sábado, 13 de octubre de 2012

Sector Salud: un blanco sin brillo


Por: Sofia Flores Diario La Primera

La precariedad de nuestro sistema de salud siempre ha motivado la exigencia a nuestro gobierno por una mayor partida presupuestal, siempre mediando el aspecto remunerativo, pero siendo honestos no todo es dinero, la burocracia ahora inmersa con el contagiante radicalismo izquierdista ha propiciado una huelga incentivando un solo fin, el incremento salarial a nuestros profesionales de la salud.
No obstante hay un problema mucho mayor, no contemplado con la seriedad debida por el gremio egoísta del sindicalismo blanco cual es el manejo deficiente y negligente de todo el sistema nacional administrativo de nuestro sector de salud, en donde se puede vislumbrar una burocracia atentando contra el derecho más preciado que tiene un ser humano, su vida.

Trato inhumano, corrupción, coimas, tráfico de influencias, personal inepto, médicos metalizados arrogantes, déspotas que se burlan de todo tipo de justicia en la atención medica, cubriéndose entre ellos sus faltas, son algunas de las características de nuestros profesionales de la salud, sin importar la integridad de aquellos peruanos que por su escaza situación económica caen en el laberinto de un sistema de salud plagado de indolencia.

De nada sirve destinar más recursos cuando estos no serán aprovechados adecuadamente, para ello es necesario primordialmente mejorar el sistema administrativo y funcional de todo nuestro sector de salud de lo contrario solo estaremos rociando más agua escudriñándose en todas las brechas de corrupción, sin ningún tipo de mejora para el peruano que solo tiene a este sector como único medio en la protección de su vida.

Es en este sector donde se comete el peor atentado contra los derechos de todo ser humano, porque se trafica con la enfermedad, la angustia, economía y desesperación de los peruanos a vista y paciencia de nuestros galenos, porque nadie es capaz de tomar el asunto en sus manos, solo se conocen el lema más dinero, mas presupuesto, mejor consideración, “consideración” algo que muchos de ellos no practican.

Además es una generalidad que los puestos administrativos en el sector salud son como ocurre en toda entidad de los estados dispuestos no por la capacidad profesional sino por el peso de la influencia personal o intereses pertinentes.

Los médicos tienen el derecho a reclamar una remuneración digna, pero hay que diferenciar y no colocar a todos en un mismo saco.

La calidad profesional se mide por el trato humano tal como exige su vocación al servicio de salud, de nada sirve un curriculum apoteósico cuando nuestros médicos olvidan el juramento hipocrático que tanto los identifica para salvar vidas.

No todo lo que brilla es tan blanco en el sector salud, nuestra cultura indiferente y egoísta nos lleva a no inmiscuirnos en los problemas de otros , de tal forma vemos a médicos convertidos en expendedores de recetas atendiendo a miles de pacientes en escasos minutos, afectando aun más la precaria salud de estos conjuntamente con su economía.

Tal como ocurre en toda perspectiva siempre habrán profesionales de la salud en silencio practicando dignamente su profesión sorteando barreras burocráticas y las limitaciones de una infraestructura que dificulta e imposibilita un eficaz tratamiento , con las consiguientes carencias de medicinas, teniendo que lidiar con los escasos recursos económicos de las familias, aquí el estado solo se hace presente cuando dispone de algún lote medicinal donado o comprado austeramente sin mediar calidad ni seguridad , o cuando busca la publicidad de una placa por la construcción de algún pabellón que más tarde estará solitario por las limitaciones presupuestales.

En todo caso si hablamos de lotes de insumos médicos o medicinas, estos por lo general caerán en el circuito de coimas y corrupción dentro del sector, desabasteciendo aun más los canales de distribución.
Es imprescindible una reorganización de este sector pero transformando la mentalidad burocrática estatal en una actitud más razonable, invirtiendo más, pero en mejorar la calidad profesional, a través de niveles remunerativos acorde con su vocación de servicio, inteligencia y capacidad profesional,
Nuestro sistema de salud debe ser evaluado constantemente en todos sus niveles, promocionando un trato más humano, más razonable dejando de lado la indolencia.

No entremos en el juego de chantajes de gremios sindicalistas que solo ven la solución de sus problemas económicos que según ellos tiene bastante tiempo, tiempo durante el cual jamás pudieron o quisieron contemplar el creciente problema administrativo, por el contrario prefirieron continuar en esta cadena, hoy quieren en corto tiempo en días solucionar una problemática de años, para estos señores sindicalistas es mejor obviar todo el engranaje nefasto de una administración incapaz que afecta a toda la nación.
Mas partida presupuestal, mas remuneración pero ante todo optimizar la calidad del servicio y esto solo será posible adjudicando los cargos administrativos a personas idóneas en todas las entidades de salud, así como exigir calidad en nuestros profesionales de la salud, permitiendo un servicio digno para todos los peruanos .

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