lunes, 23 de diciembre de 2013

Mandela y la Seguridad Alimentaria


 

 

Por:  Angel Manero


"Invictus" es un poema escrito por William Henley (1849–1903) al cual hace referencia el entonces presidente Nelson Mandela en una conversación con el capitán del equipo sudafricano de rugby Francois Pienaar, antes del mundial de 1995. Todo esto relatado en el libro de John Carlin "The Human Factor: Nelson Mandela and the Game That Changed the World", libro que fue la base de la película "Invictus" protagonizada por Morgan Freeman.

Hay un relato trascendental en este libro cuando Mandela le pregunta a Pienaar: ¿cuál es tu estilo de liderazgo? y luego precisa: ¿cómo motivas a tu equipo para que tengan un desempeño superior al que ellos creen alcanzar?. Pienaar le indica al mandatario que siempre busca dar el ejemplo y Mandela le contesta que en su caso tuvo que recurrir al trabajo de terceros y fue el poema de Henley lo que lo mantuvo erguido cuando las fuerzas solo le alcanzaban para estar acostado.

Cabe señalar que, Nelson Mandela - a pesar de haber estado 27 años preso - tuvo el tiempo suficiente para unir e inspirar a toda una nación alrededor de una visión compartida de país diverso.

Hoy salió publicado en un diario nacional un comunicado de varias instituciones instando al Congreso de la República a aprobar un ordenamiento legal que promueva la soberanía y seguridad alimentaria en el Perú. Sin duda un tema trascendental que debe unir a todos los peruanos en el sentido de mejorar la calidad de vida del productor rural y la calidad de nuestra alimentación; sin que esto nos lleve a perder competitividad país.

En los detalles está la discusión. Una política de soberanía y seguridad alimentaria debe hacerse sobre la base de incentivos al mercado y no poniendo barreras a la exportación.

La mejor estrategia para garantizar la soberanía y seguridad alimentaria es haciendo del Perú una potencia agroalimentaria y gran exportador de alimentos. Esto permitirá que en momentos de probable desabastecimiento mundial tengamos la oferta suficiente para abastecernos primero y seguir vendiendo los excedentes.

Lo anterior va de la mano con una política nacional de promoción de la alimentación saludable, que debe empezar por la niñez en lo educativo y en la alimentación escolar priorizando: "consume fresco, consume lo local".

Es desalentador ver a Qali Warma repartiendo galletas o enlatados en las comunidades rurales, donde se puede generar mecanismos de abastecimiento de productos locales en la alimentación escolar. Toma su tiempo hacerlo, pero ¿está en los planes del 2014/2015?.

En forma complementaria, debemos acelerar el proceso de etiquetado de transgénicos para promover la demanda de productos que no lo son y en ese proceso se beneficiará todo nuestro agro.

Asimismo, debemos seguir promoviendo las grandes inversiones en el agro. Inversiones que aportan en productividad e incorporan tecnología al sector. En ese sentido hay que felicitar al Ministerio de Agricultura y Riego (MINAGRI), por apostar por la tercera etapa de CHAVIMOCHIC y la segunda etapa de MAJES SIGUAS; sin embargo el mismo esfuerzo habría que poner para CHINECAS y Puyango-Tumbes.

Es importante apuntalar la seguridad y soberanía alimentaria promoviendo nuevos emprendimientos. Proyectos grandes y pequeños suman a un país que solo tiene el 2% de su territorio destinado al uso agricola con riego permanente. Para que este proceso sea dinamizado necesitamos seguir desarrollando los mercados nacional e internacional.

Sobre lo último, es necesaria una rápida y apropiada implementación de las oficinas comerciales del Perú en el mundo; algo que el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (MINCETUR) está llevando a tÍtulo de marmota y que al igual que en el poema de Henley, se puede caer "In the fell clutch of circumstance".

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