Por:
Víctor Tume Ruíz
A que
estamos jugando cuando las reglas no están nada claras; sin embrago el
gobierno a través de sus estamentos se sale de las políticas de estado y emite
sendos dispositivos, que lejos de favorecer a la población que aun recuerda su
lucha incluyendo la muerte de dos inocentes. Me estoy refiriendo al caso Savia
y no podía ser de otra manera, pues la fuerte oposición de los pescadores
maricultores y la población, no permitían la instalación del proyecto Punta
Lagunas para la explotación de gas en el zócalo continental, so pretexto de la
contaminación: ante estas evidencias se apresuran, entre gallos y media
noche para emitir la Resolución Directoral N°
083-2014-MEM/DGAAE, fechada el 26 de Marzo del presente año,
APROBANDO el Estudio de Impacto Ambiental –EIA- a la
mencionada de empresa, que a Sechura le cuesta lagrimas,
sangre y llanto.
Así están
las cosas, Sechura pierde en su terreno sin pena ni gloria, mas aun cuando el
Informe Nº 054-2014 suscrito por el biólogo Raúl Carrillo Acosta, por el
abogado Rubén Chang Oshita y el ingeniero Carlos Ibáñez Montero concluye que de
acuerdo al procedimiento administrativo y aprobación y evaluación del
estudio de impacto ambiental, iniciado por Savia Perú, ha cumplido con todos
requisitos técnicos y legales exigidos por las normas ambientales que
regulan las actividades de hidrocarburos, en concordancia con las normas
aplicables de los sectores agriculturas y Riego, Producción y Defensa, en
tal sentido corresponde la aprobación de dicho estudio de Impacto
Ambiental y por lo tanto la expedición de la Resolución Directoral
correspondiente.
Entonces de
que valió, tantas luchas, un frente de defensa, a por cierto cuestionado,
mesas de diálogo y lo peor de todo la muerte de Cristian Alvarado Frías y Luis
Guerrero García, dos jóvenes sechuranos, padres de familia que dejaron
huérfanos a sus hijos y que hoy aun la familia llora la sangre derramada en vano.
Citamos al
abogado César Bernabé Gutiérrez, quien señala que existe un Informe
Técnico de Observaciones del SANIPES-ITP, sin embargo dirigentes y autoridades
no tomaron importancia a dicho informe, supuestamente porque las autoridades
del SANIPES dijeron que no era regulado por su TUPA, desconociendo que la
Ley del Sistema Nacional de Evaluación de Impacto Ambiental obliga a toda
entidad competente del Estado la evaluación de EIA y conocer
si dicho proyecto gasífero pondría en riesgo la acuicultura y la pesca en
el mar.
Bueno, ahora nos queda
cruzar los dedos y elevar nuestra oraciones al Altísimo, para que no se dé, lo
que todos suponemos, que la bahía de Sechura no se vea afectada, que no
exista contaminación, que los maricultores obtengan sus ganancias como lo han
venido haciendo, beneficiándose miles de familias dedicadas a esta
actividad, que los pescadores artesanales no sean afectados en su producto
diario y que los pescadores industriales generen mas fuente de trabajo, que de
los pocos que pueda ofrecer SAVIA PERU.
De que
valdría ahora entonces salir a gritar a las calles, que los
defensores entre comillas de la bahía de Sechura” no supieron
defender nuestro mar, de que valdría ahora que hayan mas mártires sin reconocer
que ofrenden su vida, de que valdría ahora hacer un paro cuando el estado con
sus balas acallan al pueblo cansado que le pisoteen sus derecho, de que valdría
ahora que le pidan a las autoridades municipales manifestarse y
desarrollen la consulta poblacional cosa que nunca hicieron. Y esto solo
pasa en el Perú.
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