Por: Víctor Manuel Medina
Alarcón
Al
cumplirse el centenario del natalicio del ex Presidente Fernando Belaúnde
Terry, presentamos una breve síntesis sobre
el contenido y alcance del Pensamiento Filosófico y Político de este
ilustre peruano.
Cerca
de cincuenta y seis años han pasado desde que Fernando Belaúnde tuvo una
participación muy activa en los destinos no sólo del Perú sino de América
Latina y su pensamiento aún sigue y seguirá vigente.
Habiéndose
formado como arquitecto en el extranjero, poco le hubiera costado al joven
Fernando forjarse un porvenir alejado de las vicisitudes en Estados Unidos o
Europa. Muy por el contrario, retorna al país e inicia paralelamente
actividades políticas, académicas y profesionales . En París, los Belaúnde
vivieron concentrados pensando, hablando y soñando con el Perú. Fernando, en
sus años juveniles se acercó a ideas revolucionarias, admirando a Georges
Clemenceau, una suerte de “ símbolo moral” francés y uno de los principales
artífices del Tratado de Versalles, que puso fin a la primera guerra mundial.
Como estudiante de arquitectura en Texas, asistía a los grandes debates que en
la Universidad se daban en torno al llamado “ Movimiento Moderno de la
Arquitectura” . Este nuevo diseño, había
surgido en Francia a mediados del cuarenta – a través del célebre arquitecto Le
Corbusier y en Alemania a los trabajos de Walter Gropius – como una nueva
versión del quehacer arquitectónico : “ la forma geométrica y la línea
horizontal predominaban en este nuevo diseño, junto con una nítida preferencia
por la iluminación y un rechazo consistente por la ornamentación y toda aquella
tradición que apoyaba el diseño de modelos históricos”.
Además,
visitaba a su padre don Rafael en México
que se desempeñaba como embajador. Allí descubrió a José Vasconcelos, autor de
la “ Rosa Náutica”, que era una exaltación de los pueblos autóctonos mexicanos
y condena del racismo ; y quien era , un infatigable luchador por la
institucionalización de una sociedad aún sujeta a las arbitrariedades que
venían del pasado inicial de la Revolución Mexicana.
De
este filósofo mexicano, Belaúnde apreció el significado de los valores en la
persona y en la política; y, la valoración eminentemente positiva del
mestizaje. Vasconcelos consideraba que
la acción del ciudadano o su conducta está regida por valores. El prototipo de
ciudadano contemporáneo, no es el audaz, el astuto, sino el más capaz de
servir, el que denota una moral de constante superación. La doctrina filosófica
pregonada por Vasconcelos, se caracterizaba como cercana a la de Arthur
Schopenhauer y Miguel de Unamuno. El humanismo vasconceliano tiene una
perspectiva vivencial en su monumental
obra “ La Rosa Náutica” (1925) y otras
que fueron influyentes para la conformación del pensamiento filosófico y
político en América Latina ( que sirvió también de base para que Francisco Miró
Quesada Cantuarias definiera el “ humanismo situacional” ) . La doctrina
filosófica vasconceliana, critica, además, los excesos del pensamiento
positivista y del utilitarismo capitalista; rechaza el determinismo cantiano y
spenceriano y promueve una educación de una visión más amplia, que rechaza lo
biológico del racismo y en pos de encontrar los ajustes de los costos sociales
generados por grandes procesos de cambio como la industrialización, la
electrificación o la concentración urbana.
