En el 2011, el año en que postuló a la presidencia, Keiko Fujimori fundó su ONG Oportunidades, su esposo Mark Vito constituyó una empresa de transportes y luego hicieron una separación de bienes |
Domingo, 07 de julio de 2013 |
8:14 am Diario La República del Perú
La investigación de la
residencia donde vive la candidata presidencial de Fuerza Popular Keiko
Fujimori, de propiedad de las hijas de su tía, Juana Fujimori, ha activado las
alarmas de las autoridades que buscan el destino de los fondos que el ex
presidente Alberto Fujimori y miembros de su familia obtuvieron ilícitamente
durante su mandato.
Ángel Páez y María
Elena Hidalgo.
Hay un rompecabezas que la Procuraduría Anticorrupción ha
comenzado a armar para identificar las fuentes de financiamiento de la familia Fujimori.
El trabajo se inició a partir de una contradictoria declaración de la candidata
presidencial para el 2016, Keiko Fujimori, lo que incluso motivó que la Comisión
de Fiscalización del Congreso aprobara la investigación del caso: el origen
de la propiedad de la residencia donde vive la hija mayor del ex mandatario Alberto
Fujimori.
Keiko
Fujimori dijo en un primer momento que la residencia de Surco
pertenecía a una de sus tías, sin precisar si se trataba de Juana o Rosa.
Luego aclaró que las dueñas eran Rumy y Jenny Kagami Fujimori, hijas de su tía
Juana. No es un dato irrelevante.
Juana Fujimori es una
pieza clave del engranaje de la familia Fujimori durante el régimen de
su hermano. Desde el principio del gobierno de Alberto, ella estuvo
íntimamente vinculada con el manejo de fondos de sospechoso origen, como
gestora y administradora de Apenkai, ONG de la familia Fujimori,
que canalizó las millonarias donaciones japonesas, en bienes y dinero.
Las hermanas Rumy y Jenny compraron el 6 de agosto de
1996 la vivienda donde ahora reside Keiko Fujimori por 147 mil
dólares, un significativo monto de dinero que motiva las sospechas de las
autoridades.
Los congresistas fujimoristas Alejandro Aguinaga y Héctor
Becerril, consultados sobre las finanzas de la lideresa de Fuerza Popular,
manifestaron a La República que no harían comentarios porque se trataba
de un asunto que correspondía al ámbito personal y familiar de Keiko
Fujimori.
En el momento de la adquisición de la propiedad de Surco por las
hermanas Rumy y Jenny, Alberto Fujimori había iniciado su
segundo mandato y los miembros de su familia copaban importantes cargos o
posiciones con acceso a millonarios fondos.
Por ejemplo, Fujimori nombró presidente del directorio de la
compañía Popular y Porvenir a un íntimo amigo de la familia, Augusto
Miyagusuku Miagui, a quien se le imputó responsabilidad por el manejo
ilícito de seguros y reaseguros para las Fuerzas Armadas y el Servicio de
Inteligencia Nacional (SIN).
LA FAMILIA PRIMERO
Durante la gestión de Augusto Miyagusuku, a quien llamaban “el cajero de
Fujimori”, Isidro Kagami Fujimori, hijo de Juana Fujimori y
hermano de Rumy y Jenny, las propietarias de la casa de Keiko Fujimori,
fue designado director de Popular y Porvenir entre 1994 y 1995.
Isidro Kagami hizo un gran negocio en esa época. Su empresa de mecánica
automotriz HK Service era la que reparaba todos los vehículos siniestrados que
tenían pólizas de seguros de Popular y Porvenir. Se lo permitían porque era el
sobrino del presidente Alberto Fujimori.
Mientras tanto, la madre de Isidro Kagami, Juana Fujimori, se
encargaba de la presidencia del Comité de Apoyo a Palacio de Gobierno.
Asumió funciones en 1991 y lo mantuvo hasta octubre del 2000. Ella no
solo coordinaba las donaciones que llegaban de Japón sino también las que llegaban
de la Superintendencia Nacional de Aduanas. El 13 de agosto del 2010, el
fiscal supremo Pablo Sánchez Velarde acusó a Juana Fujimori y pidió
cárcel para ella, pero el 17 de setiembre del mismo año, el Poder Judicial acogió
un pedido de prescripción de la hermana del ex presidente y desactivó el
juicio.
Lo que se desprende de la denuncia del fiscal Sánchez es que Juana
Fujimori, entre 1991 y 2000, administró ilegalmente las
donaciones, por lo que pudo haber adquirido bienes, a su nombre o de terceros,
con los fondos derivados de dicha actividad. Desde esta perspectiva, las
autoridades anticorrupción buscan establecer con qué dinero adquirieron Rumy y
Jenny Kagami Fujimori, las hijas de Juana Fujimori, la residencia donde
hoy habita Keiko Fujimori.
No es, sin embargo, la única probable fuente del financiamiento de la
casa de Surco.
TIEMPO DE CAMPAÑA
Las autoridades de la Procuraduría Anticorrupción han encontrado
información relevante de un colaborador eficaz, Jorge Mercado Flores, ex
miembro de la organización criminal del traficante de armas Enrique
Benavides Morales que, sorprendentemente, no se le hizo un seguimiento
exhaustivo. Mercado ha declarado que Juana Fujimori solía visitar en su oficina
a Benavides para recoger donativos de dinero para la campaña
presidencial de Alberto Fujimori.
