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en: Argentina, Editorial, Inicio, Internacionales
Quiénes
son y cómo se juntan
Es
curioso, pero para algunos los fondos buitres son fondos de inversión o
bonistas que no ingresaron al canje, pese a que a esta altura nadie puede
desconocer las prácticas deshonestas e ilegales de estos depredadores
financieros[i], que se dedican a la compra de deudas soberanas con el único fin
de litigar contra ellas.
Elliott
Associates y sus colegas del rubro buitres, tienen un largo historial a ese
respecto: la compra de deudas con el propósito de entablar juicios contra
ellas.
Según
la legislación de Nueva York, jurisdicción en que se dirime el juicio de los
fondos buitres contra Argentina, es ilícito comprar deuda con la intención y el
propósito de litigar contra ella (N.Y. JUD. LAW § 489: NY Code – Section 489:
Purchase of claims by corporations or collection agencies[ii]); sin embargo,
hasta ahora, de un modo u otro, los fondos buitres han logrado evadir la
condena prevista en la norma.
Estas
prácticas no son nuevas; en realidad son tan viejas como el fraude y la
avaricia, pero durante mucho tiempo estuvieron confinadas a negociados con
deudas privadas (compra de empresas en quiebra o acciones en baja, pagarés,
etc.); hasta la década de la deuda del mundo en desarrollo y los programas
posteriores de reestructuración.
Fue
entonces que un grupo de pillos de la peor especie encontró la manera de hacer
un negocio sumamente reprobable –e ilícito si se aplicara correctamente la ley–
pero muy rentable y de bajo riesgo: comprar por unos pocos peniques bonos
soberanos de países que estaban en crisis de la deuda o reestructurando esta
última, y litigar contra esas tenencias, para cobrarse luego capital e
intereses, más honorarios de abogados y costas y costos, cuando esos países
recibieran nuevos préstamos o programas de asistencia financiera, o bien
chantajeando al país a la hora en que este tuviera que pagar a los acreedores
que sí participaron en las reestructuraciones[iii].
Esto
último es lo que está ocurriendo hoy contra Argentina; no es el primer caso, ni
será el último; por el contrario, el endeudamiento insostenible de la periferia
europea preanuncia litigios en aumento, a menos que en Nueva York los jueces y
los políticos resuelvan finalmente poner coto a estas prácticas perversas.
A
mediados de los noventa, Elliott Associates compró deuda peruana[iv] luego que
el país entrara en proceso de reestructuración en el marco del Plan Brady,
demandó al Perú ante los tribunales de Nueva York, perdió en primera instancia
pero ganó en segunda, y en el momento en que el Perú tenía que pagar a los
tenedores de Bonos Brady consiguió una orden de embargo contra el dinero del
pago peruano, de tal suerte que el Perú, sin tiempo para apelar, tuvo que
pagarle primero a los fondos buitres para no incurrir en incumplimiento
soberano.
Quiénes son
y cómo se juntaron
En
el caso peruano ante tribunales neoyorquinos (Elliott Associates contra
Perú[v]), el Juez Robert W. Sweet, del Juzgado Federal de Primera Instancia de
los Estados Unidos para el Distrito Sur de Nueva York, que falló en 1998 a
favor de Perú , relata en detalle en su sentencia como se juntaron, Paul
Singer, dueño de Elliott y financista del fondo, con Jay Newman, experto en la
compra de deuda soberana del tercer mundo, que venía nada menos que de Lehman
Brothers y Morgan Stanley, y abogados especialistas en litigar contra Estados.
En
la sentencia, en lo pertinente, el Juez Sweet relata lo siguiente:
II. Elliott compró la
deuda peruana
con la intención y el propósito de entablar acción judicial
Elliott compró la deuda peruana con la intención y el propósito de entablar un juicio. Tal intención y tal propósito pueden inferirse de la estrategia de inversión utilizada por Elliott, los antecedentes profesionales de las personas que se juntaron para materializar el proyecto de la deuda peruana, la dilatación, por parte de Elliott, del cierre de las operaciones de adquisición de la deuda peruana hasta que el Segundo Circuito esclareciera los riesgos post-litigio en el caso Pravin Banker, la carencia de credibilidad de las alternativas propuestas por Elliott y la conducta del antedicho con posterioridad a las compras.
