Jorge Manco Zaconetti
Investigador de la UNMSM
Una preocupación
central del Gobierno es el aumento la producción de petróleo crudo fomentando
los mayores montos de inversión, para superar nuestra dependencia energética.
Otro
objetivo es incrementar los recursos del canon petrolero y de gas, que favorece
especialmente a los departamentos de Piura, Tumbes y, en menor medida, a los
departamentos de Loreto y Ucayali en razón de la declinante producción de
crudo, de los lotes 8 (Trompeteros) y en particular del Lote 1-AB (Andoas), que
tiene importantes reservas probadas, probables y posibles a pesar de más de 40
años de explotación.
Este
lote, ahora denominado 192, bajo responsabilidad de la empresa Pluspetrol
Norte, será licitado el próximo mes conjuntamente con otros lotes bajo la
modalidad de contratos de licencia, y no se adjudicarán hasta terminar el
proceso de la consulta previa, compromiso asumido por el Gobierno para promover
las inversiones con responsabilidad social.
A
diferencia de los lotes próximos a licitarse, el Lote 1-AB tiene una producción
en marcha con reservas probadas y probables de crudo, más una serie de
instalaciones, ductos, campamentos, aeropuerto, tanques de almacenamiento y
hasta una pequeña refinería, pues sus operaciones datan de mediados de la
década de 1970 con la OXY de Arnold Hammer.
Es
evidente que el valor de mercado del Lote 1-AB se incrementa por la cercanía
del lote 64, donde la empresa Talismán descubrió más de 42 millones de barriles
de reservas de petróleo ligero, con inversiones cercanas a los 500 millones de
dólares, y cuyo contrato ha sido transferido a Petroperú por decisión de su
matriz, capitalizando la participación estatal.
Por ello,
si se tiene presente que la salida de estos hidrocarburos solamente es posible
por el uso del Oleoducto Norperuano bajo responsabilidad de la petrolera
estatal, se tiene en prospecto la realidad positiva de una alianza
público/privada, que se vigoriza con la producción adicional de otros lotes
vecinos.
La
posibilidad de hacer del Lote 1-AB un centro de acopio de la futura producción
de los lotes colindantes, como el 64, 67, 39 y del crudo proveniente del
Ecuador interesado en salir por el Oleoducto Norperuano, constituye un activo
que le otorgaría un mayor valor al lote próximo a licitarse, de allí el interés
de importantes compañías petroleras.
Sin
embargo, existe una legítima preocupación sobre la participación de Petroperú
en el contrato próximo a licitarse con el 25% o más, como una forma de alcanzar
la integración vertical en un lote que tiene yacimientos no explotados que asegurarían
una mayor producción para superar los 15,000 barriles diarios que se extraen
actualmente.
El
contrato del mencionado lote ha sido renegociado en dos oportunidades.
Primero,
con la OXY en 1986, durante el primer gobierno del expresidente Alan García,
cuando fue concebido como un contrato de servicios, en el cual se le pagaba una
retribución al operador en función de una canasta de crudo pesado de 22 grados
API.
En
verdad, la calidad del petróleo era de 19 grados API con tendencia a la baja. Al
contratista (OXY) se le abonaba una retribución y los hidrocarburos eran
propiedad del Estado, representado en esa época por Petroperú.
Esta
renegociación contractual debía terminar en agosto de 2007 y su retorno al
Estado incluía las reservas probadas y probables, con todas sus instalaciones
incluidas.
Sin
embargo, durante el gobierno de transición democrática (2001) no solamente se
extiende la vigencia del contrato con un nuevo operador, sino que se modifica
la naturaleza del contrato, es decir, se pasa de un contrato de servicios a uno
de licencia, donde los hidrocarburos fiscalizados constituyen propiedad de las
empresas.
Así, en
2001 la empresa petrolera argentina Pluspetrol, que había asumido las
operaciones del Lote 8/8X en junio de 1996, cuando se transfirió al sector
privado el lote de Petroperú, amplió sus operaciones asumiendo el contrato del
Lote 1-AB en una negociación privada con la OXY
Esta
operación le permitió convertirse en el principal productor de hidrocarburos en
el país.
Por esa
transferencia privada realizada en el exterior con la OXY la petrolera
argentina abonó más de 300 millones de dólares.
Lamentablemente,
el organismo promotor de la inversión en el sector y de la supervisión de los
contratos, Perúpetro, suscribió también una prórroga del contrato con el nuevo
operador que vence en agosto de 2015.
De allí
la decisión del presente Gobierno de convocar a una licitación internacional,
la que, según mi criterio, debiera reconocer el potencial de hidrocarburos y la
ubicación estratégica del Lote 1-AB, ahora denominado 192.
Del mismo
modo, considero que hay que privilegiar los mayores compromisos de inversión,
el mayor respeto ambiental y la participación minoritaria de Petroperú con
regalías competitivas.
"A
diferencia de los lotes próximos a licitarse, el Lote 1-AB tiene una producción
en marcha con reservas probadas y probables de crudo, más una serie de
instalaciones, ductos, campamentos, aeropuerto, tanques de almacenamiento
y hasta
una pequeña refinería."
Fecha:08/02/2013
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