César Lévano cesar.levano@laprimeraperu.pe
La ofensiva del
fujimorismo a favor de la libertad del exdictador ha desatado un escándalo
justo cuando se aproxima el fallo de la Corte Internacional de La Haya sobre el
diferendo marítimo con Chile. Mientras el país requiere unión para esperar el
día de la sentencia –el 27 de enero–, los fujimoristas levantan una bandera
tramposa de discordia.
Esa táctica presenta semejanzas con el sofisma aprista, expuesto por
Jorge del Castillo, de que frente al decisivo fallo no se debería proseguir con
las investigaciones de la corrupción que recaen sobre Alan García. La idea
implícita es: hay que silenciar el caso de los indultos y conmutaciones –es
decir, rebaja de penas judiciales– a narcotraficantes y otros delincuentes. Es
invocar la unidad nacional para amparar el crimen.
Esas dos actitudes
revelan la entraña antinacional de quienes emplearon el poder político para
malbaratar bienes nacionales, ceder soberanía y acumular fortunas privadas.
Sin embargo, lo que
está en juego en La Haya es muy importante para el Perú, en particular para el
sur de nuestro país. Como sabemos, la alegación de Chile de que hay un tratado
de límites oceánicos entre nuestros países no tiene sustento jurídico ni
histórico. Actuando unilateralmente, y aprovechando la desidia de nuestros
gobernantes, Chile ocupa mar peruano y priva de las 200 millas a amplias
regiones peruanas, como Tacna y Moquegua.
Fue el excanciller
Manuel Rodríguez Cuadros, bajo el gobierno de Alejandro Toledo, quien planteó
poner fin a ese acto de prepotencia y colocar el diferendo en manos de la Corte
Internacional.
En los círculos
diplomáticos de Nuestra América se sabe que la razón está de parte del Perú.
Hay, no obstante, un factor que la defensa de Chile invoca: la larga ocupación
del mar peruano.
Por eso mismo es
necesaria una actitud de alerta y unidad nacional. En La Haya, el Perú tiene
una defensa impecable, a cargo de juristas peruanos y extranjeros del más alto
nivel doctrinario y la más rica experiencia en litigios como este.
Cabe esperar por eso
un fallo que nos favorezca. Pero solo un optimismo ciego, panglosiano, puede
creer que todo está resuelto. Así como se requiere ahora unidad y serenidad, el
Poder Ejecutivo y la cancillería deben alistar un programa de explicaciones y
esclarecimientos no solo en el interior del país.
Aquí
cabe una reflexión sobre nuestra política exterior. A partir de Fujimori y Alan
García, hemos seguido una línea de aislamiento, con exceso de acercamiento a
Chile. La llamada Alianza del Pacífico ideada por García, sin duda con
inspiración de Washington, no tiene un gran futuro. Necesitamos reforzar
nuestras alianzas históricas.
http://www.laprimeraperu.pe/online/columna-del-director/el-per-no-esta-en-su-mira_158577.html
Publicado
hace Yesterday por CESAR ACHING GUZMAN
Etiquetas: César Lévano Fujialanismo Política
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