Elliott compró la deuda peruana con la intención y el propósito de entablar un juicio. Tal intención y tal propósito pueden inferirse de la estrategia de inversión utilizada por Elliott, los antecedentes profesionales de las personas que se juntaron para materializar el proyecto de la deuda peruana, la dilatación, por parte de Elliott, del cierre de las operaciones de adquisición de la deuda peruana hasta que el Segundo Circuito esclareciera los riesgos post-litigio en el caso Pravin Banker, la carencia de credibilidad de las alternativas propuestas por Elliott y la conducta del antedicho con posterioridad a las compras.
A. Los asesores de Elliott
en materia de deuda de los mercados emergentes tenían experiencia con la compra
de deuda garantizada por el Estado y la interposición de demandas con respecto
a la misma.
Elliott
conformó un equipo de inversión para la compra de deuda en los mercados
emergentes, cuyos miembros fueron principalmente, Jay Newman (a quien en lo
sucesivo se denominará “Newman”), Andrew Kurtz (a quien en lo sucesivo se
denominará “Kurtz”), experimentado analista y administrador de cartera de
Elliott, Paul Singer (a quien en lo sucesivo se denominará “Singer”), fundador
y presidente ejecutivo de Elliott, y Ralph Dellacamera (a quien en lo sucesivo
se denominará “Dellacamera”), jefe de negociación de Elliott. Adicionalmente el
equipo contrató los servicios de Michael Strauss, en calidad de asesor externo.
Antes
de su primer encuentro con Newman, Elliott jamás había invertido en deuda de
mercados emergentes. Elliott es un fondo de inversión que, en la época en que
se conformó el equipo de negociación de deuda garantizada por el Estado, se
dedicada a la compra de activos afectados que en su opinión habían sido
subvaluados en el mercado. Entre estos activos se incluían empresas deudoras en
quiebra, empresas recién salidas de una situación de quiebra o empresas que
tenían que declararse formalmente en quiebra.
Singer,
Kurtz y Dellacamera no tenían experiencia con la deuda de mercados emergentes.
Por lo tanto, Elliott confió en la experiencia y recomendaciones de Newman al
comprar instrumentos de deuda de estos mercados.
Jay
Newman, quien anteriormente había ejercido la abogacía, ingresó al mundo de la
inversión en deuda garantizada por el Estado, en el año 1983, época de la
crisis de la deuda latinoamericana, al empezar a prestar servicios para Lehman
Brothers. En 1987 o 1988, Newman se convirtió en director gerente de Lehman
Brothers para la deuda tercermundista, con la responsabilidad de expandir el
negocio de transacciones e inversión de Lehman Brothers en esa área.
En
1989, Newman pasó a formar parte de Dillon Reed, donde continuó actuando como
negociador e intermediario de instrumentos de deuda de los mercados emergentes
y administraba un fondo de inversión de deuda tercermundista. Un año después,
pasó a Morgan Stanley, nuevamente para dedicarse a las inversiones en deuda de
los mercados emergentes.
En
1993, Newman dejó Morgan Stanley para establecer el Percheron Fund, un fondo de
inversión en paraísos fiscales que se concentró en la deuda de los mercados
emergentes. Administró este fondo hasta 1995. También en 1993, se encargó de
captar inversionistas para Water Street Bank & Trust Limited (al que en lo
sucesivo se denominará “Water Street”), otro fondo de inversión en paraísos
fiscales orientado a la deuda de los mercados emergentes. Casi simultáneamente,
Newman puso en contacto a los inversionistas de Water Street con Michael
Strauss, a quien había conocido en 1992 o 1993, cuando este último representaba
a Banque de Gestion Privee-SIB en el juicio sobre deuda garantizada por el
Estado entablado contra la República de Paraguay. Newman se enteró de la
existencia de Strauss por su desempeño como apoderado judicial de clientes
implicados en juicios sobre deuda garantizada por el Estado, dado que Strauss
ha participado en por lo menos otros trece litigios sobre deuda interpuestos en
los Estados Unidos de América contra Estados extranjeros.
Últimamente,
Strauss ha invertido directamente en instrumentos de deuda de mercados
emergentes y ha enjuiciado en nombre propio a un Estado. En 1996, Strauss y
Newman constituyeron la empresa Red Mountain Finance Company (a la que en lo
sucesivo se denominará “Red Mountain”) en Alabama, la misma que posteriormente
compró instrumentos de deuda de la República Democrática del Congo (ex
República de Zaire) garantizada por el Estado. En diciembre de 1997, Red
Mountain entabló ante este juzgado una demanda contra el Congo sobre pago de
deuda.
