Lo
sucedido entre Nicolás Lynch, conocido entre sus amigos como “Cochebomba”, y
los terroristas miembros del Movadef no es un hecho aislado, como pretenden
hacernos creer. Lo cierto es que esto es una consecuencia de haberse rodeado
Ollanta Humala de una serie de personajes de izquierda, oenegeros y rojos
reciclados.
Hoy en su confusión, estos personajes –los pocos que quedaron después de la
poda que hizo el presidente a fines del año pasado- no saben aún a quién
seguir, si a su ideología política anquilosada y violenta, o los más de 12 mil
dólares que reciben cada mes; más gastos y otros.
Estos
personajes se encuentran en difícil conflicto, pues además los han ubicado en
posiciones que pueden considerarse estratégica para la seguridad nacional.
Ahora Lynch
pretende asumir el rol de héroe de la democracia y nos dice el candelejón que
la embajada es la casa de todos los peruanos, incluso de los miembros del
Movadef, el propio excanciller José García Belaunde, que por lo general es muy
cuidadoso de lo que dice, se preguntaba por qué Lynch los tenía que recibir y
además por qué tenían que tramitar documentos.
Cuando
como todos sabemos, la función de la embajada es brindar apoyo y ayuda a los
peruanos en el exterior sobre temas que tienen que ver con su vida cotidiana, y
no gestionar comunicados políticos que poco tienen que ver con los peruanos en
Argentina. Es decir, hay algo raro en todo eso.
Terroristas
Además quiero dejar en claro, que en mi opinión Movadef no es otra cosa que la fachada supuestamente política de Sendero Luminoso, aquel grupo terrorista que liderado por un loco, intentó dejar el país en escombros y por lo tanto Movadef es un grupo terrorista, al igual que sus “militantes”, los social confusos.
Además quiero dejar en claro, que en mi opinión Movadef no es otra cosa que la fachada supuestamente política de Sendero Luminoso, aquel grupo terrorista que liderado por un loco, intentó dejar el país en escombros y por lo tanto Movadef es un grupo terrorista, al igual que sus “militantes”, los social confusos.
Sin
embargo, en este caso, los visitantes del exembajador Lynch fueron condenados y
cumplieron sentencia en cárceles de Lima acusados de terroristas. Estos
personajes nunca hicieron un mea culpa ni pidieron perdón al Perú, ni mostraron
arrepentimiento; es más, su labor actual es difundir ese mensaje de terror
envuelto en térmicos de la cultura política.
Quiero
subrayar con insistencia esto, pues con vergüenza ajena he revisado en varios
diarios y escuchado a limitadas presentadoras de televisión que los califican
de “militantes” de Movadef.
Pero de eso
Lynch prefiere no hablar. Se limita a repetir una y otra vez aquello de que su
obligación era como embajador recibir a todos y tramitar sus pedidos.
Todo ello
obliga a reflexionar sobre la falta de criterio y tino político de Lynch,
siendo estos requisitos básicos para representar al país en cualquier lugar del
mundo.
Los
ministros
Pero como dije, el caso Lynch no es aislado ni es
una golondrina en el verano; lo cierto es que la amenaza salta por todos lados,
por las ubicaciones más estratégicas: en el Ministerio del Interior, tenemos un
ministro –Wilfredo Pedraza- demasiado cercano a las ONG’s, funcionario de la
execrable Comisión de la Verdad y con una evidente simpatía a ciertos
terroristas. Y es precisamente él quien tiene bajo su administración a la
Policía Nacional.
En el sector Defensa, tenemos a Pedro Cateriano, alumno de Vargas Llosa y colaborador demasiado cercano al impresentable Fernando “cara cortada” Olivera. Dicho esto huelgan comentarios.
En el sector Defensa, tenemos a Pedro Cateriano, alumno de Vargas Llosa y colaborador demasiado cercano al impresentable Fernando “cara cortada” Olivera. Dicho esto huelgan comentarios.
