Peruanos pagamos por el gas el doble que en EEUU

Por Diario UNO 

El experto en hidrocarburos Jorge Manco Zaconetti dice que el Perú produce gas y que además exporta. Calcula que el balón de GLP debería bajar a 25 soles, sin afectar a las empresas.

El investigador sanmarquino Jorge Manco Zaconetti dice que es una quimera que el precio del balón de gas baje a 12 nuevos soles, pero asegura que sí puede reducirse a 25 soles. Advierte que a los peruanos “nos están cobrando como si importáramos GLP cuando nosotros somos productores netos e incluso exportamos pequeños márgenes”. También señala que el gobierno debió masificar el uso de gas natural y recomienda que el Ejecutivo debe poner énfasis en la fiscalización de los organismos reguladores a fin de que realicen un trabajo efectivo en beneficio de los ciudadanos.

— ¿Cuánto cree que debe costar el balón de gas en el Perú?

— Yo también me hice esa pregunta hace tiempo y he llegado a la respuesta de que 25 soles es un precio razonable, sin quitarle ganancias a nadie. Yo creo que las empresas y los ciudadanos tienen el mismo derecho de ganar, de beneficiarse de un recurso natural, y, según estudios y cálculos serios, el balón puede llegar a costar 25 soles.

— ¿Entonces no era viable la promesa incumplida de los 12 soles por balón?

— Era una utopía. No tenía un análisis técnico viable. Ahora lo que está haciendo el gobierno es subvencionar, a favor de los sectores menos favorecidos, el precio del gas para de alguna manera cumplir con lo que había ofrecido. Pero no es el hecho, pues los subsidios en el largo plazo no son aconsejables, pues no hay lonche gratis. Lo que se tiene que hacer es que quienes intervienen en el proceso no deben abusar de su poder de dominio en el mercado, para que el balón llegue a la casa con el precio adecuado. Todos debemos cumplir con las leyes sin especular, sin sacarles la vuelta.

— Además se debe masificar el uso del gas natural para uso doméstico.

— Yo pago 15 soles, aquí, frente a la Facultad de Letras de San Marcos. El comedor universitario no usa gas natural. Debería usar. Además este combustible hay ahora de sobra y lo tendremos de aquí hasta más de 50 años.

 — ¿Y el GLP?

— Hay que tener en cuenta que es el tercer combustible más importante del país, después del diesel, después del gas natural. El GLP ha desplazado a la gasolina, por ejemplo. Este combustible se obtiene de los líquidos del gas natural de Camisea, de los lotes 88, 56, y desde el 2013, del lote 57. Este gas doméstico que se vende en balones de 10 kilos y a granel es más barato en comparación al GLP que sale del petróleo. Deduzco por algunas variables que este producto nos durará a lo sumo 10 años más, es decir, hasta el 2025 si no exploramos otros lotes gasíferos. No más, por eso debemos aprovecharlo racionalmente ahora.

— Está claro ya que la demanda interna del GLP es de 50 mil barriles diarios y nosotros producimos un poco más de esa cantidad. ¿Por qué no tenemos un precio más razonable y las amas de casa tienen que pagar 40 soles por el balón en algunos lugares?

— Los oleajes anómalos que impedían el adecuado desembarque de GLP que venía de Pisco al terminal del Callao y la ruptura del ducto de Camisea en un tramo de Ayacucho perjudicaron la cantidad ofertada y el precio de elevó. Esto se agravó por los mínimos inventarios de las empresas de abastecimiento (Pluspetrol, Zeta Gas, Repsol etc.) Es bueno saber que Pluspetrol en el 2005 ya producía 14 mil barriles al día y Petroperú más de cinco mil. Pluspetrol en el 2014 producía más de 47 mil. Con esto y la producción de las otras empresas que fraccionan los líquidos de gas natural se cubre totalmente la demanda interna.

— Pero ¿por qué el precio es tan alto?

— Hay que explicar que tienes dos formas de producir GLP: el derivado del petróleo, que es muy caro, y el derivado de los líquidos del gas natural del gas de Camisea, que es más barato. Aunque de manera marginal las empresas como Savia, Graña y Montero, Aguaytía también producen GLP. Ahora nos están vendiendo el gas licuado obtenido de los líquidos de gas natural como si fueran todos derivados del petróleo. Con este procedimiento los consumidores están asumiendo un sobreprecio de por lo menos de 20 dólares por barril, y si a ello le sumas el flete de más o menos 80 dólares por tonelada de GLP por el transporte de Pisco a Lima, más las perversiones de la distribución, tenemos la película completa de por qué cuesta tan caro el balón de GLP en el país.

