaba con un
DNI actualizado en 2007. El gerente de Imagen Institucional de Reniec, Benito
Portocarrero, manifestó que esta situación se ha vuelto a corregir.
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