En Justicia tenemos a Edda Rivas, exesposa del actual presidente de la nefasta Corte Interamericana de Derechos Humanos, Diego García Sayán, quien sabemos, es demasiado cercana a las ONG’s. Ella junto a algunos de los miembros de la Comisión de Indulto del Ministerio de Justicia, como Óscar Ayzanoa, quien se allanó en varios casos del Perú ante la Corte Interamericana, aceptando pagar indemnizaciones y premios a terroristas.
También podemos mencionar a Patricia Salas, ministra de Educación, con bastante cercanía con Patria Roja, y que finalmente cedió en todo lo posible al Sutep y premió a sus miembros con bonos adicionales a su sueldo. Así mismo el seudo canciller Rafael Roncagliolo, quien dice que lo de Lynch es un tema menor ¿…?
Enquistados
En fin los caviares, oenegeros, izquierdistas disfrazados y los otros rojos se encuentran aún enquistados en el gobierno, buscando agazapados la oportunidad para dar el zarpado. Hasta la fecha, Humala ha sufrido en carne propia lo que significa la traición de estos personajes que no han dudado en apuñalarlo cada vez que han visto perder la “mamadera” de dinero que significaba un puesto en el Estado.
En fin los caviares, oenegeros, izquierdistas disfrazados y los otros rojos se encuentran aún enquistados en el gobierno, buscando agazapados la oportunidad para dar el zarpado. Hasta la fecha, Humala ha sufrido en carne propia lo que significa la traición de estos personajes que no han dudado en apuñalarlo cada vez que han visto perder la “mamadera” de dinero que significaba un puesto en el Estado.
Por lo
pronto, los ex aliados han salido a defender a su compañero de ruta Nicolás
Lynch, hablan ahora de un complot de la derecha, como si ella hubiera empujado
al exembajador a abrir las puertas al terrorista.
Y han creado su propia teoría del
complot:
La
derecha no quiere Unasur y por lo tanto han eliminado a Lynch por ello. ¡Por
favor! De cuando acá “Cochebomba” puede significar un factor determinante para
una alianza latinoamericana, si de profesor o columnista mediocre no ha pasado
en su carrera profesional. Ni siquiera políticamente puede considerársele un
personaje estratégico.
Dicho sea
de paso, son hasta ridículas las justificaciones que viene dando y negando a
los cuatro vientos que él respalde a Sendero Luminoso, pues todos recuerdan sus
tibios argumentos para “condenar” a este grupo terrorista, siempre con el
clásico “sí pero no”.
¿Se
imaginan ustedes a un embajador inglés atendiendo muy suelto de huesos a una
representación del IRA irlandés, o un diplomático español en amena charla con
los terroristas vascos de ETA?. La humillación para esos países hubiera exigido algo más que una simple
renuncia. Ya en estos momentos estarían procesados y su condena, no solo sería
la humillación pública, sino la cárcel.
Alertas
Hay que estar alertas, Sendero Luminoso ha llevado su estrategia a diferentes ámbitos, al interior del país buscando desesperadamente en convertirse en partido político, en el VRAEM, matando policías y militares y aterrorizando a la población y en el frente externo, en una feroz campaña de reivindicación política, buscando los apoyos que los legitimicen ante el mundo.
Hay que estar alertas, Sendero Luminoso ha llevado su estrategia a diferentes ámbitos, al interior del país buscando desesperadamente en convertirse en partido político, en el VRAEM, matando policías y militares y aterrorizando a la población y en el frente externo, en una feroz campaña de reivindicación política, buscando los apoyos que los legitimicen ante el mundo.
Es por
ello, que el presidente Humala y su cancillería deberían preocuparse en desarrollar
una estrategia comunicativa que muestre al mundo la barbarie terrorista, sus
objetivos actuales que entiendan de una buena vez que aquellos disfrazados de
corderos no son más que lobos que esperan su oportunidad para encender la mecha
de la bomba que pueda destruir al país. Por ello se necesita gente que no se
preste para convertirse en tontos útiles de la subversión. Ya está advertido,
señor presidente Humala. Ya está advertido
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