SISTEMAS DE PARTICIPACIÓN CIUDADANA
El Dr. Álvaro Campana inició su presentación
haciendo referencia conceptual a la LOPE, que en su Artículo IV establece el
“Principio de participación y transparencia: Las personas tienen derecho a
vigilar y participar en la gestión del Poder Ejecutivo, conforme a los
procedimientos establecidos por la ley. Para ello, las entidades del Poder
Ejecutivo actúan de manera que las personas tengan acceso a información,
conforme a ley”.
La constitución si prevé un régimen de
participación de la ciudadanía en las decisiones y gestión del estado. Pero lo
que encontramos es que no hay una coordinación de los diversos procesos,
mecanismos y tampoco hay un sistema de información que le pueda hacer
seguimiento a la cantidad y calidad de la participación, o permita la
existencia de información que permita gestionar la participación.
Existen muchas iniciativas por partes de los
gobiernos locales para impulsar la conformación de un sistema de gestión, sin
embargo existen muchas formas diferentes de la participación ciudadana. Se
vinieron estableciendo muchos espacios de concertación que sin embargo ahora no
están funcionando. Se presenta en la actualidad un desgaste de la participación
ciudadana porque no se logran resultados concretos.
La participación ciudadana ha discurrido
fundamentalmente en el marco de la descentralización a través de los PDC, PP,
CCR, CCL, CV. Pero también existen espacios de concertación a nivel nacional
como el Acuerdo Nacional y los Consejos Nacionales sectoriales.
Sin embargo, con las limitaciones y/o crisis surgen
o cobran mayor importancia otras formas que ya existían o aparecen como
necesidad: Comisiones sectoriales en diversas escalas y la transparencia y
rendición de cuentas, relacionados con el contexto político del país:
preocupación del Ministerio de Energía y Minas por lograr licencia social y
desde la población iniciativas de Consulta vecinal y discusión de la consulta
previa, necesidad de transparentar los ingresos de los gobiernos respecto del
canon y el uso que se le da al mismo, el ordenamiento territorial, los
conflictos sociales, entre otros.
En conclusión hay una gran distancia entre la
realidad de la vida (local) y la normatividad. Por ello, es preciso ver la
participación ciudadana no sólo desde la perspectiva del “deber ser” o “de lo
que pudo ser” sino en perspectiva histórica comprendiendo los procesos que le
dieron origen y las relaciones de poder que la determinan en esos procesos. Es
así como podemos observar sus potencialidades y limitaciones.
COMENTARIOS SOBRE SISTEMAS DE PARTICIPACIÓN
CIUDADANA
En su intervención, el Eco. Manuel Alburqueque,
Director del CIPCA hizo varias reflexiones en base a la ponencia del experto y
las propias experiencias. Según indicó, no existe un sistema de participación
ciudadana. Existen espacios de concertación, pero no coordinan, ni se articulan
entre sí a pesar de tener objetivos comunes. Existe un desgaste de la
participación, pero ello no implica que no sea viable. Por tanto, el reto es
pensar cómo se puede garantizar la participación ciudadana ¿Cómo relanzar la participación
ciudadana? La ley homogeniza la participación ciudadana, sin reconocer las
experiencias que existen en las diversas regiones y espacios locales. Falta
claridad en entender la participación.
Hay que mirar la participación como
espacios de encuentro entre sociedad civil y Estado, y esta es una relación que
debe ser mirada como virtuosa, como dos polos que no son antagónicos, sino que
se complementan. Es una relación Estado – Sociedad de suma positiva, donde los
dos ganan. Por el lado de la sociedad civil, ayuda a que las decisiones
públicas se orienten a las prioridades locales. Por el lado del Estado,
contribuye a hacer más eficiente su acción y a legitimar las políticas públicas
que emprende.
En un contexto como el de Piura con crecimiento, pero con brechas
de desigualdad en la zona rural y de sierra, es necesario relanzar la
participación y la voluntad y decisión política de gobernantes, entendiendo la
participación como un medio, que es la acción de participar, pero también
como un fin, lograr influir en la gestión pública para que se mejoren las
condiciones de vida de las poblaciones rurales. La participación ha avanzado
mucho en lo propositivo, en la definición de propuestas, pero poco en la
incidencia para que se cumpla lo acordado. Ello, está generando desconfianza en
la participación. Así en el nivel local, casi cerca del 30% del PPbR concertado
se cumple y en el nivel regional el 15%. El reto de relanzar la participación,
implica desarrollo de capacidades en sociedad civil y gobernantes, pero también
dar respuesta a ¿Qué impactos queremos alcanzar con la participación?.
A su turno, el Prof. Edwin Vasquez, representante
de la Municipalidad de Montero señaló que la participación ciudadana está en la
agenda pública. Las autoridades y las organizaciones han entendido que la
participación ciudadana es importante. Algunos gobiernos locales están
avanzando para incluir a la población en la toma de decisiones y también en la
ejecución. Hay que establecer urgentemente un sistema de gestión de la participación
ciudadana. Pero este sistema debe establecer vínculos más abiertos. Las
organizaciones representan sólo algunas partes de la población como por ejemplo
las comunidades campesinas. También hay que incluir a los tenientes
gobernadores, los jóvenes, los alcaldes escolares. Hay que incluir los sectores
del Estado como salud y educación. Debe ser más flexible, dinámica y debe tener
la capacidad política y técnica en los gobiernos locales. Muchas veces se
invitan a las organizaciones después de haber planificado solo para dar a
conocer. Sólo a través de la participación ciudadana efectiva lograremos
desarrollo.
Enseguida, el Prof. Claudio Ramón Naquiche, alcalde
de La Arena señalo como ejemplo que los procesos de PPbR son espacio de
participación ciudadana. Se han formado muchos espacios, se hacen muchas
convocatorias pero muchas veces la gente no comprendió realmente cuáles puede
haber en el futuro y para qué sirve, es decir estamos frente a una
participación engañosa. Nosotros como gobiernos locales estamos impulsando
algunas iniciativas pero en realidad deberíamos empezar desde abajo. A parte de
la normativa, cómo podemos impulsar una participación ciudadana que forma parte
de una política o cultura local, en ello resulta clave la voluntad política que
tengamos las autoridades para aplicarla y fortalecerla como un derecho.
Etiquetas: CAMUR, Participación ciudadana, REMURPI
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