lunes, 26 de noviembre de 2012

El pensamiento filosófico de Fernando Belaúnde Terry


Por: Víctor Manuel Medina Alarcón

Al cumplirse el centenario del natalicio del ex Presidente Fernando Belaúnde Terry, presentamos una breve síntesis sobre    el contenido y alcance del Pensamiento Filosófico y Político de este ilustre peruano.

Cerca de cincuenta y seis años han pasado desde que Fernando Belaúnde tuvo una participación muy activa en los destinos no sólo del Perú sino de América Latina y su pensamiento aún sigue y seguirá vigente.

Habiéndose formado como arquitecto en el extranjero, poco le hubiera costado al joven Fernando forjarse un porvenir alejado de las vicisitudes en Estados Unidos o Europa. Muy por el contrario, retorna al país e inicia paralelamente actividades políticas, académicas y profesionales . En París, los Belaúnde vivieron concentrados pensando, hablando y soñando con el Perú. Fernando, en sus años juveniles se acercó a ideas revolucionarias, admirando a Georges Clemenceau, una suerte de “ símbolo moral” francés y uno de los principales artífices del Tratado de Versalles, que puso fin a la primera guerra mundial. Como estudiante de arquitectura en Texas, asistía a los grandes debates que en la Universidad se daban en torno al llamado “ Movimiento Moderno de la Arquitectura” . Este  nuevo diseño, había surgido en Francia a mediados del cuarenta – a través del célebre arquitecto Le Corbusier y en Alemania a los trabajos de Walter Gropius – como una nueva versión del quehacer arquitectónico : “ la forma geométrica y la línea horizontal predominaban en este nuevo diseño, junto con una nítida preferencia por la iluminación y un rechazo consistente por la ornamentación y toda aquella tradición que apoyaba el diseño de modelos históricos”.

Además,  visitaba a su padre don Rafael en México que se desempeñaba como embajador. Allí descubrió a José Vasconcelos, autor de la “ Rosa Náutica”, que era una exaltación de los pueblos autóctonos mexicanos y condena del racismo ; y quien era , un infatigable luchador por la institucionalización de una sociedad aún sujeta a las arbitrariedades que venían del pasado inicial de la Revolución Mexicana.

De este filósofo mexicano, Belaúnde apreció el significado de los valores en la persona y en la política; y, la valoración eminentemente positiva del mestizaje.  Vasconcelos consideraba que la acción del ciudadano o su conducta está regida por valores. El prototipo de ciudadano contemporáneo, no es el audaz, el astuto, sino el más capaz de servir, el que denota una moral de constante superación. La doctrina filosófica pregonada por Vasconcelos, se caracterizaba como cercana a la de Arthur Schopenhauer y Miguel de Unamuno. El humanismo vasconceliano tiene una perspectiva vivencial en su monumental  obra “ La Rosa Náutica” (1925) y otras  que fueron influyentes para la conformación del pensamiento filosófico y político en América Latina ( que sirvió también de base para que Francisco Miró Quesada Cantuarias definiera el “ humanismo situacional” ) . La doctrina filosófica vasconceliana, critica, además, los excesos del pensamiento positivista y del utilitarismo capitalista; rechaza el determinismo cantiano y spenceriano y promueve una educación de una visión más amplia, que rechaza lo biológico del racismo y en pos de encontrar los ajustes de los costos sociales generados por grandes procesos de cambio como la industrialización, la electrificación o la concentración urbana.

