sábado, 21 de noviembre de 2015

¿QUÉ LE DEJÓ EL BOOM EXTRACTIVO AL PERÚ?

Por Epifanio Baca Tupayachi. Grupo Propuesta Ciudadana
Artículo publicado en el Suplemento SEMANA del Diario El Tiempo. Domingo, 15 de setiembre de 2015. Pág. 04 y 05.

Hoy que la evidencia muestra que el ciclo de precios altos de las materias primas ha llegado a su fin, podemos afirmar que hemos entrado a un nuevo escenario, cerrando en nuestro país un ciclo caracterizado por el incremento de la inversión privada, la producción, las exportaciones, las utilidades de las empresas y la recaudación fiscal del sector extractivo, principalmente minero. ¿Cuál es el balance del boom extractivo?

EL APORTE A LA ECONOMÍA: DE CAL Y ARENA

Como en toda la región latinoamericana el boom extractivo se tradujo en el incremento extraordinario de la producción, las utilidades y de los ingresos fiscales y estuvo a la base del crecimiento económico de una década. En el Perú fueron las empresas mineras las que se llevaron la mayor parte de la riqueza generada gracias a un esquema tributario diseñado para atraer inversiones que se mantuvo inalterado durante 20 años por los sucesivos gobiernos.

Los intentos por aumentar la participación del Estado en la renta generada fueron bloqueados, primero, por la aplicación parcial de la Ley de regalías mineras en el 2005 y más adelante porque el (segundo) gobierno aprista negocio el óvolo minero en lugar de aplicar un impuesto a las ganancias extraordinarias.     

No obstante ello, la magnitud de las utilidades fue tan grande que hicieron crecer los ingresos fiscales y por consiguiente los recursos del canon minero y petrolero para las regiones. Las más beneficiadas fueron ciertamente las regiones mineras con mayor volumen de producción;  los recursos del canon petrolero aumentaron gracias al aumento de los precios porque la producción no logró remontar por falta de inversiones.


La renta que llego al Estado no fue bien gestionada. Ni el ejecutivo ni el Congreso tuvieron la voluntad ni la fuerza suficiente para corregir a tiempo los problemas de inequidad generados por un esquema de distribución del canon que privilegiaba las regiones productoras y en su interior a los municipios productores. En varias regiones los ingentes recursos que llegaron no fueron bien aprovechados (Ancash, Cajamarca, Loreto) y en otras los resultados parecen mejores (Moquegua, Arequipa, Piura).

La fiebre de los altos precios llevó al crecimiento indiscriminado de las concesiones mineras en el territorio nacional, convirtiéndose en un factor de conflictividad social por la sobre-posición de derechos y la inseguridad y temor que genera en las poblaciones que viven en dichos territorios. El crecimiento de los conflictos sociales con muchas vidas humanas a cuestas fue la otra cara de la moneda del crecimiento de las inversiones extractivas.

EL GASTO CRECIO PERO SIN CALIDAD

Los crecientes recursos por canon llegaron a las municipalidades y gobiernos regionales que no estaban preparados para hacer frente a este desafío, entre otras razones, porque las acciones de fortalecimiento de capacidades asociado a la transferencia de funciones y competencias fueron más formales que reales.

No obstante ello, los gobiernos descentralizados lograron gastar cada vez más en función a las exigencias del momento. ¿En qué se gastaron los recursos del canon? Entre 2004 y 2014, el 85% del gasto total fue destinado en proyectos de inversión en cuatro rubros: transportes, salud y saneamiento, educación y agropecuaria.

En el caso de Piura, el gasto de las municipalidades en el periodo 2007-2014, priorizaron, en orden de importancia, salud y saneamiento, transporte y educación y cultura (el 73%); mientras que el gobierno regional puso en primer lugar los gastos en la función agropecuaria seguidos por salud y saneamiento, educación y transporte (el 80%). 

El problema de fondo del gasto público en general y los que se hicieron con los recursos del canon radica en su baja calidad. Es decir, con frecuencia obras con problemas en su diseño técnico, con fallas en el proceso constructivo, con costos sobre-dimensionados,  y con hechos de corrupción de por medio. El caso que evidencia esta realidad es Ancash. Pero, también hay otros casos donde las cosas se hicieron de mejor manera como en Moquegua.

LA CANON DEPENDENCIA Y SUS CONSECUENCIAS

El año 2010 en promedio el 53% del presupuesto total de inversiones de los gobiernos regionales dependía de la fuente Canon, sobrecanon, regalías, renta de aduanas y participaciones. En los municipios productores esta dependencia es mucho mayor aún. Ellos la pasaron bien hasta que los ingresos por canon empezaron a caer como consecuencia del declive de los precios.

En los últimos tres años los ingresos por canon de las municipalidades se ha reducido cada vez más, sin que desde el MEF haya ningún interés por lanzarles un salvavidas compensatorio. Los ha dejado a su suerte. En el corto no les queda otra cosa que buscar recursos en el gobierno central y en el mediano y largo plazo, demandar se actualice y promulgue una nueva ley de descentralización fiscal que garantice ingresos predecibles en el tiempo. 

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