Por: Javier Jahncke – Red Regional Agua, Democracia y Desarrollo – REDAD
- Piura
Lamentable
noticia, el anuncio del Ministro Pedraza de creación de frentes policiales en
zonas mineras, en la que persiste la nula voluntad de diálogo del Gobierno
respecto de los conflictos socio ambientales, especialmente los vinculados con
la actividad minera... y donde se evidencia que se mantiene la misma visión de
la teoria de la conspiración en la Oficina de Diálogo Nacional y Sostenibilidad
de la PCM con Vladimiro Huaroc, que la que existía en el Gobierno Aprista con
Víctor Caballero...
No hay
intención alguna de revisar el funcionamiento de las normas y reglamentos del sector
energía y minas, y la consulta previa viene a ser un simple requisito a
cumplir... porque los proyectos mineros deben salir si o si, a sangre y
fuego...
Y la
culpa de todo no la tiene la necesidad de sacar los proyectos si o si como sea,
al "guerrazo" (literalmente), porque es la única forma de desarrollo
y no hay otra (no hay voluntad de buscar alternativas sostenibles) sino los que
tienen intereses políticos, los "rojos", las ONGs... todos ellos
tratados como supuestos o posibles terroristas... sin pensar en que el pueblo
es sabio, sabe lo que tiene, y en gran medida, busca defender su propiedad,
debidamente registrada, y sus fuentes de agua, los ecosistemas ue permiten su
supervivencia y buen vivir, y que desean vivir de acuerdo a sus costumbre y creencias
ancestrales...
Con ésta
decisión, se formaliza y se agudiza lo que ya era una práctica, la
militarización de las zonas mineras y el funcionamiento de ésta actividad con
bases policiales y/o militares al lado.
Hasta el
momento lo que ocurría en las zonas de proyectos mineros era que se instalaban
como "comisarías" al interior de las zonas delimitadas como
concesiones, con personal policial que rotaba ... como si fuera propiedad de
las empresas mineras dichas zonas... tratando el derecho de concesión con
mayores garantías que el propio derecho a la propiedad, al que las comunidades
campesinas y nativas tienen derecho como cualquier ciudadano... pero claro...
aca se aplica la teoría del ciudadano de segunda clase...
Hace unos
años fuimos acusados de terrorismo junto con 35 dirigentes, autoridades y
miembros de ONGs por el caso Rio Blanco/Majaz en Piura... tuvimos que pasar
todo un año de investigación fiscal hasta que se archivo el caso... todo por
acompañar a la población en sus justas reinvindicaciones y defensa de derechos
por la imposición de un proyecto minero... Un locutor radial de Huancabamba,
vincualdo a la empresa minera Rio Blanco, amenazo con un arma a una de nuestras
colegas de una ONG diciéndole que como era terrorista, la mataba y no pasaba
nada... eso es lo que busca el Gobierno de Humala que se siga viviendo... esa
será la forma de buscar una solución a los conflictos socio ambientales… o sólo
los agudizará...?
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