“
La ciudad es el alma de la sociedad” , señalaba el arq. Fernando Belaúnde y
sobre esa base e inspirado en el modernismo – que fue además una escuela
teórica que elaboró un planteamiento integral para el desarrollo urbano; con
sus dos alternativas: la primera que pretendía lograr una urbe definida por la
alta densidad y con el propósito de abaratar los servicios públicos con menor
inversión; y, la segunda , que planteaba el crecimiento planificado de la
ciudad moderna ( ciudad-jardín ) , propuso Belaúnde la solución para el
crecimiento ordenado de Lima y fue así
que el modelo sugerido, la unidad vecinal ( Unidad Vecinal N°3 y otras) , fue concebido como un barrio socialmente
homogéneo , dotado de servicios sociales y con áreas verdes . Además,
prevaleció la idea de favorecer la
construcción de ciudades-satélites , que eran la combinación de espacios reservados
para vivienda y recreación, junto con otras áreas pensadas para proyectos
económicos que ofrecieran empleo a los pobladores ( Villa el Salvador, Ventanilla y otros en el
interior del país ). Asimismo, como una forma planificada de desarrollo industrial,
se instalaron y se proyectaron
instalar los parques industriales en
Arequipa, Trujillo, Paita, Sullana, Tacna
y como respuesta a una política
de sustitución de importaciones de impulso a los productores nacionales
provincianos . Es decir, una política nacionalista, descentralizada y revolucionaria. En la actualidad, países
emergentes como China, India, Corea, Singapur, Brasil, Argentina, que han
adoptado la tesis del Estado-Nación, consolidan su mercado interno y siguen una
política agresiva de industrialización para la exportación de bienes y
servicios y lideran el mundo globalizado.
Cuando
Fernando Belaúnde creó y comenzó a predicar El Perú como Doctrina, la respuesta
del pueblo peruano fue inmediata. En 1966, el filósofo Francisco Miró Quesada
Cantuarias recibió el encargo de redactar el Manual Ideológico de Acción
Popular y sentó las bases para la construcción de una doctrina política
humanista, “humanismo situacional”; como una forma de fortalecer la filosofía y
praxis política del Perú como Doctrina propuesta por Belaúnde y ampliar el contenido y alcance de que
todos los valores se deducen del principio de que todo ser humano debe ser
considerado como un fin en sí mismo.
“El
Perú como Doctrina es la respuesta al drama de nuestra situación histórica, a
la tragedia del desgarramiento inicial “ . Por eso, sostiene el ideólogo
Francisco Miró Quesada Cantuarias, “ el Perú como Doctrina consiste en
considerar a la tradición y la historia del pueblo peruano como la fuerza
inspiradora de la acción política. Pero esto significa de manera tan directa
que nadie puede negarlo , reconocer que el pueblo es capaz de contribuir a la
solución de los grandes problemas
nacionales….En toda sociedad, en la pirámide de las jerarquías se ubica a
aquellos que deben señalar el camino, a aquellos que deben tomar las grandes
decisiones colectivas”
Por
su parte, el filósofo Luis Felipe Alarco, señala “ En el orbe histórico, más
que posibilidades muertas y erráticas de la materia son virtualidades que
portan energía y propensión. El Perú como Doctrina destaca este sustracto
esencial. Tenerlo en cuenta posibilita el hacer eficaz, el poder ser.
Desatenderlo conduce a un deber ser abstracto, irrealizable”……” En la acción se
genera la síntesis entre idea política y realidad social, entre el debe ser y
el poder ser. La idea abandona su recinto espectral, deja de ser ubicada frente
a lo real, se torna dinámica , se conforma , deviniendo uno de los componentes
del contorno humano”.
Para
que una sociedad sea verdaderamente justa, las jerarquías no deben fundarse en
condiciones de clase; es decir, de fortuna, de posición social, de situación
económica, etc. No deben basarse en condiciones extrínsecas a la persona humana
sino en condiciones intrínsecas. Las jerarquías deben fundarse única y
exclusivamente en la capacidad intelectual y la presencia moral de las
personas. Estos conceptos se elevan a categoría ideológica y a reflexión
práctica cuando se constituyen en el axioma fundamental de la ideología de
Acción Popular al aplicar los postulados abstractos universales del humanismo
al caso concreto de un grupo humano que
se constituye bajo el nombre de Perú. El humanismo del siglo XXI, recoge estos
conceptos, los moderniza y son parte de la filosofía y praxis política en el
relanzamiento y modernización del Partido.
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