— ¿Qué hacer ante esta situación?

— Hay que pedirle que expliquen al gobierno y al organismo regulador Osinergmin si esto es así. Que digan que si nosotros consumimos el gas licuado derivado de los líquidos del gas natural no tiene por qué costar tan caro el balón de 10 kilos. Que cueste 25 es un precio razonable con el que gana todo el mundo, sobre todo las empresas y las amas de casa.

— ¿El costo también se eleva por precio elevado del transporte?

— La planta de fraccionamiento de los líquidos del gas natural de Camisea queda en Pisco y el GLP tienen que traerlo por barco hasta el Callao. Lo que debe hacerse es construir un ducto que llegue hasta el sur de Lima (Lurín) y eso ayudaría a mejorar el precio. Lo que pasa es que algunas empresas se oponen, pero los consumidores deben saber que hay un proyecto de construcción del ducto desde el 2007 que duerme “el sueño de los justos” y que ProInversión recién lo sacará a licitación en los próximos meses. Es decir, si no hubiese acontecido el desabastecimiento del GLP estaríamos en lo mismo.

— ¿No producimos el gas doméstico del petróleo?

— Se puede, pero la mayoría de la producción de GLP se obtiene de los líquidos del gas natural, proceso técnicamente más barato. Nosotros no tenemos petróleo suficiente. De cada tres barriles, importamos dos, y la obtención del GLP en base al petróleo es más caro. El problema es que nos venden el gas como si saliera del petróleo cuando sale de los líquidos del gas natural.

— ¿Cuándo se normalizarán los precios del balón de gas?

— Cómo explicarle al usuario que la petrolera estatal PetroPerú vende a precio mayorista el balón de 10 kilos a S/ 13.20 más 18 por ciento de IGV que el fisco capta S/ 2.376 por un balón de 10 kilos. Es decir, el precio en planta de refinería más impuesto es de S/ 15.576 y este es un precio ya elevado pues lo que vende la estatal en gran parte es el GLP comprado a Pluspetrol en Pisco, pues Petroperú es un productor marginal de GLP, a lo sumo produce 4,500 barriles diarios y le compra a Pluspetrol un promedio de 10,000 barriles diarios.

A pesar de ello, el precio en planta de GLP para los mayoristas con impuestos es de S/ 15.576 por un balón de 10 kilos, por tanto cómo explicar que los consumidores abonen un promedio de 35 nuevos soles o más por balón. Aquí está el negocio de las plantas envasadoras y distribuidoras mayoristas que aprovechan el pánico, especulan y abusan en el mercado.

— ¿Cree usted que lo que ocurrió recientemente puede volver a pasar y por qué?

— Mientras no tengamos construido el ducto de Pisco a Lurín nada nos garantiza que los sucesos vuelvan a repetirse. Lo más grave es preguntarse si el Consorcio Camisea (Pluspetrol, Hunt Oil, Repsol, Sonatrach, SK de Corea) estará dispuesto al abastecimiento de los volúmenes suficientes de GLP que es un hidrocarburo con una mezcla de propano y butano por el ducto. Con la actual Ley de Hidrocarburos y con las reglas vigentes del libre mercado, como dice la canción “lo dudo”, pues las moléculas son propiedad de las empresas y el Estado solamente cobra las regalías en los contratos de licencia y el impuesto a la renta.

— ¿Por qué siendo un país con materias primas siempre somos los que pagamos más sobre los productos de valor agregado?

—El precio del GLP en el Perú y en general de las gasolinas es el doble en relación a las tarifas vigentes en Estados Unidos, el país más rico del mundo. Con las leyes vigentes, la propiedad, es decir, la posesión, uso y usufructo sobre los hidrocarburos le corresponden a las empresas privadas, cuestión que debiera corresponder al Estado. La seguridad energética y el abastecimiento seguro, oportuno a un precio conveniente es responsabilidad del Estado, no de las empresas. La situación actual tiene que cambiar para hacer ello posible, sin afectar la rentabilidad del capital privado, usando los mismos mecanismos que la ley de hidrocarburos reconoce. Por ello sería conveniente convertir todos los contratos de licencia en contratos de servicios, donde el Estado recupera la propiedad, la soberanía sobre los hidrocarburos privilegiando y asegurando el abastecimiento interno antes que la exportación.