Puedo
decir con la frente en alto, y en recuerdo de las enseñanzas del Maestro Víctor
Raúl Haya de la Torre, que mi vida la he dedicado al servicio del pueblo (y de
mi familia) y que en los cargos que
asumí por elección o designación cumplí con esa decisión. Que siempre he sido
un fiel y desinteresado defensor de los intereses del pueblo y que en esta
lucha, que siempre es dura, de ser leal al comportamiento ético moral y a las
ideas programáticas de Haya de la Torre, no he claudicado ni claudicare
cualquiera que fuere el frente que me corresponda, en el devenir, asumir.
Mi
suspensión de la militancia en el Partido Aprista Peruano es una decisión
ampliamente meditada, y la asumo (como la asumieron cientos de miles de desengañados
apristas que sin carta alguna decidieron en los procesos electorales del 2010 y
2011 suspender su militancia al no votar por los candidatos que las cúpulas
impusieron a la militancia) en respuesta a la flagrante violación de las normas
reglamentarias que debe regir la vida democrática del partido, hecho imputable
a la cúpula, que impiden que halla
honestidad y transparencia en actos y procesos partidarios internos y que la
militancia exija rendir cuentas para felicitar o sancionar a quienes el
partido encargo representarlo en las
alcaldías, gobiernos regionales, Poder Ejecutivo, Congreso de la Republica y respecto
de errores y fracasos sancionables por quienes por años y años se han
enseñoreado en los cargos dirigenciales, como si estos fueran vitalicios.
Suspender
la militancia del aprismo me resulta un acto difícil, tal vez el mas difícil de
mi vida política, sin embargo, siendo
duro es decisión que importa una denuncia por cuanto no hay vocación de cambio
ni de renovación en las desgastadas cúpulas partidarias, del nivel nacional y
regional, que se mantienen en los cargos por encima del tiempo Estatutario,
recurriendo a triquiñuelas inconsistentes para perpetuarse amparados en argollas que logran estructurar.
Agradezco
a los miles de ciudadanos y militantes apristas que creyeron en mí y me
eligieron para representarlos como Diputado por Piura ante el Parlamento
Nacional en los procesos electorales de 1980, 1985 y 1990; y como Congresista
de la Republica en los periodos del 2001 y 2006. Confieso que ejercí y cumplí
con dedicación y honestidad. Mi especial agradecimiento al Presidente de la
Republica Dr. Alan García Pérez, por confiar en mi designándome Ministro de
Energía y Minas (1988-1989).
José
Carlos Carrasco Távara.
josecarloscarrascot@gmail.com
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