La relación de Juana Fujimori y el traficante Enrique Benavides fue más
íntima. En 1998, la hermana del ex presidente le vendió a Benavides una casa de
su propiedad por intermedio de una compañía de fachada, “Ocean Reef”, con sede
en Islas Vírgenes.
Pero, ¿Juana Fujimori actuaba al margen de sus hijas? Sorprendentemente,
la Procuraduría Anticorrupción ha encontrado en los archivos de la institución
documentos que demuestran que Juana y su hija Rumy, una de las propietarias de
la casa donde habita Keiko Fujimori, han mantenido vinculaciones bancarias.
Juana Fujimori y Rumy
Kagami están relacionadas con una cuenta en el Bank Atlantic, en Fort
Lauderdale (Florida, Estados Unidos). El 31 de octubre del 2000, la
cuenta recibió una transferencia de 78 mil dólares a título de Rumy Kagami,
y el 14 de noviembre del mismo año, otros 109 mil dólares, pero a nombre de
Juana Fujimori.
La decisión de la Comisión de Fiscalización de investigar dónde
vive Keiko Fujimori ha impulsado a las autoridades anticorrupción a
indagar las fuentes de financiamiento de la candidata presidencial de Fuerza
Popular. Y, otra vez, han detectado contradicciones entre las declaraciones de
la aspirante a la jefatura del Estado y los hechos.
CIFRAS QUE NO CUADRAN
Al presentarse a la campaña presidencial del 2011, Keiko Fujimori
entregó una declaración jurada cuyos datos están incompletos o no coinciden con
la información oficial.
No consignó que el 16 de junio del 2011 había constituido la ONG
Oportunidades Instituto para el Desarrollo con Inclusión, y que los
directores –todos miembros de su equipo de campaña electoral– la habían
nombrado presidenta. No hay registro de los fondos con los que se financian las
actividades de Oportunidades ni se conoce la identidad de los aportantes. Los
voceros de la ONG se negaron a indicar cuánto ganaba mensualmente la presidenta
por su desempeño o era un puesto ad honórem.
En plena campaña presidencial, preguntada sobre el financiamiento de sus
actividades, Keiko Fujimori declaró que vivía de lo que ganaba su esposo, Mark
Vito Villanella, quien laboraba como consultor de la compañía IBM. Pero
al poco tiempo de terminada la contienda electoral, el 30 de septiembre del
2011, con un aporte de 96 mil soles, constituyó MNG Transportes, en
sociedad con los empresarios Nikola Seremet Slavkovic y Guillermo Bussalleu
Pinillos.
El capital inicial de MNG Transportes fue de 240 mil soles. Ni
Seremet ni Bussalleu aceptaron una entrevista para explicar sobre los
conocimientos de su socio Mark Vito Villanella relacionados con el
rubro.
Mark Vito, en el 2011, según declaró Keiko Fujimori, ganaba
mensualmente 33 mil 600 soles. Lo que quiere decir que debió ahorrar más
de tres meses de sueldo completo para poner el capital de MNG Transportes.
Los casi 100 mil soles que aportó el esposo de Keiko Fujimori proyectan
la imagen de un empresario que maneja significativos montos, pero según la base
de datos de Inforcorp Mark Vito no aparece registrado. Es como si no
existiera en el sistema crediticio y financiero.
Dos meses después de formar la empresa MNG Transportes, Keiko Fujimori y
Mark Vito dieron un paso importante en sus vidas. Sustituyeron el Régimen de
Gananciales como esposos por el de Separación de Patrimonio, el 26 de
noviembre del 2011. De modo que desde esa fecha todo lo que adquieran
será a título individual. Probablemente, es un mecanismo de prevención ante
eventuales juicios.
Al presentar su declaración jurada como candidata presidencial, en el
2011, Keiko Fujimori consignó importantes cantidades de dinero: 176 mil soles y
19 mil 320 dólares en ahorros en el Banco de Crédito. Además, 117 mil 541 soles
y 276 mil 303 dólares en el Bank of America, de los Estados Unidos. Lo
que suma 293 mil 541 soles y 295 mil 623 dólares. Pero el último reporte
de Infocorp indica que Keiko Fujimori solo maneja una tarjeta de crédito
con una línea máxima de gasto de 30 mil soles. Y que no ha movido un
solo centavo.
Los Fujimori siempre han tenido problemas para cuadrar los números.
Una operación inmobiliaria secreta en la playa Puerto Fiel, Cerro Azul
El 16 de julio del 2010, la entonces congresista Keiko Fujimori Higuchi
vendió un terreno de 250 metros cuadrados de su propiedad en la playa
Puerto Fiel, un lujoso balneario ubicado en el distrito de Cerro Azul, Cañete.
Le pagaron 27 mil dólares.
En el momento de la transacción, la candidata presidencial era objeto de
investigación por el Ministerio Público, en relación con la presunta
receptación de fondos públicos desviados por su padre, Alberto Fujimori.
Los hermanos Jenny, Henry, Rosario y Elsa Hidalgo Bolimbo
fueron los compradores.
“Nosotros íbamos siempre a Puerto Fiel y alquilábamos casa. Nos gustaba
mucho esa playa por ser tranquila. Fue por la prensa que tomamos conocimiento
de que Keiko Fujimori estaba vendiendo ese terreno”, dijo Jenny Hidalgo.
Keiko Fujimori dijo que compró el terreno con parte del dinero que su padre
le entregó.
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