Son producto de actividades mineras y de
hidrocarburos que han impactado al ambiente y a la salud de las personas
En el Perú se han identificado un
total de 4.353 pasivos ambientales de alto riesgo producto de actividades
mineras o de hidrocarburos, y que significan un atentado contra el ambiente, la
vida y salud de las personas.
Así lo advirtió hoy el defensor
de Pueblo encargado, Eduardo Vega Luna, al presentar el Informe Defensorial Nº
171 denominado “¡Un llamado a la remediación! Avances y pendientes en la
gestión estatal frente a los pasivos ambientales mineros e hidrocarburíferos”.
Según detalló, 4.281 pasivos de
alto riesgo provienen de la actividad minera, mientras que otros 72 son
generados por el sector hidrocarburos.
Sin embargo, el número total de
pasivos ambientales en el sector minero es de 8.616. En tanto, en el sector
hidrocarburos se registraron 156, aunque en el 2002 Perúpetro informó que había
más de 6 mil pozos mal abandonados.
Responsabilidades
El informe señala también que, en el sector minero, 7.531 casos carecen de responsables y estudios ambientales, mientras que en el sector hidrocarburos no se ha identificado responsabilidad alguna. Incluso, Vega manifestó que existen 61 pasivos ambientales mineros cuyos responsables mantienen la titularidad de la concesión en donde estos fueron generados.
“Los responsables que no remedian
los daños que generaron no deben mantener concesiones vigentes, ni mucho menos
tener nuevas concesiones”, sostuvo el defensor del Pueblo. Al cierre del
informe, según la Defensoría, la Dirección General de Minería del Ministerio de
Energía y Minas no había aprobado la lista de impedidos de efectuar petitorios
mineros o explorar alguna unidad minera como concesionario.
En el sector hidrocarburos, la
investigación detectó un retraso de más de cinco años en el inicio de las acciones
destinadas a la remediación. Producto de ello, no se ha identificado a
responsables ni se ha remediado pasivos ambientales en este sector.
Dato
A nivel de la minería, los pasivos ambientales son instalaciones, efluentes, emisiones, restos o depósitos de residuos producidos por operaciones mineras abandonadas e inactivas en la actualidad y que constituyen un riesgo permanente y potencial para la salud de la población, el ecosistema y la propiedad.
En cuanto a los hidrocarburos, se
considera pasivos ambientales a los pozos e instalaciones mal abandonados, los
suelos contaminados, efluentes, emisiones, restos o depósitos de residuos
ubicados en cualquier lugar del territorio nacional -incluyendo el zócalo
marino-, producidos como consecuencia de operaciones en dicho subsector,
realizadas por parte de empresas que han cesado sus actividades en el área
donde se produjeron los impactos.
El Comercio
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