DRA. NINELL DEDIOS
MIMBELA
Doctora en Agronomía
Los agricultores, pequeños y
medianos incluidos los ganaderos se encuentran sumamente preocupados pues la
falta de precipitaciones o lluvia amenaza la campaña agrícola y ganadera en la
Región de Piura. Tras analizar la situación actual el sector se encuentra en
seria amenaza y las pérdidas económicas pueden ser cuantiosas. Si recorremos
los campos en la costa nos detenemos a observar que la mayoría se encuentran
“en descanso”, pues la falta de agua en los principales reservorios permite que
la mayoría de agricultores haya decidido no sembrar.
Sin embargo, esta
circunstancia se traduce en un incremento de los costes de cultivo y, en
concreto, si las condiciones deficitarias de lluvia continúa, en esta campaña
no se cubrirán gran parte de las demandas hídricas de los cultivos con agua de
riego, con lo que el consumo energético será mayor, con una factura importante
en pérdidas traducidas en millones de soles.
Por sectores, hay algunos
especialmente afectados, como el arroz, los cereales, la ganadería o los
cítricos. En el caso del primero, con el inicio de la campaña el cultivo puede
verse afectado su rendimiento o ser presa de los problemas fito sanitarios. En
el caso el algodón se espera que sea un buen año aunque la superficie sembrada
es mínima.
En el caso de los frutales se
podría presentar problemas como un retraso en la maduración del fruto,
por lo que los rendimientos serán menores a los de años anteriores. La merma en
la producción tiene una importante repercusión económica en los principales
valles incluso por la la reducción de jornales. De cara a la campaña agrícola
más importante de este año, es de vital importancia que haya precipitaciones a
lo largo de los próximos dos meses. De no ser así, el resultado pueden ser unas
pérdidas de producción catastróficas.
En este sentido, han apuntado
que los productores esperan que la situación cambie, al menos en la sierra
donde la producción de pastos es extrema y donde las ligeras y esporádicas
precipitaciones favorecen a la regeneración natural de especies herbáceas y
arbustivas en el caso de cultivos como el maíz el panorama se deja de ser
optimista. Todo cambiaría si antes de final de mes se produjesen las ansiadas
lluvias, en cantidad suficiente para permitir un buen enraizamiento de la
planta. Pero de no ser así peligra gravemente la producción de cereales y
granos con consecuencias indirectas sobre los sectores ganaderos, por la
repercusión que puede tener en el precio de las materias primas destinadas a
alimentación animal. Todo lo expuesto se suma a una reflexión del cual debemos
nos queda un gran camino por recorrer al considerar las medidas de prevención
no solo sobre la seguridad alimentaria sino también sobre la sostenibilidad
ambiental.
Dra. Ninell Dedios Mimbela
CIDMA-Perú
Centro para la Investigacion Desarrollo y Defensa del Ambiente
No hay comentarios:
Publicar un comentario