El Procurador Público Regional y otras autoridades constataron daño ecológico
Zaña
(Brennan Barboza Bravo).- Sin contar con ninguna autorización, personas extrañas
ingresaron en el área del Sector II-La Palería, del bosque seco de La Otra
Banda, de 822 hectáreas, ubicado en la jurisdicción política del distrito de
Zaña (provincia de Chiclayo, departamento de Lambayeque) y, luego de instalarse
en carpas portátiles plásticas, iniciaron la depredación del mencionado frondoso
espacio que regula el dióxido de carbono atmosférico.
Al
enterarse de lo sucedido, los integrantes de la Asociación de Ganaderos del
Bosque Seco de la Otra Banda, que preside Segundo Ramos Salazar, de inmediato
denunciaron el delito ambiental ante la Fiscalía Corporativa de Prevención del
Delito de Lambayeque y otras instancias competentes.
En
consecuencia, la mencionada Fiscalía, considerando que el bosque seco de La
Otra Banda le pertenece al Gobierno Regional de Lambayeque, que mediante
Ordenanza Regional declaró intangible la zona invadida, dispuso una
investigación preliminar contra quienes resulten responsables por el delito
contra los recursos naturales en la modalidad de depredación de bosques en
agravio del Estado.
Por
su parte, el Procurador Público Regional, Enrique Salazar Fernández; en
compañía del Director de la Agencia Agraria de Lambayeque, Harold Reyes Dávila;
así como de la gobernadora distrital de Zaña, Claudia Escudero Centeno, al
tener conocimiento de lo sucedido, se constituyeron hasta el lugar de los
hechos y constataron el daño que se viene haciendo al bosque seco de La Otra
Banda, interviniendo a uno de los invasores.
La
comitiva, que estuvo acompañada por efectivos policiales del distrito, así como
de la encargada del área de catastro de la Municipalidad de Zaña, Arquitecta
Azucena Arana Salazar, constató que muchos árboles de algarrobo que habían sido
talados anteriormente fueron quemados y otros árboles que tenían la huella de
haber sido cortados recientemente usando motosierras.
Las
autoridades también verificaron la existencia de un pequeño campamento en el
interior del bosque, donde estarían instalados los invasores, encontrándose un
fogón prendido con ollas conteniendo arroz y otros alimentos. Además se
encontró carpas plásticas, en cuyo interior había colchones, frazadas, ropa,
zapatos, zapatillas y varios machetes.
Del
mismo modo se encontró una construcción de adobe de 3m x 4m, sin techo, así como
un pozo artesanal de agua, que indican indubitablemente la presencia de
personas en la mencionada zona.
Teniendo
en cuenta que el interés de los bosques,
como el de La Otra Banda, es grande no sólo para las personas que viven cerca,
sino para toda la humanidad, porque afecta la calidad de vida; esta situación
debe simbolizar una oportunidad de mejora para rescatar la flora nativa
regional e impulsar la investigación de la introducción de nuevas especies, en
pro del equilibrio ecológico, debiéndose implementar políticas para desarrollar
programas que respalden la forestación regional.
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