Newman y Strauss asesoraron a Water Street en lo concerniente a las compras de instrumentos de deuda de Polonia, Ecuador, Costa de Marfil, Panamá y Congo garantizadas por los respectivos Estados. Posteriormente, Water Street entabló demandas contra cada uno de esos Estados con el objeto de obtener el pago íntegro de la deuda que había comprado. Strauss actuó como apoderado judicial de Water Street en cada uno de estos litigios. Sin embargo, ni Newman ni Strauss tenían la última palabra en cuanto a las decisiones de Water Street respecto a las compras de deudas de los mercados emergentes o la cobranza judicial a los respectivos Estados. En mayo de 1995, los inversionistas de Water Street decidieron liquidar el fondo y Newman “colaboró activamente en la liquidación de Water Street”.
Newman y Strauss asesoraron a Water Street en lo concerniente a las compras de instrumentos de deuda de Polonia, Ecuador, Costa de Marfil, Panamá y Congo garantizadas por los respectivos Estados. Posteriormente, Water Street entabló demandas contra cada uno de esos Estados con el objeto de obtener el pago íntegro de la deuda que había comprado. Strauss actuó como apoderado judicial de Water Street en cada uno de estos litigios. Sin embargo, ni Newman ni Strauss tenían la última palabra en cuanto a las decisiones de Water Street respecto a las compras de deudas de los mercados emergentes o la cobranza judicial a los respectivos Estados. En mayo de 1995, los inversionistas de Water Street decidieron liquidar el fondo y Newman “colaboró activamente en la liquidación de Water Street”.
Strauss
se había familiarizado con los elementos de la práctica de champerty (mediación
interesada de parte indebida en litigio). Los clientes de Strauss fueron
culpados de champerty en los casos Banque de Gestion Privee-SIB contra la
República de Paraguay, Suplemento de Fallos Federales, Vol. 787, pág. 53
(Distrito Sur de Nueva York); Water St. Bank and Trust Ltd. contra la República
del Congo, acción civil 94-1894 (juez SS) (Distrito Sur de Nueva York); y Water
St. Bank and Trust Ltd. contra la República de Polonia, acción civil 95-0042
(juez LAP) (Distrito Sur de Nueva York). Adicionalmente, Strauss conocía el
caso de CIBC Bank and Trust Company (Cayman) Ltd., contra Banco Central do
Brasil, Suplemento de Fallos Federales, Volumen 886, pág. 1105 (Distrito Sur de
Nueva York) en que el demandado adujo la existencia de la práctica de
champerty.
B. Inversiones de Elliott en la deuda de los mercados emergentes
B. Inversiones de Elliott en la deuda de los mercados emergentes
Durante
la liquidación de Water Street y Percheron, Newman “quiso participar en el
negocio de la deuda tercermundista”. En consecuencia, cuando se presentó ante
Elliott en agosto o septiembre de 1995, Newman “andaba básicamente en busca de
una relación con un fondo de inversión que le permitiera continuar trabajando
en esa área”. Al llegar el mes de octubre de 1995, Newman fue contratado como
asesor de Elliott y comenzó a hacer recomendaciones sobre la compra de la deuda
de los mercados emergentes en el mercado secundario.
Según
manifiesta Strauss, en diciembre de 1995, fue Newman quien lo presentó a
Elliott para que fuera contratado como asesor en el caso relativo a la deuda de
los mercados emergentes. Strauss fue contratado por Elliott para intervenir
como apoderado judicial en este caso y el juicio sobre deuda garantizada por el
Estado que Elliott entabló contra la República de Panamá.
Las
compras de instrumentos de la deuda panameña
En
primer lugar, Newman recomendó a Elliott que comprara la deuda de la República
de Panamá garantizada por el Estado, la misma deuda por la que Water Street
había interpuesto una demanda. Cuando Elliott compró la deuda panameña, Panamá
estaba en la última fase de la reestructuración de su deuda. Newman y Singer
sabían que Panamá había anunciado los términos de dicha reestructuración y
Newman informó a Elliott sobre el estado en que se encontraban las
negociaciones de reestructuración de esa deuda.
El
juicio fue desestimado posteriormente debido a que Water Street no cumplió con
revelar al juzgado la identidad de sus inversionistas. Véase Water St. Bank
& Trust Ltd. contra la República de Panamá, LEXIS 1444, Juzgados Federales
de Primera Instancia de los E.U.A 1995; acción civil 94-2609, WL 1995, 51160
(Distrito Sur de Nueva York, 08 de febrero de 1995). …
Elliott
se rehusó a participar en la reestructuración de la deuda panameña y, en julio
de 1996, entabló una demanda contra Panamá procurando el pago íntegro de la
deuda que había adquirido. En este litigio, Strauss actuó como apoderado
judicial de Elliott.
