Por. Jorge Manco Zaconetti, el
Martes, 24 de Julio de 2012 a la(s) 10:28 · Diario El Peruano
En la actualidad la producción de petróleo
crudo es menor a los 70 mil barriles diarios, con tendencia a la disminución en
la medida de la caída productiva sobre todo del lote 1-AB que en el 2006
producía más 27,900 barriles diarios y al mes de mayo del presente no sobrepasa
los 15,500 barriles por día, con tendencia a la disminución en razón a los
rendimientos decrecientes de un crudo pesado que se exporta mayoritariamente,
los altos costos de reinyección y la falta de inversiones en un contrato cuyo
vencimiento está próximo a su vencimiento.
En agosto del 2015 las reservas probadas y
probables del lote 1-AB con sus instalaciones debieran ser devueltas al Estado
peruano, y el interés nacional determina que el titular de dicho lote sea
asignado a PetroPerú en el marco de la asociación pública/privada con empresas
privadas que asuman riesgos, tecnología de punta y capital para explotar con
responsabilidad ambiental y social los más de 339 millones de barriles en
reservas probadas, probables y posibles de crudo que yacen en el subsuelo.
En verdad, son varios los lotes de
hidrocarburos cuyos contratos están próximos a su vencimiento en el período
2013 al 2016, tales como los lotes II, III, IV, VI/VII y siendo el más
importante por sus reservas probadas y probables el 1-AB; y será
responsabilidad del presente gobierno a través de PerúPetro y el ministerio del
sector resolver positivamente esta realidad.
Evidentemente de seguir disminuyendo la
producción diaria de petróleo se debieran explicar técnicamente las razones de
esta menor producción, las medidas adoptadas o dejadas de hacer, pues a una
menor producción le corresponde una menor participación por concepto de canon y
sobrecanon petrolero que ahora ya no es el 12.5 por ciento del valor de la
producción sino el 18.75 por ciento del valor que el gobierno central está
transfiriendo a los gobiernos regionales, y locales de Piura, Tumbes, Loreto,
Ucayali y la provincia Inca de Huánuco.
La situación es igual de grave en Talara,
en los lotes marginales del noroeste donde por ejemplo en el lote II se
obtenían 645 barriles diarios y a mayo del presente la producción es de 459
barriles, o el lote III donde la producción era de 4,022 barriles diarios ha
disminuido a menos de 2,297 barriles por día a mayo del presente. Esta menor
producción no solamente afecta al canon petrolero, sino al empleo, pues muchas
empresas contratistas y de servicios están despidiendo trabajadores, a pesar de
los altos precios del petróleo.
Sin embargo, esta realidad desde el punto
de vista estadístico se atempera por el manejo interesado de cifras que hace
PerúPetro al consignar la producción de hidrocarburos líquidos sumando la
producción de petróleo crudo con los líquidos de gas natural (LGN) sobre todo
provenientes de la explotación de los lotes 88 y 56, es decir de Camisea.
Así, la producción de hidrocarburos
líquidos (petróleo crudo más líquidos) está sobre los 152 mil barriles diarios,
pues a la producción de crudo de 70 mil barriles diarios se suman los 82 mil
barriles de líquidos extraídos en Camisea, Aguaytía, Pariñas y Malacas. ¡Es
como si se sumara conjuntamente la producción de papas y camotes!
Estas prácticas estadísticas oscurecen la
caída pertinaz de la producción de petróleo crudo desde 1994 a la fecha, pues
de una producción de 127 mil barriles diarios se ha transitado a niveles
menores a los 70 mil barriles por día. Antes la responsabilidad productiva con
todos sus defectos era de PetroPerú, ahora en lo fundamental es privada, pues
la petrolera estatal no extrae ni un solo barril y tiene que abonar precios
internacionales por el crudo que refina y satisfacer el 47% del mercado de
combustibles.
Por tanto, uno de los argumentos
ideológicos que justificaron la irracional privatización de PetroPerú en la
década de los noventa no se ha cumplido en la realidad. Por ello, se debiera
cumplir con la promesa electoral acerca del fortalecimiento de PetroPerú con la
integración vertical, es decir, con el retorno a la explotación de crudo y la
modernización de la Refinería de Talara que permitirá una mayor producción
interna de un diesel 2 limpio con 50 partes por millón de azufre, y el
tratamiento de los crudos pesados.
En nuestro país esta menor producción
interna de petróleo crudo se tiene que saldar con mayores importaciones de
crudo y derivados (diesel 2), profundizando el déficit de la balanza comercial
de hidrocarburos, es decir el valor de las importaciones de petróleo y
derivados es mayor a las exportaciones, y ello significa millonarios montos que
se van hacia el exterior.
Solamente como información entre el 2006 y
el 2011 el saldo negativo de la balanza comercial de hidrocarburos
(exportaciones menos importaciones) que involucran al petróleo, líquidos de gas
natural, gas licuefectado y derivados como el diesel ha sido superior US$ 7,937
millones de dólares, cifras que casi triplican a los 2,500 millones de dólares
que significaría la modernización integral de la refinería de Talara.
Esto significa que el capital-dinero
generado en la economía doméstica, en manos de consumidores y empresas, ha
tenido que financiar a través de las importaciones de petróleo y derivados que
en el período mencionado se acercan a los 8,000 millones de dólares y que
podrían incrementarse con el presente gobierno, de allí la importancia de
fomentar la producción de interna de crudo y la modernización de PetroPerú.
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