Por Epifanio Baca Tupayachi. Grupo Propuesta
Ciudadana
Artículo publicado en el Suplemento SEMANA del
Diario El Tiempo. Domingo, 15 de setiembre de 2015. Pág. 04 y 05.
Hoy que la
evidencia muestra que el ciclo de precios altos de las materias primas ha
llegado a su fin, podemos afirmar que hemos entrado a un nuevo escenario,
cerrando en nuestro país un ciclo caracterizado por el incremento de la
inversión privada, la producción, las exportaciones, las utilidades de las
empresas y la recaudación fiscal del sector extractivo, principalmente minero.
¿Cuál es el balance del boom extractivo?
EL APORTE A LA ECONOMÍA: DE CAL Y ARENA
Como en toda la región latinoamericana el boom
extractivo se tradujo en el incremento extraordinario de la producción, las utilidades
y de los ingresos fiscales y estuvo a la base del crecimiento económico de una
década. En el Perú fueron las empresas mineras las que se llevaron la mayor
parte de la riqueza generada gracias a un esquema tributario diseñado para
atraer inversiones que se mantuvo inalterado durante 20 años por los sucesivos
gobiernos.
Los intentos por aumentar la participación del
Estado en la renta generada fueron bloqueados, primero, por la aplicación
parcial de la Ley de regalías mineras en el 2005 y más adelante porque el
(segundo) gobierno aprista negocio el óvolo minero en lugar de aplicar un
impuesto a las ganancias extraordinarias.
No obstante ello, la magnitud de las utilidades
fue tan grande que hicieron crecer los ingresos fiscales y por consiguiente los
recursos del canon minero y petrolero para las regiones. Las más beneficiadas
fueron ciertamente las regiones mineras con mayor volumen de producción; los recursos del canon petrolero aumentaron
gracias al aumento de los precios porque la producción no logró remontar por
falta de inversiones.
La renta que llego al Estado no fue bien
gestionada. Ni el ejecutivo ni el Congreso tuvieron la voluntad ni la fuerza
suficiente para corregir a tiempo los problemas de inequidad generados por un
esquema de distribución del canon que privilegiaba las regiones productoras y
en su interior a los municipios productores. En varias regiones los ingentes
recursos que llegaron no fueron bien aprovechados (Ancash, Cajamarca, Loreto) y
en otras los resultados parecen mejores (Moquegua, Arequipa, Piura).
La fiebre de los altos precios llevó al
crecimiento indiscriminado de las concesiones mineras en el territorio
nacional, convirtiéndose en un factor de conflictividad social por la
sobre-posición de derechos y la inseguridad y temor que genera en las
poblaciones que viven en dichos territorios. El crecimiento de los conflictos
sociales con muchas vidas humanas a cuestas fue la otra cara de la moneda del
crecimiento de las inversiones extractivas.
EL GASTO CRECIO PERO SIN CALIDAD
Los crecientes recursos por canon llegaron a las
municipalidades y gobiernos regionales que no estaban preparados para hacer
frente a este desafío, entre otras razones, porque las acciones de
fortalecimiento de capacidades asociado a la transferencia de funciones y
competencias fueron más formales que reales.
No obstante ello, los gobiernos descentralizados
lograron gastar cada vez más en función a las exigencias del momento. ¿En qué
se gastaron los recursos del canon? Entre 2004 y 2014, el 85% del gasto total
fue destinado en proyectos de inversión en cuatro rubros: transportes, salud y
saneamiento, educación y agropecuaria.
En el caso de Piura, el gasto de las
municipalidades en el periodo 2007-2014, priorizaron, en orden de importancia,
salud y saneamiento, transporte y educación y cultura (el 73%); mientras que el
gobierno regional puso en primer lugar los gastos en la función agropecuaria
seguidos por salud y saneamiento, educación y transporte (el 80%).
El problema de fondo del gasto público en
general y los que se hicieron con los recursos del canon radica en su baja
calidad. Es decir, con frecuencia obras con problemas en su diseño técnico, con
fallas en el proceso constructivo, con costos sobre-dimensionados, y con hechos de corrupción de por medio. El
caso que evidencia esta realidad es Ancash. Pero, también hay otros casos donde
las cosas se hicieron de mejor manera como en Moquegua.
LA CANON DEPENDENCIA Y SUS CONSECUENCIAS
El año 2010 en promedio el 53% del presupuesto
total de inversiones de los gobiernos regionales dependía de la fuente Canon,
sobrecanon, regalías, renta de aduanas y participaciones. En los municipios
productores esta dependencia es mucho mayor aún. Ellos la pasaron bien hasta
que los ingresos por canon empezaron a caer como consecuencia del declive de
los precios.
En los últimos tres años los ingresos por canon
de las municipalidades se ha reducido cada vez más, sin que desde el MEF haya
ningún interés por lanzarles un salvavidas compensatorio. Los ha dejado a su
suerte. En el corto no les queda otra cosa que buscar recursos en el gobierno
central y en el mediano y largo plazo, demandar se actualice y promulgue una
nueva ley de descentralización fiscal que garantice ingresos predecibles en el
tiempo.
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