Por: Angel Manero
"Invictus" es un poema escrito
por William Henley (1849–1903)
al cual hace referencia el entonces presidente Nelson Mandela en una conversación con
el capitán del equipo sudafricano de rugby Francois Pienaar, antes del mundial de
1995. Todo esto relatado en el libro de John Carlin "The Human Factor:
Nelson Mandela and the Game That Changed the World", libro que fue la base
de la película "Invictus" protagonizada por Morgan Freeman.
Hay un relato trascendental en este libro cuando Mandela
le pregunta a Pienaar: ¿cuál es tu estilo de liderazgo? y luego precisa: ¿cómo
motivas a tu equipo para que tengan un desempeño superior al que ellos creen
alcanzar?. Pienaar le indica al mandatario que siempre busca dar el
ejemplo y Mandela le contesta que en su caso tuvo que recurrir al trabajo de
terceros y fue el poema de Henley lo que lo mantuvo erguido cuando las fuerzas
solo le alcanzaban para estar acostado.
Cabe señalar que, Nelson Mandela - a pesar de haber
estado 27 años preso - tuvo el tiempo suficiente para unir e inspirar a toda
una nación alrededor de una visión compartida de país diverso.
Hoy salió publicado en un diario nacional un comunicado
de varias instituciones instando al Congreso de la República a aprobar un
ordenamiento legal que promueva la soberanía y seguridad alimentaria en el
Perú. Sin duda un tema trascendental que debe unir a todos los peruanos en el
sentido de mejorar la calidad de vida del productor rural y la calidad de
nuestra alimentación; sin que esto nos lleve a perder competitividad país.
En los detalles está la discusión. Una política de
soberanía y seguridad alimentaria debe hacerse sobre la base de incentivos al
mercado y no poniendo barreras a la exportación.
La mejor estrategia para garantizar la soberanía y
seguridad alimentaria es haciendo del Perú una potencia agroalimentaria y gran
exportador de alimentos. Esto permitirá que en momentos de probable
desabastecimiento mundial tengamos la oferta suficiente para abastecernos
primero y seguir vendiendo los excedentes.
Lo anterior va de la mano con una política nacional de
promoción de la alimentación saludable, que debe empezar por la niñez en lo
educativo y en la alimentación escolar priorizando: "consume fresco, consume lo
local".
Es desalentador ver a Qali Warma repartiendo
galletas o enlatados en las comunidades rurales, donde se puede generar
mecanismos de abastecimiento de productos locales en la alimentación escolar.
Toma su tiempo hacerlo, pero ¿está en los planes del 2014/2015?.
En forma complementaria, debemos acelerar el proceso de
etiquetado de transgénicos para promover la demanda de productos que no lo son
y en ese proceso se beneficiará todo nuestro agro.
Asimismo, debemos seguir promoviendo las grandes
inversiones en el agro. Inversiones que aportan en productividad e incorporan
tecnología al sector. En ese sentido hay que felicitar al Ministerio de
Agricultura y Riego (MINAGRI), por apostar por la tercera etapa de CHAVIMOCHIC
y la segunda etapa de MAJES SIGUAS; sin embargo el mismo esfuerzo habría que
poner para CHINECAS y Puyango-Tumbes.
Es importante apuntalar la seguridad y soberanía
alimentaria promoviendo nuevos emprendimientos. Proyectos
grandes y pequeños suman a un país que solo tiene el 2% de su territorio
destinado al uso agricola con riego permanente. Para que este proceso sea
dinamizado necesitamos seguir desarrollando los mercados nacional e
internacional.
Sobre lo último, es necesaria una rápida y apropiada
implementación de las oficinas comerciales del Perú en el mundo; algo que el
Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (MINCETUR) está llevando a tÍtulo de marmota y
que al igual que en el poema de Henley, se puede caer "In the fell clutch of circumstance".
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