El
año 2013 llega a su fin. Se va un año más de ardua y considerable lucha para la
construcción y profundización del proyecto de vida, también la construcción de
una nueva región, de un nuevo país, por
eso, queremos despedirlo juntos.
Cada instante se presenta como una oportunidad que
en parte depende de nuestra prudencia y de nuestras decisiones. En otra buena
parte, depende de las decisiones de otros. En los dos casos, y aunque no
siempre nos demos cuenta, depende de Dios.
Debemos
estar preparados para un año 2014, que nos encuentre más unidos que nunca, por
la defensa de los derechos humanos, el fortalecimiento de la democracia, para
promover la necesidad de que la población despierte de su letargo en búsqueda
de la justicia social, para vivir con dignidad, pero sobre todo para cambiar el
sistema que profundiza cada día las desigualdades e inequidades.
Iniciar un año nuevo 2014, produce una gran
alegría porque hay la posibilidad de proponerse nuevas metas, altas y
retadoras, no temas camina confiado porque el Maestro, va contigo y te lleva de
su mano.
Que el año nuevo que se anuncia
en este adviento del Jesús de la Vida nos
encuentre libres y dispuestos sin lastre y con el alma dispuesta. Libres de pesadas cadenas, libres de viejos recuerdos, libres
de nuestros prejuicios, libres de nuestras penas, para buscar la otra libertad: la de amar y construir, la de
luchar y resistir, la de hacer la paz y convivir.
Con el deseo de el comienzo de un año pleno de éxitos, de mucha salud, felicidad, alegría y paz para el año nuevo.
¡¡¡Feliz año 2014!!!
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