Las
compras de deuda peruana
Lo
siguiente que hizo Newman fue recomendar a Elliott la compra de instrumentos de
deuda peruana garantizada por el Estado. Según Singer, Newman jugó un papel
decisivo al recomendar la deuda peruana a Elliott y “por ello fue que compramos
la deuda”.
Al
igual que Panamá, el Perú estaba en el proceso final de reestructuración cuando
Elliott compró su deuda. En marzo de 1983, el Perú determinó que contaba con
insuficientes reservas de divisas para atender el servicio de su deuda externa,
por lo que entró en negociaciones con el Comité Asesor de Bancos para el Perú
(al que en lo sucesivo se denominará “CAB”), un órgano constituido por
representantes de los principales acreedores comerciales del Perú.
En
1984, … el Perú incurrió en mora respecto a las deudas que había contraído con
varios organismos multinacionales, naciones extranjeras y prestamistas
comerciales extranjeros.
El
10 de marzo de 1989, el secretario del Tesoro de los Estados Unidos de América,
Nicholas Brady, modificó la política de este país respecto a la deuda
internacional. Bajo la nueva política, conocida como “el Plan Brady”, se instó
a los prestamistas para que, de manera voluntaria, condonaran parte de la deuda
no atendida por los países menos desarrollados, reestructuraran el saldo de la
deuda que quedaba pendiente de pago y otorgaran préstamos adicionales a esos
países.
A partir del mes de marzo de 1990, los acreedores comerciales del Perú entablaron varias demandas en cinco países. …
A partir del mes de marzo de 1990, los acreedores comerciales del Perú entablaron varias demandas en cinco países. …
En diciembre de 1994, todos los acreedores que habían enjuiciado al Perú, con excepción de Pravin Bankers Associates Ltd. (al que en lo sucesivo se denominará “Pravin Banker”) desestimaron sus demandas como contraprestación de la Declaración de Suspensión formulada por el Perú en noviembre de 1992.
El
27 de octubre de 1995, el Perú y el CAB anunciaron públicamente un acuerdo en
principio destinado a establecer un plan de reestructuración de la deuda acorde
con el Plan Brady.… Fue solo después de concretarse el acuerdo en principio, en
enero de 1996, que Elliott comenzó a acumular la deuda materia de esta acción
judicial.
Entre
enero y junio de 1996 se negoció la hoja de términos sobre la reestructuración
de la deuda peruana, … De los aproximadamente 180 acreedores elegibles para
participar en la reestructuración de la deuda peruana, solo Elliott y Pravin
Banker se rehusaron a hacerlo.
Elliott
tenía la intención de interponer una acción judicial
a. Desde su inicio en
octubre de 1995, la estrategia de Elliott en materia de deuda garantizada por el
Estado se orientó a la interposición de litigios.
Tal como lo manifestó
de manera sucinta el presidente de Elliott, Paul Singer: “el Perú … nos pagaría
el íntegro de la deuda o sería enjuiciado”. Dadas las circunstancias existentes
en enero de 1996, cuando Elliott comenzó a acumular instrumentos de deuda
peruana, la única forma creíble en que Elliott podía alcanzar su cometido de
que se le pagara el íntegro de la deuda era por la vía judicial….
b. Newman y Strauss
tienen un largo historial de litigios contra Estados Extranjeros
Tanto Newman, en cuyas recomendaciones Elliott se basó al decidirse por invertir en deuda peruana, como Strauss, con quien Elliott entró en contacto en diciembre de 1995, antes de que comenzara a invertir en la deuda, tienen experiencia con la estrategia de inversión consistente en comprar deuda de mercados emergentes y entablar juicios con respecto a la misma. Su participación con Elliott constituye una prueba bastante sólida sobre la intención que tuvo Elliott al comprar la deuda.
Tanto Newman, en cuyas recomendaciones Elliott se basó al decidirse por invertir en deuda peruana, como Strauss, con quien Elliott entró en contacto en diciembre de 1995, antes de que comenzara a invertir en la deuda, tienen experiencia con la estrategia de inversión consistente en comprar deuda de mercados emergentes y entablar juicios con respecto a la misma. Su participación con Elliott constituye una prueba bastante sólida sobre la intención que tuvo Elliott al comprar la deuda.
Durante el tiempo en
que Newman y Strauss estuvieron asociados a Water Street, esta última entabló
ante este juzgado por lo menosseis juicios sobre cobro de deuda contra Estados.
