martes, 30 de octubre de 2012

APUNTES SOBRE LA CANCION CRIOLLA


Después de muchísimos años de jaranas con valses, marineras, fugas y festejos, cierto día un grupo de criollos decidieron rendirle culto a la canción criolla, fijándole una fecha especial en el calendario anual y así poder recordar a todos los bardos que inmortalizaron la música criolla peruana a través del tiempo.
Juan Manuel Carrera del Corral
Y fue don JUAN MANUEL CARRERA DEL CORRAL, guitarrista y cantor, refinado bailarín de valses y marineras, gallero y aficionado taurino, devoto, cargador y jefe de cuadrilla del Señor de los Milagros ,quien se encargó de trasmitirle y contagiarle la gran idea a su amigo y compañero de jaranas, el entonces Diputado por Lima don Luis Felipe Andrade.
Y así fue como en un verdadero cónclave con los directivos de los diferentes Centros Musicales de Lima y el Callao, reunidos entre guitarras, castañuelas y cajón, acordaron fijar la fecha para celebrar con mayúsculas el “Día de la Canción Criolla”. Por allí un asistente propuso que fuese el 18 de octubre, pero la mayoría se opuso por que ese día era sagrado para los limeños mazamorreros, pues coincidía con la salida del Señor de los Milagros y todos tenían que estar en “Pachacamilla”. Finalmente entre piscos, valses y recuerdos se fijó como fecha definitiva el 31 de octubre de todos los años.
¿Pero cuáles fueron las razones para que se eligiera como fecha el 31 de de octubre?, fueron varias, primero por que el día debía caer un fin de quincena y que al otro día fuera feriado, en otras palabras, debería ser un día donde haya plata para la jarana y así poder soportar la serenata, la fiesta y el anda vete, ya que después del 31 de octubre, venía el feriado del primero de noviembre, Día de los difuntos, tiempo y razón como para visitar a los bardos en el cementerio y seguir la jarana en recuerdo de ellos.
La idea se cristalizó cuando el 31 de octubre de 1944, el mismo Presidente de la República Dr. Manuel Prado y Ugarteche, se dio un baño de popularidad y desde el mismo balcón del “Centro Musical Carlos A. Saco”, del cual era presidente don Juan Manuel Carrera, firmó la tan esperada ley que creaba “El Día de la Canción Criolla”. Esa noche en la Placita de Buenos Aires en los Barrios Altos, resonaron las guitarras y cajones, y se dice que las voces de los cantores se escuchaban en varias cuadras a la redonda, en aquella época en que no había micrófonos; hasta que llegó las 6 de la mañana, hora en que todos los centros musicales debían hacer flamear el bicolor nacional en sus respectivas fachadas.
A las 11 de la mañana, después de un buen caldo de gallina en el Mercado Central de Lima, todos los criollos enrumbaron a la Iglesia de la Virgen del Carmen, Patrona del Criollismo, para escuchar la misa entre rezos y pestañadas malanocheras. Luego, a la 1 de la tarde, la muchedumbre de criollos, sin distinción de color ni de barrio enrumbaron casi en procesión profana hasta el cercano cementerio de “Maravillas”, para la concebida romería a los vates y cantores que ya reposaban la vida eterna, con una sola diferencia, ya que en esa ocasión no llevaban en sus manos ni cirios ni sahumerios, sino más bien guitarras y cajones, con sus respectivas botellas de buen pisco.
Lo más curiosos de los festejos fueron las actuaciones que de 3 a 5 de la tarde se llevaron a cabo en la Penitenciaria y el Sexto, para compartir la jarana con los presos criollos y faites que habían caído en las malas artes de la vida. Finalmente, a las 7 de la noche se armó la gran jarana con la presencia de las principales autoridades limeñas, donde participaron cientos de cantantes y guitarristas venidos de las ricas canteras musicales de El Cercado, Los Barrios Altos, el Rímac, Breña y el Callao.
Pero, ¿Quién fue don JUAN MANUEL CARRERA DEL CORRAL?, era sobrino de ese famosísimo criollo, jaranista, cronista taurino, periodista y escritor, don Eudocio Carrera Vergara, conocido en la Lima del 900 por el seudónimo del “Dr. Copaiba”, quien fuera hermano de padre de don Manuel Carrera Corzo, recordado hacendado nasqueño y asiduo concurrente vespertino del entonces famoso jirón de la Unión. Pero como reza un viejo dicho:”De raza le viene al galgo”, los 3 hijos de don Manuel Carrera, fueron grandes criollos: Manuelito, Sixto y Gaspar, tan es así que Sixto Carrera Fuentes, inmortalizo el vals “Abandonada”, escrita en 1960.
Pero todo no queda allí, pues el famoso criollo de todos los tiempos don Alejandro Ayarza el gran Karamanduka, autor de “La Palizada” ,era gran amigo de la familia Carrera y llegaba continuamente a Nasca, especialmente invitado a festejar las jaranas de una semana que se organizaban en la Hacienda “Estaquearía Grande”, propiedad de don Manuel carrera.
Fue en esas idas y venidas de kamamanduka, que conoció , se enamoró y se llevó a una hermosa parda nasqueña de origen acarino, llamada doña Virginia Arenaza, quien lo acompañò hasta que este falleció en diciembre de 1955.
Nasca, Octubre del 2010
Josué Lancho Rojas

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