“ La ciudad es el alma de la sociedad” , señalaba el arq. Fernando Belaúnde y sobre esa base e inspirado en el modernismo – que fue además una escuela teórica que elaboró un planteamiento integral para el desarrollo urbano; con sus dos alternativas: la primera que pretendía lograr una urbe definida por la alta densidad y con el propósito de abaratar los servicios públicos con menor inversión; y, la segunda , que planteaba el crecimiento planificado de la ciudad moderna ( ciudad-jardín ) , propuso Belaúnde la solución para el crecimiento ordenado de Lima  y fue así que el modelo sugerido, la unidad vecinal ( Unidad Vecinal N°3 y otras) ,  fue concebido como un barrio socialmente homogéneo , dotado de servicios sociales y con áreas verdes . Además, prevaleció la idea  de favorecer la construcción de ciudades-satélites , que eran la combinación de espacios reservados para vivienda y recreación, junto con otras áreas pensadas para proyectos económicos que ofrecieran empleo a los pobladores  ( Villa el Salvador, Ventanilla y otros en el interior del país ). Asimismo, como una forma planificada de desarrollo industrial, se instalaron y  se proyectaron instalar  los parques industriales en Arequipa, Trujillo, Paita, Sullana, Tacna  y  como respuesta a una política de sustitución de importaciones de impulso a los productores nacionales provincianos . Es decir, una política nacionalista, descentralizada  y revolucionaria. En la actualidad, países emergentes como China, India, Corea, Singapur, Brasil, Argentina, que han adoptado la tesis del Estado-Nación, consolidan su mercado interno y siguen una política agresiva de industrialización para la exportación de bienes y servicios y lideran el mundo globalizado.

Cuando Fernando Belaúnde creó y comenzó a predicar El Perú como Doctrina, la respuesta del pueblo peruano fue inmediata. En 1966, el filósofo Francisco Miró Quesada Cantuarias recibió el encargo de redactar el Manual Ideológico de Acción Popular y sentó las bases para la construcción de una doctrina política humanista, “humanismo situacional”; como una forma de fortalecer la filosofía y praxis política del Perú como Doctrina propuesta por Belaúnde   y ampliar el contenido y alcance de que todos los valores se deducen del principio de que todo ser humano debe ser considerado como un fin en sí mismo.

“El Perú como Doctrina es la respuesta al drama de nuestra situación histórica, a la tragedia del desgarramiento inicial “ . Por eso, sostiene el ideólogo Francisco Miró Quesada Cantuarias, “ el Perú como Doctrina consiste en considerar a la tradición y la historia del pueblo peruano como la fuerza inspiradora de la acción política. Pero esto significa de manera tan directa que nadie puede negarlo , reconocer que el pueblo es capaz de contribuir a la solución de los  grandes problemas nacionales….En toda sociedad, en la pirámide de las jerarquías se ubica a aquellos que deben señalar el camino, a aquellos que deben tomar las grandes decisiones colectivas”

Por su parte, el filósofo Luis Felipe Alarco, señala “ En el orbe histórico, más que posibilidades muertas y erráticas de la materia son virtualidades que portan energía y propensión. El Perú como Doctrina destaca este sustracto esencial. Tenerlo en cuenta posibilita el hacer eficaz, el poder ser. Desatenderlo conduce a un deber ser abstracto, irrealizable”……” En la acción se genera la síntesis entre idea política y realidad social, entre el debe ser y el poder ser. La idea abandona su recinto espectral, deja de ser ubicada frente a lo real, se torna dinámica , se conforma , deviniendo uno de los componentes del contorno humano”.

Para que una sociedad sea verdaderamente justa, las jerarquías no deben fundarse en condiciones de clase; es decir, de fortuna, de posición social, de situación económica, etc. No deben basarse en condiciones extrínsecas a la persona humana sino en condiciones intrínsecas. Las jerarquías deben fundarse única y exclusivamente en la capacidad intelectual y la presencia moral de las personas. Estos conceptos se elevan a categoría ideológica y a reflexión práctica cuando se constituyen en el axioma fundamental de la ideología de Acción Popular al aplicar los postulados abstractos universales del humanismo al caso concreto de un  grupo humano que se constituye bajo el nombre de Perú. El humanismo del siglo XXI, recoge estos conceptos, los moderniza y son parte de la filosofía y praxis política en el relanzamiento y modernización del Partido.

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