Strauss también asesoró a Water Street en la compra de deuda ecuatoriana,
panameña y polaca garantizada por los respectivos Estados y Water Street
posteriormente entabló juicios contra cada uno de esos países en Londres.
Adicionalmente a su papel de apoderado judicial de Elliott en esta causa,
Strauss ha participado como asesor legal en por lo menos otros seis juicios
sobre deuda garantizada por el Estado entablados contra países de los mercados
emergentes. En diciembre de 1997 Red Mountain Finance, empresa de Strauss,
entabló una demanda contra el Congo tras haber comprado en el mercado
secundario instrumentos de deuda de ese país garantizados por el Estado,
sujetos a descuento.
Más adelante, en su sentencia, el Juez Sweet
sostiene:
Elliott no consideró
seriamente alternativas diferentes al enjuiciamiento
Durante el proceso, Elliott
propuso varias alternativas distintas a la interposición de una demanda, en un
esfuerzo por reconfigurar la intención que tenía cuando decidió comprar la
deuda peruana. …
No obstante, las
pruebas ofrecidas en el proceso demostraron clara y convincentemente que
Elliott no consideró ninguna de estas alternativas de manera realista cuando
compró la deuda peruana. Desde un comienzo Elliott tuvo la intención de
demandar judicialmente y el testimonio en contrario no tuvo credibilidad.…
Esto nos lleva a la
cuestión planteada respecto a si la práctica de Elliott de comprar deuda con la
intención de enjuiciar después que todos los demás acreedores habían desistido
de sus pretensiones y habían llegado a un acuerdo de transacción con el Perú
para la reestructuración de prácticamente toda la deuda comercial externa del
país está prohibida por la sección 489, con lo cual se configuraría como una
compra “con la intención y el propósito” de entablar una acción con respecto a
dicha deuda. Si bien en ningún caso ventilado en Nueva York se sostiene
directamente que tal práctica está prohibida, es indudable que se encuentra
dentro de los alcances del texto de la ley y la conducta ilícita que la ley
pretendió remediar.
El Juez Sweet
menciona no menos de una decena de juicios en los que participaran los
“asesores” contratados por Singer, Newman y Strauss, con lo cual, ante tal
reiteración, el fin y el propósito de estos fondos no requieren de mucha
prueba.
En la sentencia del
Juez Sweet se cita, entre mucha otra jurisprudencia y doctrina relativa a la
industria del juicio contra deudas, el caso Brown contra Bigne (1891) (Compilación
de Fallos de Oregon):
“Tan grande era la maldad de señores ricos y poderosos que compraban reclamos y que por intermedio de sus altas e influyentes posiciones, infundían temor en los tribunales y con ello garantizaban sentencias injustas y sin fundamento, que se hizo necesario, tempranamente en Inglaterra, promulgar leyes para impedir tales prácticas” (citando Slywright contra Pages,Eng. Rep., 1587)
“Tan grande era la maldad de señores ricos y poderosos que compraban reclamos y que por intermedio de sus altas e influyentes posiciones, infundían temor en los tribunales y con ello garantizaban sentencias injustas y sin fundamento, que se hizo necesario, tempranamente en Inglaterra, promulgar leyes para impedir tales prácticas” (citando Slywright contra Pages,Eng. Rep., 1587)
Curiosamente, hace
cinco siglos se condenaba a nivel local “la maldad” de los poderosos que
compraban reclamos y usaban su poder para salirse tramposamente con la suya;
hoy, que la especulación no tiene fronteras y las prácticas de estos depredadores
financieros se desparraman por todos los rincones del planeta, no hay
mecanismos concertados a nivel internacional para impedirlas, y todavía
consiguen, como antaño, sentencias que los amparan, o lobistas[vi] que los
defienden.
Raúl de Sagastizabal
Notas:
[i]http://www.guardian.co.uk/business/vulture-funds
http://www.bbc.co.uk/news/business-18894874
[ii]http://codes.lp.findlaw.com/nycode/JUD/15/489
[iii]http://www.politicapress.com/2011/11/argentina-los-fondos-rapaces/
[iv]http://www.politicapress.com/2011/12/%C2%BFque-son-los-fondos-buitres/
[v]http://www.congreso.gob.pe/historico/ciccor/anexos/CASO%20ELLIOT%20ASSOCIATES%20LLP%20TOMO%20II.pdf
[vi] Proyecto del congresista republicano saliente Connie Mack, http://www.atfa.org/legislation-to-hold-argentina-accountable-to-u-s-lenders-gains-momentum-in-house-foreign-affairs-committee/
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